Por si las moscas...

Los comentarios vertidos en estos escritos son de mi total responsabilidad. Comparto lo que pienso y siento, simplemente para que se pueda apreciar otro punto de vista sobre la cosas. Pueden o no estar de acuerdo con lo que expongo; conmigo no hay ningún problema porque cada quien tiene el derecho a pensar lo que mejor entienda. Los comentarios son bienvenidos. Espero que si alguien difiere, lo haga con respeto; no escribiendo chabacanerías o insultando. Este no es el lugar para eso. ;-)

domingo, 5 de enero de 2014

Un año trepada en la sillita



Pues sí, así mismo como lo leen, ¡llevo un año trepada en la sillita! Parece que fue ayer que -en víspera del día de reyes, nada más y nada menos- mi querido amigo Joseph Martínez me ayudó a crear este blog. Joseph, ¡un millón de gracias! En este tiempo ha pasado de todo, y a mí mucho más, pero gracias a Dios seguimos adelante y en pie de lucha. Porque hay Marisa -y trepaditas- para buen rato. 

Le cogí tanto el gusto a esto, que hasta hice otro blog: “El protocolo nuestro de cada día”. Aunque no deja de translucir lo que pienso, -imposible no hacerlo- es más informativo y educativo, que otra cosa. Lo hice porque quería mantener el tema del protocolo fuera de las “trepadas a la sillita”, que ya saben en el tono que van.

Los que me conocen saben que desde siempre he estado trepada en la sillita. Soy fanática de Mafalda (que alguna trepadita pronto le dedicaré); con eso lo digo todo. Ya tenía mareados a mis estudiantes y a mis amigos; así que ahora mareo a todo el que, por una u otra razón, lee lo que escribo. El blog me permite tener otro canal donde compartirlo. Claro, siempre tratando de hacerlo con respeto, prudencia y consideración porque no soy quién para ir imponiendo mi criterio. 


En el salón de clases trato, y los estudiantes pueden decirlo, de que le vean todas las posibilidades a las cosas. A veces lo que digo choca con lo establecido. Esto no es para llevar la contraria o porque sea una rebelde sin causa, sino para que piensen. Que se den cuenta que la mayoría de las veces, la respuesta no es el blanco o el negro, sino alguna tonalidad de gris. Que no se encajonen en una cosa o línea de pensamiento y vean que una situación tiene diferentes puntos de vista. Así podrán tener una mejor perspectiva de las cosas para desarrollar su propio criterio. Al final, que piensen lo que quieran, pero porque han llegado a SUS conclusiones, no porque yo o alguien les diga cómo y lo que tienen que pensar. 

Estoy clara que tampoco tengo la verdad agarrada por el rabo; porque como siempre digo, cada quién tiene la suya de acuerdo a su posición en la situación. Lo importante es reconocerlo y ver todas las posibilidades. A lo mejor viendo y analizando los otros puntos de vista, nos damos cuenta de que estamos en lo correcto, o a lo mejor no. Es cuestión de aceptar las cosas como son. Para esto, hay que tener voluntad.

Este embeleco del blog me ha servido de catalizador. Me he sacado muchas cosas de adentro. Claro, y hago la salvedad de que la intención nunca ha sido ofender a alguien; sino compartir mi punto de vista. Muchas cosas se han entendido como son, otras se han malinterpretado, otras se han tomado por donde no eran; pero cada quién tiene derecho a pensar como quiera. Así es esto. 

Con esto del “aniversario” le di una miradita al blog y a todas esas “trepaditas” que he dado en este período. La verdad es que no me mido. Jeje Pero ya me conocen; no me ando con paños tibios. He tocado tantos y tan diversos temas que cualquiera podría decir que tengo un merengue en la cabeza. Y es natural porque soy, como todos, un ser humano con diversidad de posiciones y lleno de contradicciones. Hay temas que, aunque quisiera hablar sobre ellos, he preferido “dejarlos pasar”. En ocasiones, es mejor no decir nada.

He defendido mi profesión, mal entendida, mal percibida y mal juzgada; a ver si se empieza a poner en su justa perspectiva y entendemos mejor de qué va y lo que hacemos. Algunos se creen que desarrollar estrategias de comunicación es fácil, si así fuera, “a mí plin y a la madama dulce de coco”. La comunicación la tienen que manejar los que saben, no los que “creen” que saben. Zapatero, a su zapato. 

