Por si las moscas...

Los comentarios vertidos en estos escritos son de mi total responsabilidad. Comparto lo que pienso y siento, simplemente para que se pueda apreciar otro punto de vista sobre la cosas. Pueden o no estar de acuerdo con lo que expongo; conmigo no hay ningún problema porque cada quien tiene el derecho a pensar lo que mejor entienda. Los comentarios son bienvenidos. Espero que si alguien difiere, lo haga con respeto; no escribiendo chabacanerías o insultando. Este no es el lugar para eso. ;-)

sábado, 28 de octubre de 2017

Nos vamos cansando


Los nuestros... La foto es de Miguel Dejesús y fue publicada en metro.pr

Esta trepadita es un desahogo; un gran desahogo. Necesito botar el golpe. Y sé que muchos se sienten como yo. Confío que luego de sacármelo del sistema pueda volver a rebobinar y meterle el pecho a lo que sea. Así que, más que una queja, es una reflexión del cuadro que tenemos a más de un mes del paso del huracán María por Puerto Rico.

Estoy segura que no esperábamos que María dejara la isla tan malherida; que destruyera tanto y que dejara tantas personas sin hogar. Que haya dejado tanta desolación a su paso y que nos diera el sacudión de la vida para que entendiéramos de una buena vez -algunos ya lo teníamos claro- que no somos el país que muchos fantaseaban o creían, era.

La realidad nos ha dado la bofetada de la vida. Se ha dejado al descubierto que somos un país pobre, con servicios deficientes -en su gran mayoría porque no están actualizados y están faltos de mantenimiento-, con una pésima planificación, una gran burocracia y, sobre todo, arropados por la maldita politiquería, el amiguismo y la corrupción.

domingo, 1 de octubre de 2017

A los puertorriqueños que viven fuera*


Así somos...* 
Edito y corrijo: Cambié el título de "La diáspora puertorriqueña" por "A los puertorriqueños que viven fuera". Es que revisando la definición de 'diáspora' me di cuenta que no aplica. La diáspora es, según la RAE, la 'dispersión de grupos humanos que abandonan su lugar de origen'. Y eso aquí  no aplica porque aunque están fuera, no la han abandonado. Como bien dice una amiga, son puertorriqueños que cambiaron de código postal.



Esta mini trepadita la hago porque quiero, porque me nace, porque sí y porque siento que es una obligación. Me parece que es importantísimo reconocer y agradecer. Si Puerto Rico está comenzando a levantarse del catastrófico embate del huracán María es, en gran medida, gracias a los puertorriqueños que viven fuera.

Para mí, y creo que lo he dejado claro en muchísimas ocasiones, tan puertorriqueño es el que vive en la isla como el que está fuera. Es que el ser y sentirse puertorriqueño nada tiene que ver con ubicación geográfica; tampoco se quita o se pone como una camisa, sino que es sentimiento, esencia, entraña, corazón.

Desde antes de la llegada del huracán, y cuando se sabía que el golpe sería inminente, ya había grupos de puertorriqueños comenzado a organizarse en sus diferentes comunidades, ciudades o países para ayudar en la reconstrucción del país. Varios mensajes vi en los medios sociales sobre esto.