Por si las moscas...

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miércoles, 9 de noviembre de 2016

Como lo vi yo… estrategias de comunicación en la política


En Puerto Rico nunca se deja de hacer política. Algunos la llaman ‘el deporte nacional’. Desde que se ganan o se pierden unas elecciones, las maquinarias comienzan a funcionar; unos para atacar, otros para defender. Así que tenemos cuatro años de dimes y diretes, de toma y dame, de ‘frases’ que luego la gente repite porque sí y de candidatos que se empiezan a moldear desde temprano.

Pero esto no se desarrolla en el vacío. Esto está montado sobre una estrategia de comunicación que a veces es efectiva y otras no. De cómo se desarrolle y se implemente va a depender, en gran medida, el resultado de las elecciones. En esta trepadita trataré de hacer un análisis de lo que pasó en las campañas y las elecciones realizadas el día de ayer.

Primero que todo, vamos a poner en perspectiva lo que sucedió. En el caso de la candidatura a gobernador, de 2,867,557 electores inscritos, votaron 1,565,712; para una participación de un 55.10%. De esos, hubo 1,120,533 papeletas con voto íntegro; 407,026 por candidatura y 33,769 mixtas. Hubo 1,338 papeletas mal votadas; 2,386 papeletas no votadas; 3,766 papeletas en blanco, 1,578 por nominación directa y 623 protestadas o no adjudicadas.

Esto se tradujo en 649,569 votos para Ricardo Rosselló, con un 41.76% de los votos; 605,646 para David Bernier, con un 38.93% de los votos; 172,882 para Alexandra Lúgaro, con un 11.11%, 89,051 votos para Manuel Cidre, con un 5.72%; 33,173 para María de Lourdes, con un 2.13% de los votos y 5,336 para Rafael Bernabe, con un .34% de los votos. Para un total de 1,555,657 papeletas votadas.

Teniendo ya este cuadro, comencemos. Tengo que decir que para mí en las últimas décadas, en cuestiones de comunicación, el Partido Nuevo Progresista ha sido mucho más efectivo que los demás partidos. Y esto, más que todo, porque se mueven en bloque. Pueden tener diferencias, pero funcionan como uno y todos llevan el mismo mensaje.

Además, cuando atacan al oponente lo hacen de manera orquestada y estratégica. Y no estoy diciendo que esto es bueno o malo o que lo estoy avalando, simplemente que es algo que he percibido. El mensaje lo repiten y lo repiten hasta la saciedad y no suelen salirse de la línea.  


Hace par de años, cuando leí el primer artículo sobre Ricardo Rosselló y su carrera como científico en un periódico nacional, le dije a mis estudiantes, “Esto es una plataforma para crear su imagen y tirarlo como candidato. Ya verán”. Y no me equivoqué.

El ver, en ese mismo periódico, casi todas las semanas uno o varios artículos sobre él o alguna columna suya era indicativo de que algo se estaba cocinando. Así se fue creando en la mente del elector de su partido, una imagen de profesional exitoso para el factor reconocimiento; llevándolo más allá del apellido. Ahora, será el próximo gobernador.

Siempre pensé que en la primaria azul Thomas Rivera Schatz aspiraría a ser candidato a gobernador. Esto por la cantidad de votos que obtuvo en las elecciones anteriores, por el trabajo de campo que estaba realizando, por el liderato dentro del partido y por el bajo perfil que asumió en este cuatrienio. Lo veía como algo natural. ¿Qué pasó ahí? Todavía barajo varias teorías. 

Es harto sabido que el PNP es el que suele tener más dinero para campaña. Eso le da una ventaja frente a los otros candidatos porque, mientras unos hacen de tripas, corazones; ellos inundan los medios tanto tradicionales como sociales.

El que hubiese muchos candidatos a la gobernación, al único que benefició fue a Ricardo Rosselló. Hoy, en clase, desmenuzando el proceso electoral, una estudiante me dijo que mientras iba viendo los resultados, sólo se acordaba de lo que habíamos discutido en clase sobre el porqué él podría ganar. Al final, con esto tampoco me equivoqué.

Y es que el corazón del rollo del PNP es inamovible; son como un bloque. No importa qué o cómo, se mueven como uno. El llamado fue a votar íntegro debajo de la palma. Así que la casi totalidad del grupo no cruzaría líneas para votar por algún otro candidato. Para nada me extrañaría que los 649,569 votos que recibió Rosselló fueran íntegros. 

Mientras que los electores restantes se distribuyeron entre los otros cinco candidatos, de acuerdo a quien ellos entendieron era el mejor para dirigir los destinos de nuestro país. Algo neurálgico, mucho más cuando tenemos encima una junta de control fiscal. 

