Por si las moscas...

Los comentarios vertidos en estos escritos son de mi total responsabilidad. Comparto lo que pienso y siento, simplemente para que se pueda apreciar otro punto de vista sobre la cosas. Pueden o no estar de acuerdo con lo que expongo; conmigo no hay ningún problema porque cada quien tiene el derecho a pensar lo que mejor entienda. Los comentarios son bienvenidos. Espero que si alguien difiere, lo haga con respeto; no escribiendo chabacanerías o insultando. Este no es el lugar para eso. ;-)

martes, 16 de julio de 2019

Relaciones públicas no es, es propaganda




Si hay algo con lo que lucho casi a diario en el salón de clases, y ahí tengo como testigos a los que han sido mis estudiantes, es con el mal uso de los conceptos. Y es que si queremos comunicar de una forma clara tenemos que usarlos correctamente.

En este país, algunos conceptos y términos se han cargado o demonizado. Podríamos mencionar como ejemplo: ‘patria’, ‘patriota’, ‘república’, ‘nación’, ‘nacionalista’, entre otras. Pero pareciera que recientemente se ha unido a esa lista el término ‘relaciones públicas’.

Durante el día de hoy los dirigentes de un partido político realizaron una conferencia de prensa y en ella se mencionó, según se publica en la prensa, que el mensaje que ofreció el gobernador era “un libreto para tratar de manejar su crisis a través de las relaciones públicas”.

Pero eso solo fue el comienzo. Mientras empezaba a redactar esta entrada, escuché a una analista política utilizar el concepto en el mismo tono para describir las acciones del gobierno.

Se está utilizando el término ‘relaciones públicas’ como si fuera algo malo, negativo, o fuera para manipular y engañar. Y estos dos ejemplos son solo de hoy, pero en estos últimos días lo he estado escuchando y leyendo repetidamente.

Así que decidí treparme en la sillita para volver a explicar, aunque ya lo he hecho como tropecientas veces, que eso que está haciendo el gobierno NO es relaciones públicas; que eso es propaganda y que ambas son cosas completamente diferentes. 

Voy a explicar primero la propaganda, para ver si se puede visualizar mejor y que se vea más claro que eso es lo que se está haciendo. La propaganda es un discurso de poder que busca ‘vender’ un sistema de creencias ideológicas o políticas.

La propaganda sólo busca llevar la información que le conviene al que la utiliza. Es decir lo que la gente desea escuchar. Es disfrazar las cosas de manera que el pueblo lo acepte, aunque después se haga otra cosa. Es pintarlo bonito para que la gente lo apoye.

Es utilizar todos los recursos disponibles para ganar adeptos y todas las estrategias posibles, para lograr vencer o dominar. Es jugar con las palabras y los conceptos. Es mostrarse como el gran defensor del pueblo y justificar lo que se hace. Es decir lo que se tiene que hacer y cómo; entre muchas cosas más. ¿Les suena a algo conocido?

Por otro lado, las relaciones públicas “es un proceso de comunicación estratégica que construye relaciones mutuamente beneficiosas entre las organizaciones y sus públicos”.

Las relaciones públicas y la propaganda tienen funciones diferentes. Las relaciones públicas buscan establecer líneas de comunicación entre la organización y sus diferentes públicos para buscar el entendimiento. La propaganda, busca promover doctrinas, ideologías y conceptos, entre otros, para atraer adeptos a sus causas respondiendo sólo a sus intereses y objetivos.

Las relaciones públicas trabajan con comunicación bilateral; es intercambio de información, retroalimentación y consenso. La propaganda va en una sola vía; es promover ideas, creencias o dogmas ideológicos o políticos. Es influenciar sin buscar o analizar, es sólo aceptar.

La diferencia es clara. Si lo analizamos bien y miramos las cosas detenidamente, nos daremos cuenta que lo que ha estado haciendo este gobierno desde que subió al poder, es propaganda.

Así que vamos a empezar a utilizar los conceptos correctamente y a llamar las cosas por su nombre. Que no se usen los conceptos como iguales, porque no lo son. Que se le llame propaganda a lo que es propaganda y relaciones públicas a lo que realmente es. Porque lo que se está haciendo no es relaciones públicas, es propaganda.



martes, 2 de julio de 2019

Hua Jai Sila, un lakorn como pocos



Entre las ‘novelas’ de este país y las otras, prefiero las tailandesas. Así que esta entrada va dedicada a un lakorn que me dejó enamorada. Hua Jai Sila resultó ser uno de esos ‘remakes’ que se lleva de frente, por mucho, la versión que le antecedió.

