Por si las moscas...

Los comentarios vertidos en estos escritos son de mi total responsabilidad. Comparto lo que pienso y siento, simplemente para que se pueda apreciar otro punto de vista sobre la cosas. Pueden o no estar de acuerdo con lo que expongo; conmigo no hay ningún problema porque cada quien tiene el derecho a pensar lo que mejor entienda. Los comentarios son bienvenidos. Espero que si alguien difiere, lo haga con respeto; no escribiendo chabacanerías o insultando. Este no es el lugar para eso. ;-)

lunes, 18 de junio de 2018

Oh My General



Sigo pegada a los dramas chinos. Los prefiero sobre el macondino, dantesco y kafkiano ambiente con un ligero toque de tragicomedia griega que vivimos en el país.

Y no es que me desentienda de lo que pasa en mi hermosa patria; es que al ver tanto desacierto me lo tomo muy a pecho y si sigo así, moriré loca. Y como si fuera poco, lo que pasa en el norte completa el cuadro.

‘Oh, My General’ está basado en la novela “General Above I am Below” de la autora china, Ju Hua San Li. Es un webdrama de 60 episodios de 45 minutos que se transmitió por Youku desde el 25 de octubre. Al ser un webdrama, tenía diferentes días de entrega, dependiendo la subscripción. Terminó en diciembre de 2017.

Está clasificado bajo las categorías de comedia, histórica, romance y drama. Sus actores principales son Ma Si Chun (Ye Zhao), que la vi en ‘Love me if you dare’ y Sheng Yi Lun (Zhao Yujin) , que lo vi en ‘Pretty Li Hui Zhen’.

Ye Zhao pertenece a una familia de altos oficiales militares que por décadas le habían servido a la dinastía Song. Ella, desde pequeña, se vistió como niño y aprendió el arte de la guerra.

En batalla, antes de morir su padre, le pasó el mando del ejército de la familia Ye. Luego de ocho años y de grandes victorias que la consagraron y la hicieron famosa, va a regresar a Song.

La emperatriz ‘Dowager’ (podríamos decir que es como la emperatriz ‘madre’), está preocupada porque el general Ye Zhao está acumulando mucho poder. Está pensando en alguna manera de neutralizarlo.

Como está enferma, la emperatriz le pasa el mando a su hijo Zhao Zhen, tío del protagonista y que después resulta que no es su hijo natural, sino de una consorte.

Como la guerra se acabó y Ye Zhao va regresar a Dongjing, la capital de Song, le escribe al emperador confesándole que es una mujer. La corte pide la muerte para ella; pero el emperador se niega.

Le cuenta a la emperatriz Dowager lo ocurrido y ella le dice que la mejor manera para neutralizarla y tenerla ‘de su lado’, es casándola con el príncipe Zhao Yujin.

Yujin es sobrino del emperador y uno de los preferidos de la emperatriz. Desde pequeño era enfermizo y su madre siempre lo mantuvo resguardado en palacio. Ella lo sobreprotegió y lo consintió en todo. Así que es bien infantil, testarudo y siempre se quiere salir con la suya.

Es un hombre bello, pero algo débil y voluntarioso. Aparentemente es un bueno para nada que se pasa de fiesta en fiesta con sus amigos y le gusta apostar. No se toma la vida en serio. Todo mundo dice que es un parásito. No tiene responsabilidades, ni nada, y su vida es fácil.

Pero por otro lado, está muy bien educado, tiene mucha cultura, conoce de arte y de muchas otras cosas. Tiene muy buena memoria y es muy listo. Sabe coser y es un amante de la belleza femenina. Tiene tres concubinas.

La emperatriz envió un edicto sobre el matrimonio a casa del príncipe. A su madre le iba a dar un ataque. Sus amigos le informaron a Yujin sobre el edicto y uno de ellos le dijo que el general Ye era una mujer; pero que había liderado el ejército por ocho años y que era como un hombre.

Ye Zhao regresa a Dongjing y el emperador la recibe. Leen el edicto donde le otorgan los títulos de gran mariscal y de ministro y le informan de su matrimonio con el príncipe Zhao Yujin. Ella se sorprende.

El emperador le dice que es mujer y que algún día se tiene que casar. Que ese matrimonio fue especialmente decidido por la emperatriz Dowager. Ella lo acepta.

El emperador, conociendo a Yujin, manda a que lo vigilen para que no se escape. Él pide a su sirviente que vaya donde sus amigos para que lo ayuden a escapar. Mientras, las subalternas de Zhao le están contando la mala fama que tiene Yujin. Ella les pregunta si es guapo y al decirle que sí, se ríe complacida.

La cuñada de Zhao trata de que entienda lo que significa la boda. La hace vestirse y arreglarse como mujer. La trata de enseñar a caminar, a arreglar flores y mil otras cosas para que sea una buena esposa y nuera.