Desde un inicio, la candidatura de Ricardo Rosselló se veía sólida y con la posibilidad de ser el gobernador por un amplio margen; pero la ventaja que tenía se redujo considerablemente. ¿Qué pasó, entonces? Tengo varias teorías. Hay que decir que la mayor ventaja que tuvo el candidato es la base de su partido. Por mucho tiempo estuvo haciendo trabajo de campo entre sus correligionarios. Además, el apellido pesa. He allí el por qué ganó las primarias y ahora la gobernación. 

Ganar adeptos fuera de las filas del partido, es otra cosa. Eso, no lo tuvo fácil. Hasta podría decir que muchos de su partido pudieron cruzar líneas y votar por otros candidatos por entender que no estaba preparado para el cargo o no podría cumplir con lo que propuso.

Esto, por su inexperiencia en puestos de gobierno. Y no estoy diciendo que no pueda hacer el trabajo. El argumento de la juventud y los deseos de trabajar por el país, podría ser válido. A lo mejor en otro momento histórico esto pudo ser punta de lanza pero ahora, con la situación tan difícil y complicada que tenemos, pudiera resultar algo difícil. 

Fue positivo para él la proyección familiar. Las personas le dan mucho peso a esto. El mostrar que va al supermercado, que colabora con las tareas de la casa y con el cuido de la niña y que hace el desayuno, entre otras cosas, fue bueno para él. 

Como nota interesante, me llamó mucho la atención que los últimos días, aunque no había un plebiscito de estatus, se utilizó el tema en una campaña. Esto pudo haber sido porque la ventaja se estaba acortando, para avivar las huestes, hacer contrapeso y sacar al elector de su partido a votar. El partido usa el tema del estatus porque crea ilusión entre sus miembros.

¿Y qué con David Bernier? Si para Rosselló el partido fue su mejor aliado, para Bernier fue su peor enemigo. Siempre he pensado que en el PPD hay demasiados egos e individualismos, comparándolo con el PNP. Y no es que en el partido azul no los haya, sino que todo mundo rema para el mismo lado; les guste o no, estén de acuerdo o no y logran cerrar filas.

El ser parte del gobierno actual; que dicho sea de paso, no creo que todos los milagritos que le adjudican son suyos, fue una sombra que lo acompañó y que el partido contrario capitalizó muy bien. El hacer referencia a él como parte del ‘desastre’ caló hondo en muchos; sobre todo en los indecisos.

También el caso Anaudi lo persiguió. Aunque directamente no tuvo nada que ver, el otro partido lo relacionó y lo remachó con esto. Esto pudo haberse trabajado bien y desligarlo; pero con tantas cosas encima y con tan poco tiempo y ayuda, era difícil. Interesante el ‘timing’ de este caso. Para rumiarlo.

Los problemas con algunos candidatos no se hicieron esperar. Tuvo que retar a más de uno para que renunciara a su cargo o reevaluara ser parte de la papeleta. Ese pulseo pudo afectar la percepción que muchos tenían de él como líder. No podría controlar a los miembros del partido.

Una cosa que entiendo que se hizo fuera de tiempo, fue el cambio de los símbolos del partido. Presumo que la idea era cambiar, modernizar y romper con lo que representaba el partido para desligarse y verse como algo diferente, como una nueva opción. 

Pero eso se trabaja de una manera más ponderada, y no en época eleccionaria. Demasiadas cosas pasando para también digerir el cambio de símbolos. Y durante el día de las elecciones, en algunos lados se utilizada el antiguo y en otros el actualizado; esto, deja claro que el propósito no se cumplió. 

Pero también vi algo que fue muy bueno para Bernier y fue el incluir su familia; muy especialmente a su esposa Alexandra Fuentes. Ella tiene el don de gente. Es súper natural, simpática y tiene ángel. Nada me extrañaría que la incursión de ella en la campaña lograra que la diferencia entre él y el candidato del PNP no fuera tan grande, como ellos alegaban sería.

Además, el uso que ella le dio a las redes sociales fue súper bueno. De las esposas de los candidatos, fue la que dominó el espectro de manera positiva y con creces. La participación de sus niños, en muchas ocasiones bastante simpáticas, también ayudó a lograr ese aire de cercanía para muchos.

Del Partido Independentista Puertorriqueño tengo que decir que María de Lourdes era una excelente candidata; de hecho, siempre lo ha sido. Lo que sí es que el discurso debe ser menos agresivo, más enfocado en los beneficios de la independencia y no en el ataque directo a EE. UU. En estas elecciones se debió centrar en sus cualidades como líder para ‘enderezar’ a este país.

De por sí, muchos le tienen puesto un sello a los candidatos del PIP; injusto por cierto, y no los avalan porque creen, ignorancia crasa, que si gana el PIP al otro día llegará la independencia. Si con sólo ver cuántas veces ha ganado el PNP y no somos estado, tienen. Pero bueno, la propaganda y el miedo dominan el espectro político puertorriqueño.