Terminó hace casi un mes, y me gustó sin entender un divino de lo que hablaban, pero recién vi los últimos tres episodios subtitulados al inglés. Y puede decir que me encantó. Es de los mejores finales que he visto en lakorn.

Desde el primer ‘trailer’ me capturó, al punto que veía las escenas que ponía el canal en YT el día que la transmitía, al otro día veía el episodio completo en ‘Raw’ y después lo volvía a ver cuando lo subtitulaban al inglés. Así de juqueá estaba.  

Y como siempre digo, un drama podrá tener la historia más brutal, pero si la pareja protagónica no transmite, no hay manera. Pues resulta que la hermosa parejita tiene una de las mejores químicas que he visto en mucho tiempo. ¡Son excelentes!.

Son pocas las parejas que transmiten lo que Tor Thanapob Leeratanakajorn y Ferny Nopjira Lerkkajornnamkul transmitieron. Desde la primera escena que los vi juntos, sabía que el lakorn resultaría siendo un éxito.

Tor y Ferny son muy buenos actores y las caracterizaciones de sus personajes fueron impecables. Es que no tenían que hablar. Tenían una conexión tal que con sólo gestos y reacciones uno con el otro lo decían todo. 

La química entre ambos, por los cielos. Cuando estaban juntos sacaba chispas. Y en las escenas románticas, mucho más. Se veían súper naturales y cómodos. Esa pareja me encanta. Sólo espero volverlos a ver en otro drama.

Habían anunciado que serían 28 episodios, pero terminaron siendo 27 de hora y media. El lakorn se transmitió lunes y martes, del 4 de marzo al 10 de junio, por la cadena One31 HD.

Tiene de todo, mucho drama y venganza, pero muchísimo más romance. Y de esto último hubo en vanes en los últimos episodios. En muchos de los dramas, la pareja está luchando hasta cinco minutos antes de que se termine y hacen un matarile y tan, tan todos felices. Y dejan a una con el WHAT?

En esta ocasión no, hubo tiempo para mostrar diferentes situaciones, la boda y luego el embarazo. Que me encantó que fuera Sila el que sintiera los síntomas del embarazo de Min.

Desde el inicio fue buena y el final, mucho mejor. Hay veces que uno espera un final brutal y termina diciendo, pues… Pero en este lakorn no fue así. Estuvo genial.

Al punto que cuando vi el ‘The End’, acabé con una sonrisa en los labios y dije: ¡Me encantó, me encantó, me encantó! Es de los poquitísimos dramas que deja a uno satisfecho de verdad.

Aquí la historia. Tor, personifica a Tor/Sila y Ferny a Mingta (Min). Tor y Min eran vecinos. Ambos eran hijos fuera de matrimonio y vivían con sus padres ricos y sus respectivas madrastras.

Se pasaban casi todo el tiempo juntos porque Sawit, el hermano de Tor, y Mingkwan (Kwan), la hermana de Min, los odiaban, los agredían, los despreciaban e insultaban todo el tiempo. La madrastra de Tor, Sitha, era el demonio en persona. Mató a la mamá de Tor y trató de matarlo a él.

Sila (Tor) es un hombre con muchísimo dinero y quiere vengar de Sitha, Sawit y Kwan. Mam, la tía de Tor es la amante de Pira, el cuñado de Sitha y quien es su benefactor. Él ama a Mam pero no deja a su esposa por evitarle problemas a Mam. 

Esto, complica más la cosa porque más adelante, cuando al esposa se entera que su esposo tiene otra, le hace la vida cuadritos a Mam y hasta la mandan a golpear. Todo, bajo el amparo y la dirección de la bruja de Sitha.

Sawit, aparte de mujeriego, es un maltratante de mujeres. Una de las chicas que trabaja en el bar de Sila queda embarazada de él. Le va a reclamar porque está con otra y él la golpea. Ella pierde el bebé y después su madre, que lo saca siempre de los problemas, la hostiga en el hospital y hace que ella acabe suicidándose.

En ese proceso de estar llevando la chica al hospital, Tor se encuentra con Min que está llevando a su papá que se había herido la cabeza.  Chocan de la primera y la cosa no pinta bien. Pero ella le dice que se le parece a alguien y por comportamientos de él y porque ve el anillo de su madre que él lleva en una cadena, lo llama Tor.  Él se sorprende cuando sabe que es Min.

