Por si las moscas...

Los comentarios vertidos en estos escritos son de mi total responsabilidad. Comparto lo que pienso y siento, simplemente para que se pueda apreciar otro punto de vista sobre la cosas. Pueden o no estar de acuerdo con lo que expongo; conmigo no hay ningún problema porque cada quien tiene el derecho a pensar lo que mejor entienda. Los comentarios son bienvenidos. Espero que si alguien difiere, lo haga con respeto; no escribiendo chabacanerías o insultando. Este no es el lugar para eso. ;-)

sábado, 26 de noviembre de 2016

Cenizas…




“Arrestaron a María de Lourdes en Peñuelas”, fue de las primeras cosas que me dijeron los estudiantes cuando empezamos la clase el miércoles pasado. Le reconocieron que siempre ha estado en pie de lucha por las causas sociales y que no es una cuestión política. 

Confieso que me enteré del arresto por los estudiantes porque ese día me levanté sin querer ver, leer o escuchar noticias. Es que llega un momento que una se satura y tiene que desconectarse; algo que en mí es cada vez más frecuente.

Me resultó interesante que lo comentaran porque, por esas “casualidades” de la vida, la clase era sobre comunicación en crisis. Discutimos la diferencia entre el manejo de una controversia y una crisis. Cuándo y cómo una controversia se puede convertir en una crisis. También hablamos sobre el desarrollo e implementación de estrategias de comunicación en ambas situaciones.

Así que, aunque utilizamos otros ejemplos y estudiamos un caso, las cenizas fueron parte importante de la discusión de clase. Y es que esta situación no debe pasar desapercibida porque estamos hablando de la salud de los ciudadanos y de comunidades con pocos recursos.

Es interesante porque esta situación, que lleva varios años, ha pasado casi desapercibida para la mayoría de los puertorriqueños.

Arresto de María de Lourdes Santiago. Foto: CyberNews
Durante este tiempo, la cobertura de los medios fue algo esporádica. Yo sabía del asunto porque un amigo, que lleva tiempo participando en las manifestaciones, ponía información en las redes sociales.

domingo, 20 de noviembre de 2016

One Percent of Something…


Me enganchó desde que vi el cartel y los vídeos promocionales. Es más, tengo que confesar que fue desde que supe que la transmitirían. Y es que esperaba con ansias locas el drama coreano ‘One Percent of Something’, porque era el ‘remake’ de ‘One Percent of Anything’.

‘One Percent of Anything’ se transmitió hace 13 años y es de esos dramas que de mucho verlos se convierten en clásicos. Lo protagonizó Kang Dong-won, que me gusta su trabajo, y Kim Jung-won, que la verdad la encuentro regular. Su química con él: cuatro, en una escala del uno al diez. Así que todavía estoy tratando de descifrar por qué me gustó tanto.

El drama original se basó en la novela del mismo nombre. Su autor, Hyun Go-woon, fue el libretista para ambas versiones de televisión. La versión original tiene 26 episodios de alrededor de una hora. La nueva versión cuenta con 16 episodios de alrededor de 45 minutos para televisión y 32 episodios de menos de media hora para Internet.

La primera se transmitió por MBC, uno de los principales canales del país. La adaptación se transmitió por el canal de cable Dramax y la plataforma móvil ‘Oksusu’, subsidiarias de SK Telecom. Tuvo buena audiencia para un canal de cable; además de cinco millones de subscriptores a través de ‘Oksusu’.

La trama gira en torno a Kim Da-hyun (Dada para la familia), una maestra de escuela que ayuda a un anciano en el tren. Resulta que él es multimillonario y el CEO de un conglomerado, pero nunca se lo dice a ella. Ellos se hacen amigos.

Su nieto mayor, Lee Jae-in, es bastante insufrible, prepotente, de mal genio, reta mucho al abuelo y sólo ama el dinero. Se independizó de la familia y maneja su propio hotel. 

El abuelo entiende que necesita una sacudida y una mujer como Da-hyun para aterrizarlo. Cambia su testamento y le deja acciones y dinero a ella e incluye una cláusula indicando que cualquiera de los dos nietos que logre casarse con Da-hyun será el heredero de todo.

lunes, 14 de noviembre de 2016

Separación de Iglesia y Estado...


A una semana de las elecciones, tanto nuestras como las de los Estados Unidos de América, sigo rumiando algunas cosas. Y es que creo que hay que mirarlas de frente y analizarlas; no dejarlas pasar. Así que por eso me trepo.

Como observadora del proceso de comunicación y de la formación de la opinión pública, encuentro imperativo rumiarlas y analizarlas para saber por qué sucedieron, cómo queda parado el país, qué elementos y tendencias hay que seguir observando y qué cosas podrían pasar. 

Siempre he pensado, y así lo he dicho infinidad de veces, que las decisiones tienen que basarse en la ponderación y el análisis. Soy partidaria de que se ofrezca información y que se utilice la persuasión; no del uso de la propaganda, la intimidación, el miedo y la manipulación para lograr objetivos. 

Y manipular no es otra cosa que omitir, distorsionar, modificar, cambiar argumentos o dar sólo parte de la información o los datos para resaltar simplemente lo que conviene. Es dirigir el pensamiento de las personas hacia donde se quiere. A veces se manipula sin que la persona se percate de ello. 

