Por si las moscas...

Los comentarios vertidos en estos escritos son de mi total responsabilidad. Comparto lo que pienso y siento, simplemente para que se pueda apreciar otro punto de vista sobre la cosas. Pueden o no estar de acuerdo con lo que expongo; conmigo no hay ningún problema porque cada quien tiene el derecho a pensar lo que mejor entienda. Los comentarios son bienvenidos. Espero que si alguien difiere, lo haga con respeto; no escribiendo chabacanerías o insultando. Este no es el lugar para eso. ;-)

domingo, 11 de marzo de 2018

Esa sombrilla que nos cobija


Parte de los estudiantes de Relaciones Públicas que participaron
en la Casa Abierta y una colá. Foto: Patricia Fernández

Suelo utilizar analogías, símiles, metáforas, relaciones, comparaciones y todo lo que aparezca cuando explico algo para simplificarlo y lograr el entendimiento. A veces algunos conceptos muy abstractos, complejos o difíciles de explicar lo ameritan.

Uno de esos conceptos es las relaciones públicas. Algunos no entienden su fundamento o dimensiones y se le da cualquier significado o se encasilla. No se dan cuenta que es el cerebro, la médula de la comunicación de una empresa, persona u organización.

Amo esta profesión, por lo completa y multidisciplinaria que es. Por eso y para ello hay que prepararse al máximo. Hay que saber lo que ocurre en el país y en el mundo porque todo lo que pasa en cualquier parte nos afecta. Hay que leer, buscar, estar al día e ir más allá de lo que nos dan.

Hay que conocer las tendencias en todos los campos, cómo funciona el gobierno, el proceso legislativo, la diferencia entre persuasión y manipulación, lo que es comunicar y lo que es propaganda. De arte, de música, de cultura y de lo que sea. Además del conocimiento, el elemento ético es primordial.

A mayor conocimiento, más profundidad de pensamiento y mejor desarrollo estratégico. Porque como le digo a los estudiantes, esa información la tienen guardada en su ‘disco duro’ y aflora cuando van a desarrollar una estrategia.

Las relaciones públicas está regulada en Puerto Rico porque la comunicación es algo sumamente importante y trabajarla conlleva una gran responsabilidad. Muchos todavía no han entendido cuán neurálgica es la profesión y su universalidad.

Una empresa o persona desea comunicarse con sus diferentes públicos. Por eso es una función gerencial y aparece en la estructura organizacional. El relacionista es el artífice, es la persona encargada de desarrollar la estrategia de comunicación de una empresa.

Las empresas establecen un objetivo o meta. Todo dependerá de lo que se quiera comunicar y cómo se quiera hacer. Qué es lo que quiere lograr. Cómo quiere proyectarse ante los diferentes públicos y cómo quiere que lo perciban. Qué relación quiere tener con cada uno de ellos.

Luego de investigar, se debe planificar estratégicamente para ejecutar y poder así establecer relaciones favorables y productivas tanto para la empresa, organización, institución o persona como con los diferentes públicos con los que se relaciona. He ahí el valor de las relaciones públicas.

Muchos no han visualizado en entendido que las relaciones públicas es el fundamento, la base, y todo lo demás se desarrolla de acuerdo a esto. Para explicarlo, uso la sombrilla. Y lo muestro de varias maneras. Una de ellas, que bajo las relaciones públicas están las demás áreas de comunicación.

Dentro de una empresa, sea grande o pequeña, persona o institución que quiera tener relación con sus diferentes públicos, sean internos o externos, la estrategia de comunicación es lo principal. Teniendo esto ya establecido, otras disciplinas desarrollan sus estrategias; pero la línea direccional la da relaciones públicas.

Y espero que esto no cause confusión o un malentendido, ni que se tome como que es la mejor rama y está sobre las demás. Todas son complemento pero a nivel institucional, el encargado de establecer la estrategia comunicacional en la que todo lo demás se desarrolla, es el relacionista.

Pues ese fue el tema que utilizaron los estudiantes de relaciones públicas para la ‘Casa abierta de Sagrado’. Les di el concepto y ellos lo desarrollaron todo. Los dejé que hicieran. Mi función es -siempre lo he creído así- es darle el espacio y monitorearlos. Observo y sólo entro cuando es necesario.

La doctora Wanda del Toro, profesora de relaciones públicas y parte del equipo, utilizó también el ejemplo de la sombrilla para explicarle a los estudiantes la función del relacionista dentro de la empresa.

La parte que nos cubre es la empresa y el eje central que abre y cierra la sombrilla es el relacionista. Que con el desarrollo de las estrategias de comunicación hace que despliegue y nos cubra. ¿Verdad que está ‘cool’? Claro y sencillo. Pues daba gusto ver el trabajo que desarrollaron y con la pasión que lo presentaban. Lo hicieron de manera fácil, gráfica y entendible para todos. Fue genial.

Además de que presentaron el ‘Case Study’ de JetBlue, ganador de premio Excel de la Asociación de Relacionistas Profesionales de Puerto Rico y que fue desarrollado por Jescel Rolón, exalumna de la institución. Los chicos terminaron súper “pompea’os” y están listos para comerse el mundo.

Demostrado está, y dicho por muchos, que las relaciones públicas es la profesión del futuro porque es la que desarrolla la comunicación estratégica de la empresa basada en su plan de negocio o intereses institucionales.

Así que, si queremos desarrollar unas estrategias de comunicación efectivas para las empresas y clientes, no hay de otra que utilizar la maravillosa sombrilla de las relaciones públicas.

Y hartamente demostrado está que si utilizamos al sombrilla correcta, de acuerdo a la necesidad del cliente, y nos cobijamos bajo ella, poco nos vamos a mojar.