Luego empieza a rondar la casa de ella y de su madrastra. Decide vengarse y empieza su plan. Su tía Mam no quiere, pero no puede detenerlo porque está decidido.

Min trata de todas las maneras posibles de que él acepte que es Tor, pero él la trata mal para que ella lo deje. Kwan estuvo estudiando fuera y regresa a Tailandia. Sila hace todo lo posible con acercarse a ella para enamorarla y poder vengarse. Min trata de impedirlo.

Kwan, por el dinero, el poder y por lo guapísimo que es, termina interesada en Sila. Él la corteja. Como Min trata de evitar que estén juntos, Kwan la trata aún peor de lo que siempre hizo y hasta la golpea. Todo el tiempo Tor está, tras bastidores, tratando de proteger a Min.

Llega un momento que Min se cansa de los desplantes de él y del maltrato de su hermana y dice que Tor está muerto y que lo odia a él, a Sila. Él se sorprende y se da cuenta que fue demasiado lejos con Min.

Entonces trata de acercarse a Min de todas las maneras posibles. Ella lo ignora. Él la llama, la persigue y la acorrala en el estacionamiento del centro comercial. Allí él le pregunta si está enamorada de Tor y ella no contesta. Él le dice que espere un poco.

Ella grita y llegan unos policías y lo arrestan. Acaban dejándolo en libertad porque ella no quiso presentar cargos. Él se dio cuenta que ella seguía enamorada de él, como él siempre lo estuvo de ella. 

Entonces él usa todos los trucos posibles para acercarse a ella. Como Min es arquitecta, él contrata la compañía de ella para que hagan unos arreglos en uno de los hoteles de él.

Cuando ella llega y se da cuenta que es de Sila dice que no hará el trabajo. Quiere irse, pero él trata de retenerla de todas las maneras posibles. Kwan llega al hotel y los ve. Se lleva Min a un muelle, discuten y la arroja al mar. Sila la salva.

Kwan trata de congraciarse con Sila, pero él está pendiente de Min. Kwan llega al cuarto de él y trata de besarlo y de intimar con él, pero Tor la deja y se va a otro cuarto; pero antes, pasa la noche cuidando a Min. 

Min va por la mañana al cuarto de Sila porque entre sueños escuchó que él le confesó que era Tor pero se encuentra a Kwan, quién el hace creer que estuvieron juntos.

Min, desilucionada, se regresa a la capital y Tor la sigue. Cuando Kwan pregunta en el hotel, le indican que él se fue. No puede aguantar el coraje y también regresa.

Busca a Sila, lo reta y le cuestiona si está interesado en su hermana. Él, que sabe lo que podría pasar a Min le dice que no. Ella empieza a hostigarlo y terminan teniendo relaciones. 

Al otro día, Sila la rechaza, le dice que es Tor y que se estaba vengando de ella. Le enseña la cicatriz que tiene en el pecho. Kwan no puede creerlo, grita y lo golpea; pero él se ríe de ella y se va.

Sawit está endeudado en el casino de Sila. Y le pasan los pagarés. Está desesperado. Sila les quita todo. Pero Sitha, que quiere matar a Sila, hace volar el club nocturno. Sila está gravemente herido.

Min, que ya Mam sabía que Tor estaba enamorado de ella, le dice que vaya a la casa de ella a remodelarla. Ella entiende el mensaje y va con Tor. Mientras ella está cuidando a Tor, Mam y Sitha se enfrentan y Sitha la mata.

Mam había grabado la conversación y envió el audio. Min se queda con Tor y lo cuida. El esposo de Sitha, que es el papá de Tor, descubrió que Sila era Tor y denunció a Sitha.

Tor, ya más recuperado, toma las pruebas y consigue otras para que no suelten a Sitha. Kwan se entera que Tor está vivo. Le reclama a Min y cuando la tiene agarrada por el cuello, llega Tor a defender a Min.

Discuten y cuando Tor y Min se van a ir, Kwan no la deja irse. El papá de ambas intercede y le dice que el papá de Sila pidió a Min en matrimonio y él aceptó. Min se va con Sila y Kwan, del coraje, va a la cárcel y le cuenta a Sitha que Sila es Tor.

