Cada cuatrienio pasa algo maravilloso…
Nope!, no son las elecciones; dije maravilloso. Hablo del mundial de fútbol. Y
para mí este año, además de olvidar un poco la situación macondina, dantesca y
kafkiana con un toque ligero y coqueto de tragicomedia griega que vivimos en
Puerto Rico, será reconectar con mis amigas del club de las bolas.
Tengo que escribir del club; así me
libero un poquito de las penurias y el estrés nacional y empiezo a calentar
motores. Y es que ya esta semana, camino al próximo mundial, se reactivó. Y lo
más impresionante es que este año el club de las bolas cumple su duodécimo
aniversario. WOW!
Todo comenzó en uno de los foros de
Telemundo, creo que a finales del 2005 y principios del 2006. Allí fui a parar
cuando, luego de un ataque de estrés, un collarín, relajantes musculares y una
orden médica de descanso absoluto por una semana, me lo tropecé mientras
navegaba por Internet.
Tengo que decir que desde antes del
mundial ya se venía hablando de fútbol. ¡Claro!, muchas de las chicas que
participaban eran argentinas. Y aunque en Puerto Rico no se le prestaba mucha
atención, ahí era imposible no hablar del fútbol. Allí me fui convirtiendo en fanática de
Messi.
A mí, desde mucho antes, me interesaba el
fútbol y siempre me había gustado la ‘verde amarela’. Muchos se creen que es sólo patear una bola. Nada más lejos de la
verdad. Es un deporte muy estratégico que requiere una buena combinación de
inteligencia, habilidad, astucia, velocidad, rápida reacción, intuición y
muchas cosas más. Por eso me gustaba.
Tengo que decir que caí en el sitio
perfecto. Ahí conocí montones de mujeres de todas partes del mundo. Lo más
brutal, es que era un grupo súper variado y heterogéneo con un abanico inmenso
de edades, estado civil, profesiones, trabajos, responsabilidades, compromisos,
etc.. Hasta estudiantes que hoy son profesionales probadas, había.
Así que salimos de los foros de
Telemundo, donde teníamos el tema llamado ‘el club de las bolas’ y se estableció
oficialmente y con ‘casa propia’ en el 2006, justo antes del mundial de
Alemania.
A partir de allí, nos hemos reunido
durante cada mundial y a veces para algún partido de eliminatoria o competición
importante. La última gran cita, fue en el 2016 para la Copa América y, naturalmente, la final entre Chile y Argentina. De más está decir que teníamos amigas en ambos bandos.
Lo maravilloso de este club es que es
mucho más que comentar y discutir el fútbol. Que dicho sea de paso, aclaro que
en español es fútbol y en inglés es ‘football’, no ‘soccer’; como le dicen los
estadounidenses para diferenciarlo de su ‘football’. En el resto del mundo,
‘football’ es equivalente a ‘fútbol’.
Tampoco es propio llamarlo balompié,
porque esa palabra está en desuso. El nombre correcto, en español, del
‘football’ que se practica en los EE. UU., es
fútbol americano. Así que ni ‘soccer’, ni balompié, sino ‘football’ y
fútbol.
Como mencionara, este club es mucho más
que comentar y discutir de fútbol. En estos 12 años hemos estado yendo y
viniendo, pero unidas en las buenas y en las malas. Hemos perdido a varias
compañeras y lo hemos sentido y sufrido.
Hemos apoyado en la distancia a
compañeras en situaciones de salud u otros asuntos importantes, celebrado las bodas, las fiestas, los
cumpleaños, los bautizos, las graduaciones, los logros, los premios y cuanta
locura aparezca. Hasta discutimos algunas situaciones que pasan en nuestros
países.
Además de mantenerse el vínculo por las
redes, se han realizado varios encuentros. Las argentinas son las que más se
reúnen; claro está, porque son las más cercanas y las más fiesteras, además.
Hasta yo participé en uno de esos encuentros en Buenos Aires. Marce, que vive
en Los Ángeles, y yo nos encontramos en Nueva York.
Aunque todavía no hemos hecho una
actividad donde coincidamos todas y nos conozcamos; ese vínculo que se creó en
el foro de Telemundo y se trasladó al club de las bolas, será difícil de romper
u olvidar.
Así que el pasado miércoles Rose, que es
como el ama de llaves del club y una fanática acérrima de su TRI, hizo el
llamado para poner en orden la casa porque pronto comenzaría el mundial. E
inmediatamente se activó el club y todo mundo comenzó a reportarse.
Y claro, tengo que decir que en Puerto
Rico existe la Peña de G-City, otro grupo similar que surgió después, pero que
para este mundial se activó muchísimo antes, el 6 de marzo, con el conteo
regresivo. Aquí se discute más el fútbol europeo. Ambos grupos me mantienen al
día. Así que estoy conectada por ambos lados.
Así que a menos de un mes para comenzar el mundial de fútbol, ya estamos calentado motores, tanto en la peña como en el club, para lo que será otra gran fiesta futbolística. Sólo me resta decir que nos espera un mes lleno de muchas emociones, frustraciones y, sobre todo, a disfrutar de la fiebre mundialista.
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