El partido tiene mucho que ofrecer y mucho que hacer por Puerto Rico. Una reflexión profunda es necesaria, revisar su estructura, actualizarse y renfocarse es justo y necesario. Educar a los puertorriqueños sobre los beneficios de la independencia, debe ser prioridad. Estamos en una excelente coyuntura histórica para eso. Si con sólo mirar cuántos países son independientes, pues la cosa tan mala no es. Nuestro gran problema es el desconocimiento y la poca educación.

El PPT también tenía muy buenos candidatos, muy preparados y con muchísimo conocimiento. Me parece que el nombre del partido, para muchos, podría proyectarse como relacionado a uniones, a sistemas pasados. Aquí las personas se fijan más en la forma que en el contenido. A lo mejor sería bueno, unir fuerzas con otros.  

Pues me quedan los candidatos independientes. Y comenzaré con Alexandra Lúgaro. Como ella dominaba el espectro cibernético muchos la vieron, sobre todo algunos de mis estudiantes, dando la sorpresa y ganando la gobernación o llegando segunda. Desde siempre les dije que eso no sería así, y no me equivoqué. Y no estoy minimizando lo que logró. 

Lúgaro tiene carisma, habla muy bien, es una mujer preparada, inteligente y guapa. Hizo muy buen trabajo; pero el dominar las redes sociales no es indicativo de que ganaría la gobernación. Ahora mismo, lo cibernético es una pequeña parte del universo electoral. Era necesario estar más expuesta y en programas de televisión, radio, etc.; donde estaba la mayoría del electorado, que tiene mayor edad. 

Además, y esta es mi apreciación, la presentación de las propuestas debió estar más definida y estructurada. Esto, con el propósito de compararlas con las de los otros partidos. El que dijera que era atea, pudo restarle votos, pero también ganarle. Me da la impresión que fue algo pensado, un riesgo medido. Veremos que pasa ahora. Si logra mantenerse, hacer un partido, unirse a alguno o simplemente, salir del espectro electoral. El tiempo dirá. 

Manuel Cidre también era muy buen candidato. El no estar en un partido, a veces es cuesta arriba. El estar dentro de una maquinaria le facilita la mitad del trabajo. Escuché muchos comentarios sobre cómo trabajaría con un comisionado residente de otro partido, que sería complicado lidiar con una legislatura de otro partido y que se le iba hacer difícil conseguir gente para su gobierno; entre otras cosas. 

Hizo buen trabajo. En un principio se percibía medio agresivo en sus exposiciones. Los debates para él fueron buenos. Además de que supo aprovechar las oportunidades que tuvo, como la de que si sabía o no hacer pan. Ahora habrá que ver el rumbo que tomará y lo que hará. 

Y aunque es el último que menciono, es una de las grandes y maravillosas sorpresas de las elecciones; que José Vargas Vidot fuera el senador por acumulación más votado. Es una de las cosas que más he celebrado. Se necesitan personas como él en la legislatura; personas realmente comprometidas. No políticos que sólo buscan puestos y comodidades. 

Su campaña, no campaña, pasó desapercibida para muchos; otros ni lo consideraban. Él demostró que no es politiquear, sino estar realmente comprometido, tener una trayectoria probada y haber hecho una gran aportación social. Eso, lo reconoció el pueblo. Y me quito el sombrero ante él. Sólo confío y espero que haga un excelente trabajo en el Senado.

Muchas cosas se quedaron en el tintero, pero ya esto está muy largo. Mucho que reflexionar para todos; no importa si ganaron o perdieron. Los números así lo indican. Cada quién ahora debe hacer su evaluación y valoración. Ver en qué pueden mejorar y qué cambiar.

Y algo muy importante, nosotros los electores tenemos que aprender a discernir entre propaganda y comunicación, entre persuasión y manipulación; porque de eso también hubo. Debemos analizar, no seguir la fila india. Hay que aprender a desarrollar el pensamiento crítico y mirar las cosas sin los crisoles partidistas.

Siempre he respetado lo que cada uno piensa y defiende; pero como le digo a los estudiantes, siempre y cuando usted piense así porque fue su conclusión luego de un análisis; porque es su convicción. No porque nadie le dijo cómo tenía que pensar o qué hacer; como pasa mucho en nuestro país.

Rompamos con esto. Aprendamos a tomar nuestras propias decisiones, a escoger, a juzgar las cosas por su valor y no por lo que dicen otros. Empecemos a mirar a los candidatos, no a las maquinarias. Todos los partidos tienen gente buena, pero también hay muchos de los otros, que por estar dentro de la maquinaria salen beneficiados. Muchos ejemplos de esos tenemos.

Aprendamos a mirar la política sin el crisol de la politiquería. A ser críticos, a cuestionar, a no aceptar o a creernos todo lo que nos dicen. A tomar nuestras propias decisiones en cuanto a quiénes son los que deben administrar nuestros recursos y dirigir nuestros destinos. Sólo así creceremos, sólo así lograremos un sistema más justo y balanceado. Este país lo necesita. Nosotros, nos lo merecemos.  



* La ilustración fue sacada de Internet con el único propósito de acompañar este escrito.

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