Lo propio es dar toda la información para que cada quién, de acuerdo al análisis y a la evaluación de las diferentes posiciones, llegue a sus propias conclusiones. Que evaluando todos los puntos de vista, se escoja y se tomen las decisiones que mejor se entiendan. Es usar la razón sobre la emoción; es no seguir la fila india.

Este proceso eleccionario tuvo una particularidad; razón por la que hago esta entrada. Y fue, según mi apreciación, el uso de la religión para fines electorales. Y no nos engañemos, aunque esto siempre ha ocurrido en una u otra medida; en esta ocasión fue algo mucho más abierto y nada velado. 

En varias redes sociales vi mensajes grabados de líderes religiosos indicándole a sus feligreses por quiénes tenían que votar. Utilizaban pasajes de la Biblia para acompañar el mensaje. También vi listas con nombres y fotos de políticos a los que había que ‘sacar’ y otro tanto a quién tenían que apoyar. 

Y no estoy diciendo que sea bueno o malo. Simplemente que fue una de las estrategias utilizadas. Esto fue obvio durante el proceso eleccionario. Para mí, es algo que hay que seguir observando con detenimiento para ver cómo va evolucionando en nuestro panorama. 

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Como lo vi yo… estrategias de comunicación en la política


En Puerto Rico nunca se deja de hacer política. Algunos la llaman ‘el deporte nacional’. Desde que se ganan o se pierden unas elecciones, las maquinarias comienzan a funcionar; unos para atacar, otros para defender. Así que tenemos cuatro años de dimes y diretes, de toma y dame, de ‘frases’ que luego la gente repite porque sí y de candidatos que se empiezan a moldear desde temprano.

Pero esto no se desarrolla en el vacío. Esto está montado sobre una estrategia de comunicación que a veces es efectiva y otras no. De cómo se desarrolle y se implemente va a depender, en gran medida, el resultado de las elecciones. En esta trepadita trataré de hacer un análisis de lo que pasó en las campañas y las elecciones realizadas el día de ayer.

Primero que todo, vamos a poner en perspectiva lo que sucedió. En el caso de la candidatura a gobernador, de 2,867,557 electores inscritos, votaron 1,565,712; para una participación de un 55.10%. De esos, hubo 1,120,533 papeletas con voto íntegro; 407,026 por candidatura y 33,769 mixtas. Hubo 1,338 papeletas mal votadas; 2,386 papeletas no votadas; 3,766 papeletas en blanco, 1,578 por nominación directa y 623 protestadas o no adjudicadas.

Esto se tradujo en 649,569 votos para Ricardo Rosselló, con un 41.76% de los votos; 605,646 para David Bernier, con un 38.93% de los votos; 172,882 para Alexandra Lúgaro, con un 11.11%, 89,051 votos para Manuel Cidre, con un 5.72%; 33,173 para María de Lourdes, con un 2.13% de los votos y 5,336 para Rafael Bernabe, con un .34% de los votos. Para un total de 1,555,657 papeletas votadas.

Teniendo ya este cuadro, comencemos. Tengo que decir que para mí en las últimas décadas, en cuestiones de comunicación, el Partido Nuevo Progresista ha sido mucho más efectivo que los demás partidos. Y esto, más que todo, porque se mueven en bloque. Pueden tener diferencias, pero funcionan como uno y todos llevan el mismo mensaje.

Además, cuando atacan al oponente lo hacen de manera orquestada y estratégica. Y no estoy diciendo que esto es bueno o malo o que lo estoy avalando, simplemente que es algo que he percibido. El mensaje lo repiten y lo repiten hasta la saciedad y no suelen salirse de la línea.  

domingo, 6 de noviembre de 2016

La importancia de educarse


Traté de mantenerme al margen. Quería hacerlo. Al final, no pude. Así que aquí estoy, trepada en la sillita a sólo dos días de que se celebren en este país las elecciones generales. Momento crítico e importante el que estamos viviendo; por eso, esto.

Uno de nuestros grandes problemas como país es que nos falta educación. No sabemos lo que pasa en el mundo; mucho menos lo que pasa en nuestra isla. No conocemos nuestra historia. Tampoco nos cuestionamos el porqué de las cosas.

Siguiendo esa línea, muchos no tienen idea de cómo funcionan nuestros sistemas ni sus instituciones. Una gran mayoría no se ha leído nuestra Constitución. Tampoco conocen nuestro sistema electoral. Y si no conocen los nuestros, mucho menos los de los EEUU, aún cuando hay quien aspira a ser parte de esa nación.

La mayoría no sabe cómo están compuestos los cuerpos legislativos ni conocen sus funciones; tampoco quién es su representante o senador. Para mí siempre ha sido neurálgico, y se lo machaco a los estudiantes, que es tan o más importante saber escoger los legisladores que al mismo gobernador.

En el país la tradición es votar bajo una insignia. Cuando se vota así, se vota por lo bueno, pero también por lo otro. Siempre he pensado que la manera más inteligente de votar en por candidatos, no por partidos.

Y es que viendo cómo se ha ido desenvolviendo la cosa, no dejo de repetirme continuamente que lo que nos hace falta es mucha educación. Y aunque esta entrada es sobre cuestiones electorales, necesitamos educarnos en muchos otros aspectos más.