Sitha, logra salir de la cárcel y busca matar a Tor y a su esposo, al que deja en estado comatoso. Con la ayuda de Kwan logran tomar a Min de rehén para que Tor apareciera ante ella. Pero Tor se lleva a Sawit y trata de intercambiarlos.

En el intercambio de golpes, persecuciones y disparos, Sitha sin querer mata a su hijo Sawit y se enfurece más. Tor hiere a Sitha, pero ella mal hiere a Min y se escapa. De hecho, tiene una gran dosis de violencia, pero lo bueno compensa.

A Min la operan y supera la crisis. A partir de ahí mostraron cómo se fue desarrollando la relación entre ellos dos, la boda y luego el embarazo. Todo muy bien presentado. El final estuvo muy bien.

Como ya dijera antes me encanta esa pareja. Así que no pierdo las esperanzas de volverlos a ver muy pronto protagonizando juntos. En lo que eso pasa, pues no me quedará de otra que volver a ver este excelente lakorn. Recomendado con los ojos cerrados.

Y prefiero esta novela tailandesa a la que estamos viviendo estos días en Puerto Rico. Por lo menos en 'Hua Jai Sila' hubo un final feliz. En la de aquí, no sé cómo terminará.



lunes, 1 de julio de 2019

UPR, baluarte de nuestra cultura puertorriqueña


El Velorio, Francisco Oller


Estudié en una institución universitaria privada por elección. La historia la he contado en varias ocasiones. Sin embargo, reconozco -no tengo porqué no hacerlo- lo invaluable que es la UPR como primer centro docente y cultural del país.

Y no estoy hablando solamente del académico; sino de su sólida trayectoria por mantener nuestra cultura e idiosincrasia, aún cuando hay quiénes, con algunos complejos y problemas de autoestima, quieran destruir su patrimonio buscando borrar lo que somos. Puertorriqueños somos; la UPR también.

Estoy en el listado de correo electrónico del Museo de Historia, Antropología y Arte (Museo UPRRP). Así que cuando hace par de semanas recibí una promoción de una serie de talleres para mayores de 55 -No digan nada-, me interesó.

Pues manejándome en el sistema de Sagrado, no me apuré porque acá lo hago todo por Internet y hasta he tomado talleres y cursos en línea. Cuando me enteré que tenía que hacer la matrícula personalmente en el museo, allí fui a parar.

Pero, cuando llegué, recién habían cubierto el último espacio del primer ciclo que era un taller sobre escritura creativa que me interesaba mucho. ¡Yo quería! Ya no podía hacer nada pero como estaba ahí, decidí quedarme en el museo, aunque era cerca de la hora de cierre.


Me fui a la sala donde está la exhibición de obras de Francisco Oller. Estuve un buen rato embelesada observando ‘El Velorio’. ¡Qué maravillosa obra! Además de los famosos paisajes, estuve embelesada con los retratos de Ramón Baldorioty de Castro y Eugenio María de Hostos.

El de Baldorioty de Castro con una cita suya: “…yo odio el sistema colonial porque ese sistema es la muerte del espíritu, es la degradación del hombre por el hombre”. Ponce 1871. Hostos, inspirador.

El verlos, fue ponerme a pensar en el gran amor que le tuvieron a Puerto Rico. Su lucha por la libertad y el deseo de tener un mejor país. Amar la patria fue su ruta no sólo con la palabra, sino con la obra.

Salí de allí más que satisfecha y convencida de que nuestros próceres dieron los pasos correctos. ¡Qué mucho tienen que aprender los políticos de hoy!

Entonces fui a ver el enterramiento indígena que está justamente frente a la oficina del museo. Fue un descubrimiento de don Ricardo Alegría, en el 1947, en la finca La Monserrate, donde está hoy el balneario de Luquillo.

Se encontraron en un montículo funerario, o promontorio, que albergaba múltiples enterramientos. Hay tres osamentas; un hombre una mujer y un niño y junto a ellas restos de caracoles, jueyes y aves, vasijas y platos de arcilla, hachas y bolas de piedras, entre otras cosas.

Allí mismo, al lado, hay una serie de artefactos funerarios egipcios, muchos de ellos donados por la Universidad de Harvard.

Hay un sarcófago con la explicación de todo el proceso funerario. También hay tres momias. Una humana sin vendas, otra humana con vendas y una de un gato, con vendas. 

