Por si las moscas...

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lunes, 1 de julio de 2019

UPR, baluarte de nuestra cultura puertorriqueña


El Velorio, Francisco Oller


Estudié en una institución universitaria privada por elección. La historia la he contado en varias ocasiones. Sin embargo, reconozco -no tengo porqué no hacerlo- lo invaluable que es la UPR como primer centro docente y cultural del país.

Y no estoy hablando solamente del académico; sino de su sólida trayectoria por mantener nuestra cultura e idiosincrasia, aún cuando hay quiénes, con algunos complejos y problemas de autoestima, quieran destruir su patrimonio buscando borrar lo que somos. Puertorriqueños somos; la UPR también.

Estoy en el listado de correo electrónico del Museo de Historia, Antropología y Arte (Museo UPRRP). Así que cuando hace par de semanas recibí una promoción de una serie de talleres para mayores de 55 -No digan nada-, me interesó.

Pues manejándome en el sistema de Sagrado, no me apuré porque acá lo hago todo por Internet y hasta he tomado talleres y cursos en línea. Cuando me enteré que tenía que hacer la matrícula personalmente en el museo, allí fui a parar.

Pero, cuando llegué, recién habían cubierto el último espacio del primer ciclo que era un taller sobre escritura creativa que me interesaba mucho. ¡Yo quería! Ya no podía hacer nada pero como estaba ahí, decidí quedarme en el museo, aunque era cerca de la hora de cierre.


Me fui a la sala donde está la exhibición de obras de Francisco Oller. Estuve un buen rato embelesada observando ‘El Velorio’. ¡Qué maravillosa obra! Además de los famosos paisajes, estuve embelesada con los retratos de Ramón Baldorioty de Castro y Eugenio María de Hostos.

El de Baldorioty de Castro con una cita suya: “…yo odio el sistema colonial porque ese sistema es la muerte del espíritu, es la degradación del hombre por el hombre”. Ponce 1871. Hostos, inspirador.

El verlos, fue ponerme a pensar en el gran amor que le tuvieron a Puerto Rico. Su lucha por la libertad y el deseo de tener un mejor país. Amar la patria fue su ruta no sólo con la palabra, sino con la obra.

Salí de allí más que satisfecha y convencida de que nuestros próceres dieron los pasos correctos. ¡Qué mucho tienen que aprender los políticos de hoy!

Entonces fui a ver el enterramiento indígena que está justamente frente a la oficina del museo. Fue un descubrimiento de don Ricardo Alegría, en el 1947, en la finca La Monserrate, donde está hoy el balneario de Luquillo.

Se encontraron en un montículo funerario, o promontorio, que albergaba múltiples enterramientos. Hay tres osamentas; un hombre una mujer y un niño y junto a ellas restos de caracoles, jueyes y aves, vasijas y platos de arcilla, hachas y bolas de piedras, entre otras cosas.

Allí mismo, al lado, hay una serie de artefactos funerarios egipcios, muchos de ellos donados por la Universidad de Harvard.

Hay un sarcófago con la explicación de todo el proceso funerario. También hay tres momias. Una humana sin vendas, otra humana con vendas y una de un gato, con vendas. 

Se pueden observar también cuatro vasos cánopes, de entre el 1567 al 1320 a. C., encontrados en Saqqara, Egipto. Allí se guardaban las vísceras para luego proceder con el proceso de momificación de los cuerpos.

También hay expuestos varios amuletos, dos de escarabajos y uno de gato, dos estelas funerarias, una copia en yeso y otra original. Hay dos ‘Ushabti’; que son pequeñas estatuas funerarias que se depositaban en la tumba del difunto.

Más adelante hay un petroglifo taíno, del 1100 al 1500 d. C.. Este petroglifo es frecuente en bateyes o plazas ceremoniales, cuevas, amuletos, máscaras, etc. A su lado, la representación de un manatí.

Cerca, también hay una prensa manual que data entre el 1822 y el 1835. En ella se comenzó a publicación de Puerto Rico Ilustrado en el 1910 y las primeras tiradas del periódico El Mundo en el 1919. Hasta 1984 estuvo en exhibición en la redacción de El Mundo.

También hay una tarja conmemorando centenario de la bandera puertorriqueña (1895-1995) que lee:
Adoptada por la Sección Puerto Rico del Partido Revolucionario Cubano el 22 de diciembre de 1895, Salón principal ‘Chimney Corner Hall’, Casa 57 Oeste, Calle 25 esquina Sexta Avenida, N.Y. Juan de M. Terreforte presentó la nueva bandera similar a la cubana, con los colores invertidos: franjas blancas y triángulo azul en vez de rojo, con la misma estrella blanca solitaria en el centro. Fue acogida como estandarte de nuestro movimiento patriótico de liberación.

Esto es sólo una minúscula parte del caudal que tiene el museo.

El Museo de Historia, Antropología y Arte de la Universidad del Puerto Rico, Recinto de Río Piedras fue creado, por ley, en el 1951 para ‘reunir, mantener y conservar, con el propósito de divulgación cultural, todo aquello que constituya parte de nuestro tesoro histórico, antropológico y artístico. ¡Y bien que sí!

Tiene colecciones de historia, filatelia y numismática, arqueología indígena, arqueología histórica, pintura, dibujo y escultura, grabado, arte popular y una colección egipcia. Además de las exhibiciones temporeras que se realizan a través del año.

Una de las colecciones, la de historia, cuenta con documentos de próceres de la talla de Segundo Ruiz Belvis, José Julián Acosta, Alejandro Tapia y Rivera, Luis Muñoz Rivera, José de Diego, Ramón Emeterio Betances y, muchísimas más, de Eugenio María de Hostos.

El museo cuenta con biblioteca de referencia, centro de documentación de arte puertorriqueño y una videoteca. Se realizan visitas guiadas de domingo a viernes. Hay que hacer reservación.

El horario es de 9:00 a. m. a 4:30 p. m., los lunes, martes, jueves y viernes; de 9:00 a. m. a 8:30 p. m. los miércoles y de 11:30 a. m. a 4:30 p. m., los domingos. Está cerrado los sábados, días feriados y cuando hay receso administrativo en la UPRRP.

Ya saliendo del museo pensé que no hay casualidades. Tuve que llegar a la UPR y como ya estaba allí, pues decidí quedarme a echarle un ‘vistazo’ al museo. Salí más que clara de lo que soy.



Eso sí, quiero volver con mucho más tiempo para disfrutarme toda la riqueza cultural que ofrece. Y naturalmente que regresaré al área visitada porque todavía tengo mucho que observar y aprender. Es lo menos que puede hacer una arqueóloga frustrada como yo. Je, je

Confieso que hace mucho que no visitaba el museo. El redescubrirlo fue darme cuenta del inigualable caudal cultural que posee y de su valor para nuestra patria puertorriqueña. Y entonces me puse a pensar en el papel que juega la UPR.

La UPR es baluarte y pieza fundamental en la conservación de nuestra cultura puertorriqueña. Es símbolo de resistencia. Es autenticidad y verdad. Es punta de lanza de nuestra idiosincrasia. He ahí por qué el ensañamiento con ella. Por qué querer minarla.

No podemos permitir que destruyan nuestro patrimonio. No podemos permitir que lo lleven a menos con el único propósito de socavar nuestra autenticidad puertorriqueña.

Si queremos defender nuestra cultura, tenemos que apoyar la UPR y proyectos como el del Museo de Historia, Antropología y Arte en Río Piedras. Así es que se hace patria. Porque un pueblo sin cultura, es uno sin identidad y se reduce a nada.


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