He escrito sobre los problemas que aquejan al país; que son muchos, variados y responsabilidad de todos. Sobre políticas gubernamentales, partidismo, tribus de colores, política y politiquería; que no es lo mismo ni se escribe igual, pero aquí se piensa que sí. La administración pública no se debe manejar como "quiosquitos" de los partidos políticos. No debemos darle a ellos el control. Hay que escoger las personas -no la manada entera- más aptas, no importa de qué partido sean. Para nosotros, pensar en personas y no en partidos es algo inconcebible. 

He escrito sobre nuestras responsabilidades como ciudadanos. Tendemos a delegarla a otros; no importa lo que sea. En muchas ocasiones es más cómodo ser parte del problema y no de la solución. Criticamos y culpamos al del otro partido de las malas decisiones que se han tomado y no queremos reconocer que este arroz con... vegetales es responsabilidad de los dos partidos que han gobernado y de la poco efectiva acción del o los partidos que nunca han llegado al poder. Así es esto; tenemos que encararlo y aceptarlo. Sólo hay que mirar la historia. 

También he tocado el tema de los valores y de los derechos de los ciudadanos, que clarísima estoy que todos somos iguales; ante las leyes y ante Dios. Mi Dios es uno de amor, no uno castigador, ni de exclusión. Por eso he escrito sobre religión, mis creencias, el papa Francisco (que ya estoy casi llegando a “groupie”), sobre Mandela y sobre Oscar López. 

He escrito sobre la tan necesaria educación y el conocimiento. A mayor educación y conocimiento, menos "manipulables" somos. Tenemos que aprender a pensar, a buscar información en diferentes fuentes; a dejar de mirar sólo para arriba. El mundo es bien grande y tiene mucho que ofrecer. La sobredosis de Disney y Hollywood que tenemos, no hace creer que Superman existe, que Batman con su "Pow!, Boom!, Bang!" nos salvará como a Ciudad Gótica y que Bambi corre por el bosque detrás de una mariposa. Dejemos el complejo y querer ser lo que no somos. Aprendamos a ser ciudadanos del mundo. Por eso, hay que poner en perspectiva la tan fascinante pero poco estudiada historia.

La mancha de plátano no me la quita nadie. Así que no he podido dejar a un lado, jamás lo haría, escribir sobre lo que es ser puertorriqueño y lo que es amar y respetar la patria. A ella pertenecemos. Tampoco he podido dejar de recordar los grandes hombres y mujeres que han escrito nuestra historia. A nuestra espectacular cultura y a nuestro preciado idioma. El defender nuestra idiosincrasia, nuestra agricultura, nuestras empresas, nuestros símbolos patrios, en fin, todo lo nuestro. Tenemos que estar orgulloso de lo que somos; hijos de esta maravillosa tierra.

En fin, he escrito sobre lo que me gusta y lo que no. Sobre mi zurdera, mis personajes y series favoritas y sobre otras misas sueltas. He compartido lo que en ese momento he querido y me ha salido del corazón. Tengo claro que mucho todavía queda en el tintero; pero espero este año poder compartirlo. Y claro, esperando que ustedes acepten mis escritos. Porque como siempre digo, la idea es que se pueda apreciar otro punto de vista; no ofender o atacar a nadie. Y podemos diferir, no tengo ningún problema con esto. Tampoco busco que piensen como yo, eso sería imperdonable. 

Nada, que ha sido un año intenso, que lo que he escrito se ha leído en un montón de países. Hoy ando modestita, humildita y sin “ego pain”; así que nada de estadísticas. (Je,je) En serio, sólo me resta agradecerle el que me hayan acompañado durante este primer año. Gracias por leer las boberías que escribo, por compartirlas con otros y por ayudarme a crecer como persona. Espero seguir contando con su apoyo. Que sean muchísimos años más los que compartan conmigo cada “trepada en la sillita”. 




* Las imágenes de Mafalda son propiedad de Quino y fueron sacadas de Internet con el sólo propósito de acompañar este escrito. 

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