Se pueden observar también cuatro vasos cánopes, de entre el 1567 al 1320 a. C., encontrados en Saqqara, Egipto. Allí se guardaban las vísceras para luego proceder con el proceso de momificación de los cuerpos.

También hay expuestos varios amuletos, dos de escarabajos y uno de gato, dos estelas funerarias, una copia en yeso y otra original. Hay dos ‘Ushabti’; que son pequeñas estatuas funerarias que se depositaban en la tumba del difunto.

Más adelante hay un petroglifo taíno, del 1100 al 1500 d. C.. Este petroglifo es frecuente en bateyes o plazas ceremoniales, cuevas, amuletos, máscaras, etc. A su lado, la representación de un manatí.

Cerca, también hay una prensa manual que data entre el 1822 y el 1835. En ella se comenzó a publicación de Puerto Rico Ilustrado en el 1910 y las primeras tiradas del periódico El Mundo en el 1919. Hasta 1984 estuvo en exhibición en la redacción de El Mundo.

También hay una tarja conmemorando centenario de la bandera puertorriqueña (1895-1995) que lee:
Adoptada por la Sección Puerto Rico del Partido Revolucionario Cubano el 22 de diciembre de 1895, Salón principal ‘Chimney Corner Hall’, Casa 57 Oeste, Calle 25 esquina Sexta Avenida, N.Y. Juan de M. Terreforte presentó la nueva bandera similar a la cubana, con los colores invertidos: franjas blancas y triángulo azul en vez de rojo, con la misma estrella blanca solitaria en el centro. Fue acogida como estandarte de nuestro movimiento patriótico de liberación.

Esto es sólo una minúscula parte del caudal que tiene el museo.

El Museo de Historia, Antropología y Arte de la Universidad del Puerto Rico, Recinto de Río Piedras fue creado, por ley, en el 1951 para ‘reunir, mantener y conservar, con el propósito de divulgación cultural, todo aquello que constituya parte de nuestro tesoro histórico, antropológico y artístico. ¡Y bien que sí!

Tiene colecciones de historia, filatelia y numismática, arqueología indígena, arqueología histórica, pintura, dibujo y escultura, grabado, arte popular y una colección egipcia. Además de las exhibiciones temporeras que se realizan a través del año.

Una de las colecciones, la de historia, cuenta con documentos de próceres de la talla de Segundo Ruiz Belvis, José Julián Acosta, Alejandro Tapia y Rivera, Luis Muñoz Rivera, José de Diego, Ramón Emeterio Betances y, muchísimas más, de Eugenio María de Hostos.

El museo cuenta con biblioteca de referencia, centro de documentación de arte puertorriqueño y una videoteca. Se realizan visitas guiadas de domingo a viernes. Hay que hacer reservación.

El horario es de 9:00 a. m. a 4:30 p. m., los lunes, martes, jueves y viernes; de 9:00 a. m. a 8:30 p. m. los miércoles y de 11:30 a. m. a 4:30 p. m., los domingos. Está cerrado los sábados, días feriados y cuando hay receso administrativo en la UPRRP.

Ya saliendo del museo pensé que no hay casualidades. Tuve que llegar a la UPR y como ya estaba allí, pues decidí quedarme a echarle un ‘vistazo’ al museo. Salí más que clara de lo que soy.



Eso sí, quiero volver con mucho más tiempo para disfrutarme toda la riqueza cultural que ofrece. Y naturalmente que regresaré al área visitada porque todavía tengo mucho que observar y aprender. Es lo menos que puede hacer una arqueóloga frustrada como yo. Je, je

Confieso que hace mucho que no visitaba el museo. El redescubrirlo fue darme cuenta del inigualable caudal cultural que posee y de su valor para nuestra patria puertorriqueña. Y entonces me puse a pensar en el papel que juega la UPR.

La UPR es baluarte y pieza fundamental en la conservación de nuestra cultura puertorriqueña. Es símbolo de resistencia. Es autenticidad y verdad. Es punta de lanza de nuestra idiosincrasia. He ahí por qué el ensañamiento con ella. Por qué querer minarla.

No podemos permitir que destruyan nuestro patrimonio. No podemos permitir que lo lleven a menos con el único propósito de socavar nuestra autenticidad puertorriqueña.

Si queremos defender nuestra cultura, tenemos que apoyar la UPR y proyectos como el del Museo de Historia, Antropología y Arte en Río Piedras. Así es que se hace patria. Porque un pueblo sin cultura, es uno sin identidad y se reduce a nada.