El día de la boda, Yujin trata de escaparse pero las subalternas de Zhao se lo impiden. Se casan, pero él no quiere nada con ella. No se llevan, y ella para irlo ganando le da un acuerdo de divorcio para tres años.

Ahí el baja las defensas y se van acercando. Ella tiene muchísimos problemas con su suegra. Las concubinas admiran a Zhao. Ella dividió las tareas y las complace con ropa y joyas y Yujin se pone celoso porque no le hacen caso.

Para ayudar a uno de los dueños de negocios donde él iba a comer y beber, que de la casa de apuestas timaron a su hijo, se va a la casa de apuestas y juega. Logra ganar y termina quitándole todo el dinero y hasta promesas de pago.

Yujin le lleva parte del dinero a su tío para el tesoro de palacio. Tras el regaño, porque no pudo hacerle nada porque apostar era legal, el emperador termina obligando a Yujin a aceptar un trabajo como

Ella lo anima y lo apoya en todo. Él se va dando cuenta que es la única persona que lo hace. Así que se va interesando en ella. Ambos van cediendo. Ella siempre estuvo enamorada de él desde la primera vez que lo vio cuando eran pequeños; así que no le fue difícil hacerlo.

En Song reciben la visita del príncipe Yinuo de Xia del Oeste. Zhao es la única persona que lo había vencido. Ahora que sabe que es mujer, dice que él es el único que puede domarla y ser su esposo.

Yinuo se entera que Zhao está casada con el príncipe y trata, en todo momento, de hacerlo quedar mal. Yujin se pone celoso, pero Zhao siempre le da su lugar. Terminan consumando el matrimonio.

Cuando las cosas comienzan a caminar bien, llega la prima de Zhao. Siempre pensó que era hombre y su sueño desde niña era casarse con él. Así que trata de separarlos de todas las maneras posibles.

No lo logra y se va; pero termina en Xia y comprometida con el príncipe heredero Hardun. Termina ayudando a parte del ejército de Ye que estaba como espía en Xia.

Zhao y Yujin comienzan a tener vida matrimonial. Se están cocinando varias conspiraciones en palacio y el hermano del emperador quiere el trono; así que se hace aliado del reino de Xia del Oeste.

Para sacar de carrera a Zhao, utilizaron a una de las concubinas que estaba celosa. Ella, pensando que le daba algo para que no quedara embarazada, la estaba envenenando. Los involucrados instigan para que el emperador destituya a Zhao para que se recupere y pueda concebir el heredero. Así que le retiran el cargo de general.

Cuando el ataque es inminente, el emperador vuelve a restituirle el cargo a Zhao y se va al frente de guerra. Una vez allí, se entera que está embarazada. Se lo notifica al emperador para que decida si tiene a su hijo o no.

Él se lo cuenta a su sobrino, quien va al frente de guerra. La cuida, la apoya, la protege. Viste el uniforme y se adiestra para la batalla contra el reino de Xia del Oeste. Luchan juntos y logran vencerlos. Yujin termina a cargo del tesoro del reino.

La historia se la está contando Yujin a sus nietos; quienes le dicen que su abuelo Fox, le dijo que Zhao era la fuerte y la que tenía el control. Él les dice que no es cierto. Le dicen que si él dice que la luna es cuadrada ella dirá que sí. Ella llega y les dice que lo que dice su abuelo es verdad. Los niños se van y ellos se quedan sentados hablando.

Tengo que decir que el drama, aunque en algunos episodios casi no salía la pareja protagónica, se mantuvo interesante. Desde hacía tiempo tenía deseos de escribir sobre ella, pero recientemente fue que terminaron de subtitularla. Por eso, ahora. 


La importancia de la estrategia en la comunicación



Mi amiga Brenda comentó estos días en las redes sociales sobre el fallido intento de algunos funcionarios de gobierno y representantes en explicar el porqué de la derogación de la Ley 80 (Compensación por despido injustificado).

Mencionaba que no importaba cómo lo intentaran comunicar, fallaban. Que se enredaban y no había claridad. Pero mencionó también a otro líder legislativo que, aunque a algunos no les guste su estilo autoritario, sabe comunicar. 

Indicaba que hacía buen uso del lenguaje, utilizaba analogías y referentes; en fin, que comunicaba muy bien su posición. Y no estábamos hablando de estar de acuerdo con su posición; sino de la efectividad de la comunicación.  

Entonces le comenté que eso no era casualidad, -ella también lo tenía claro- que esa era la diferencia entre tener en su grupo de trabajo personas con la preparación académica en comunicación y relaciones públicas, profesionales con experiencia y, sobre todo, estrategas de la comunicación.

Y es que se habla mucho de la comunicación y de su importancia para el gobierno, las empresas, organizaciones, instituciones sin fines de lucro y para las personas. Pero, en muchísimas ocasiones se falla porque se concentran en la táctica y no le prestan atención a lo verdaderamente importante, que es la estrategia.

Y digo esto porque comunicar no es cualquier cosa, ni es algo tan fácil de hacer. Hay que tener el conocimiento para poder delinear un plan estratégico de manera que tengamos claro a quiénes, el cómo, el cuándo y el por qué de la comunicación.

No es hacer lo primero que se nos ocurre, lo que creemos que es o simplemente reaccionar a todo lo que pasa. No es poner un montón de troles a decir cualquier cantidad de cosas. Que algunos sólo repiten como el papagayo lo que se les dice o su único fin es atacar a los contrarios y defender y ensalzar a los suyos.

Hemos visto, cada vez más, cómo la falta de transparencia, el decir una cosa y luego hacer otra, los mensajes contradictorios, el recoger vela de lo que se dijo, el estar corrigiendo la información, el ocultarla o cambiarla, entre muchas cosas más, hace que el gobierno pierda credibilidad.

Y es que cuando no se tiene claro lo que es la comunicación y cómo se trabaja una estrategia, pasa eso. No se puede estar reaccionando a cualquier cosa sin tener un plan claro de lo que se quiere comunicar.

Cuando las cosas no se conocen, hay que darlas a conocer. Cuando se confunden, hay que aclararlas. Cuando no se entienden, hay que explicarlas. Cuando se tienen los conceptos erróneos, hay que corregirlos. Siempre hay que dar la información real y veraz de la manera más ética posible.

En la vorágine que estamos viviendo no sabemos ni la hora que es. El discurso va por un lado y la acción por el otro. Simplemente, se está reaccionando. Y eso, el pueblo lo percibe.

Hace poco vi una foto de una secretaria saludando a alguien. Ni me acuerdo de qué era; pero sí me fijé que detrás, en el piso, estaban tirados los zapatos de ella. Eso fue lo que se movió en las redes. Hasta para eso hay que tener ojo. Siempre se debe ver más allá y adelantarse a las cosas. Detalles como ese, aún cuando parecen insignificantes, no se deben dejar pasar porque todo comunica.

 Tampoco se debe decir lo primero que se nos ocurre o reaccionar a todo. La comunicación hay que pensarla, hay que planificarla y hay que delinearla. Hay que poner un objetivo y todos los mensajes deben ir encaminados a cumplirlo. Pueden pasar miles de cosas -y pasan- y deben atenderse; pero siempre se debe tener claro cuál es el norte. No dejarse arrastrar por el torbellino del día.

Otra cosa importante, las batallas hay que escogerlas. Se deben sopesar las situaciones y decidir si se responden o se dejan caer. No disparar a lo loco a diestra y siniestra. Atacando o defendiendo como reacción. En esos momentos es que más se debe tener claro el objetivo de la comunicación. Nada se puede tomar personal.

Como parte de la estrategia de comunicación, hay que preparar al funcionario o portavoz. Debe tener toda la información y hablar con la verdad; no debe esconderse nada. Es mejor que usted diga las cosas como son a que otro lo haga.

A veces, por temor a no poder controlar las cosas se omite o se esconde información. Ese es uno de los errores más grandes que pueden cometerse. Ejemplo de esto, ha sido las muertes después del huracán María.

Si la oficialidad hubiese dado los datos reales desde un principio; no se estuviera pasando lo que ahora. Se hubiese buscado corregir el problema con premura para salvar vidas. Esconder la cabeza como el avestruz, no es la solución.

Por eso es importante que los funcionarios y portavoces reciban adiestramiento de cómo manejar la comunicación. Los ‘media training’ son necesarios. Se debe foguear al portavoz y hacerlo bien. No pasándole la mano, no preguntándole cosas bobas y fáciles. Tiene que aprender a decir las cosas claras, entendibles y concisas. Debe aprender a comunicar.

Y podría decir muchas cosas más y dar ejemplos de porqué es importante la estrategia de comunicación. Pero creo que el punto ya está claro. La comunicación se planifica y debe estar en manos de los estrategas porque ni es fácil, ni cualquiera lo puede hacer.

Y si todavía hay dudas, sólo hay que comparar la comunicación del líder legislativo con la de cualquier otro funcionario de gobierno. Nada más con el testigo.

sábado, 2 de junio de 2018

Calentando motores para el mundial



Cada cuatrienio pasa algo maravilloso… Nope!, no son las elecciones; dije maravilloso. Hablo del mundial de fútbol. Y para mí este año, además de olvidar un poco la situación macondina, dantesca y kafkiana con un toque ligero y coqueto de tragicomedia griega que vivimos en Puerto Rico, será reconectar con mis amigas del club de las bolas.

Tengo que escribir del club; así me libero un poquito de las penurias y el estrés nacional y empiezo a calentar motores. Y es que ya esta semana, camino al próximo mundial, se reactivó. Y lo más impresionante es que este año el club de las bolas cumple su duodécimo aniversario. WOW!

Todo comenzó en uno de los foros de Telemundo, creo que a finales del 2005 y principios del 2006. Allí fui a parar cuando, luego de un ataque de estrés, un collarín, relajantes musculares y una orden médica de descanso absoluto por una semana, me lo tropecé mientras navegaba por Internet.

Tengo que decir que desde antes del mundial ya se venía hablando de fútbol. ¡Claro!, muchas de las chicas que participaban eran argentinas. Y aunque en Puerto Rico no se le prestaba mucha atención, ahí era imposible no hablar del fútbol. Allí me fui convirtiendo en fanática de Messi.

A mí, desde mucho antes, me interesaba el fútbol y siempre me había gustado la ‘verde amarela’. Muchos se creen que es sólo patear una bola. Nada más lejos de la verdad. Es un deporte muy estratégico que requiere una buena combinación de inteligencia, habilidad, astucia, velocidad, rápida reacción, intuición y muchas cosas más. Por eso me gustaba.

Tengo que decir que caí en el sitio perfecto. Ahí conocí montones de mujeres de todas partes del mundo. Lo más brutal, es que era un grupo súper variado y heterogéneo con un abanico inmenso de edades, estado civil, profesiones, trabajos, responsabilidades, compromisos, etc.. Hasta estudiantes que hoy son profesionales probadas, había.

Así que salimos de los foros de Telemundo, donde teníamos el tema llamado ‘el club de las bolas’ y se estableció oficialmente y con ‘casa propia’ en el 2006, justo antes del mundial de Alemania.

A partir de allí, nos hemos reunido durante cada mundial y a veces para algún partido de eliminatoria o competición importante. La última gran cita, fue en el 2016 para la Copa América y, naturalmente, la final entre Chile y Argentina. De más está decir que teníamos amigas en ambos bandos.

Lo maravilloso de este club es que es mucho más que comentar y discutir el fútbol. Que dicho sea de paso, aclaro que en español es fútbol y en inglés es ‘football’, no ‘soccer’; como le dicen los estadounidenses para diferenciarlo de su ‘football’. En el resto del mundo, ‘football’ es equivalente a ‘fútbol’.

Tampoco es propio llamarlo balompié, porque esa palabra está en desuso. El nombre correcto, en español, del ‘football’ que se practica en los EE. UU., es  fútbol americano. Así que ni ‘soccer’, ni balompié, sino ‘football’ y fútbol.

Como mencionara, este club es mucho más que comentar y discutir de fútbol. En estos 12 años hemos estado yendo y viniendo, pero unidas en las buenas y en las malas. Hemos perdido a varias compañeras y lo hemos sentido y sufrido.

Hemos apoyado en la distancia a compañeras en situaciones de salud u otros asuntos importantes, celebrado las bodas, las fiestas, los cumpleaños, los bautizos, las graduaciones, los logros, los premios y cuanta locura aparezca. Hasta discutimos algunas situaciones que pasan en nuestros países. 

Además de mantenerse el vínculo por las redes, se han realizado varios encuentros. Las argentinas son las que más se reúnen; claro está, porque son las más cercanas y las más fiesteras, además. Hasta yo participé en uno de esos encuentros en Buenos Aires. Marce, que vive en Los Ángeles, y yo nos encontramos en Nueva York.

Aunque todavía no hemos hecho una actividad donde coincidamos todas y nos conozcamos; ese vínculo que se creó en el foro de Telemundo y se trasladó al club de las bolas, será difícil de romper u olvidar.

Así que el pasado miércoles Rose, que es como el ama de llaves del club y una fanática acérrima de su TRI, hizo el llamado para poner en orden la casa porque pronto comenzaría el mundial. E inmediatamente se activó el club y todo mundo comenzó a reportarse.

Y claro, tengo que decir que en Puerto Rico existe la Peña de G-City, otro grupo similar que surgió después, pero que para este mundial se activó muchísimo antes, el 6 de marzo, con el conteo regresivo. Aquí se discute más el fútbol europeo. Ambos grupos me mantienen al día. Así que estoy conectada por ambos lados.

Así que a menos de un mes para comenzar el mundial de fútbol, ya estamos calentado motores, tanto en la peña como en el club, para lo que será otra gran fiesta futbolística. Sólo me resta decir que nos espera un mes lleno de muchas emociones, frustraciones y, sobre todo, a disfrutar de la fiebre mundialista.


*El logo del mundial de Rusia y la mascota, son propiedad de la FIFA y sólo se utilizan para acompañar este escrito.