Por si las moscas...

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lunes, 6 de enero de 2014

Los hombres de medio oriente

Nope. No se supone que hoy me trepara; demasiado pronto para volverlo a hacer. Pero ya ven, aquí estoy. Es que no lo podía dejar pasar. Ya entenderán el por qué.

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Ver una viñeta de Pepito donde le informaban al presidente Obama que tres líderes de medio oriente vendrían a Puerto Rico a una reunión secreta para liderar una revolución, me estuvo de lo más simpático. Ver también fotos de “tres galanes” del medio oriente como si fueran los tres reyes magos, me hizo sonreír. Todo esto, como ya se imaginan, me activó “la pensadera”.

Y desde hace rato ando “rumiando” sobre los hombres de medio oriente. Podrían ser nuestros parientes. Y es que, si venimos a darnos cuenta, la mayoría de nosotros podría tener sangre árabe en las venas. ¿CÓMO?; dirá alguno. Sip; así como lo leen, diré yo. Y es que si sus antepasados son del sur de España, nada habría de raro que se cargue con algún gen árabe. Y sólo hay que mirarse en un espejo para darse cuenta de ello. 


Los hombres de medio oriente son enigmáticos, misteriosos. Intrigan... Hace cuchumil años leí “Las mil y una noches”, y para mí fue interesarme en ese mundo “mágico”. Alfombras voladoras, genios en lámparas, encantamientos, etc.; hacían correr mi imaginación. Recuerden que siempre he estado interesada en la mitología, arqueología y todas esas cosas. Para mí, fue un nuevo mundo a explorar.

Películas como Lawrence of Arabia, Las mil y una noches, Aladino, etc., nos brindaban un mundo mágico donde ellos, los hombres de medio oriente, algunas veces eran unos héroes galanazos y otras unos malévolos hombres. Todo dependía de quién producía la película, cuál era su tema y quién era el protagonista. Si era el “malo” se robaba la chica y si era el bueno, la salvaba. Así las cosas.

Pero los hombres de medio oriente ya no son lo que eran. Y es que nos han “enseñado” –la propaganda y el adoctrinamiento perpetuo al que nos sometemos- que los hombres de medio oriente son peligrosos, terroristas, vengativos, malos, crueles y lo único que buscan es hacer daño. ¡Uy, que mello! 

Los hombres de medio oriente tienen todas las mujeres que quieren. A las pobres las maltratan, las tienen confinadas, las reducen a ser “objetos”. No pueden expresarse libremente, tienen que estar cubiertas y caminar a varios pasos detrás. Se tienen que reunir con mujeres y no pueden estar en el mismo salón que ellos. Tampoco los pueden acompañar en la oración. Se tienen que resignar a vivir así. ¡Pobrecitas! Como si este lado del mundo fuera un cuento de hadas y todo fuera amor y miel sobre hojuelas… Miramos la paja en el ojo ajeno, pero no vemos la viga en el nuestro. No somos quién para criticar su cultura.

Los hombres de medio oriente odian al mundo occidental, tienen una guerra santa con todo el que no crea en el Islam y buscan hacer daño. Como si de este lado nunca se hubiesen enfrentado los cristianos y los protestantes; como si nunca los colonizadores europeos hubiesen impuesto su religión a los pueblos de América (de toda). 

Los hombres de medio oriente son déspotas, tiranos, dictadores y hay que someterlos o eliminarlos para hacer de éste, un mundo mejor donde vivir. Han desarrollado armas químicas para vencer a los demás. Todo lo hacen explotar. Y es que son un peligro porque tienen el control del tan necesario petróleo. No se puede dejar que ellos dominen, hay que dominarlos. Sólo así se logrará la paz. Como si de este lado del mundo no hubiese armas de destrucción masiva y siempre hubiésemos vivido en sistemas democráticos, en paz y armonía, sin nada de dictadores o cosas parecidas.  

A los hombres de medio oriente hay que tenerles miedo. Eso es lo que nos han enseñado. Eso es lo que nos han inculcado. Eso es lo que nos han “vendido”. Es lo que la mayoría ha creído. Ellos son los malos, nosotros los buenos. Claro, como el cuento de los indios y los vaqueros. Nos enseñaron que los vaqueros eran los buenos y los indios eran los malos; para luego descubrir que los indios sólo defendían lo que era suyo y le querían usurpar.

Por eso aquí vuelvo yo con mi cantaleta. ¿El cuento es como nos lo han dicho? ¿Son realmente así? ¿Son todos iguales? Hay que ubicar las cosas en la perspectiva histórica para entenderlas. Las acciones conllevan reacciones y las cosas que se hacen tienen consecuencias. Así que, ¿no podría ser “el resultado” de algo? Eso lo dejo abierto para que cada quién busque, analice y llegue a su conclusión. Yo, ya llegué a la mía.

Y reflexiono sobre esto hoy, día de los reyes magos, porque da la casualidad que ellos son hombres de medio oriente. Por lo relatado, no pensamos que hayan sido terroristas; sino que eran hombres de ciencia, educados, sensibles, dadivosos y creyentes; entre otras cosas. Es la imagen que tenemos hoy de esos hombres de medio oriente. Y ahí mi planteamiento. No todos son terroristas o malas personas; como tampoco todos los de este lado del mundo son buenos. Hay de todo en todos lados. 

Debemos estar conscientes que no todo lo que nos dicen, lo que leemos, vemos o escuchamos, es cierto. Podría ser sólo un punto de vista de algo. Bastante demostrado está que en muchas ocasiones las cosas no son como las han dicho. Por eso es que hay que buscar información en diferentes fuentes; estudiar la historia, analizar la diversidad de puntos de vista y situaciones. No permitamos que nos digan cómo pensar. 

Ojalá que, tomando como punto de partida lo que representa el día que celebramos, evitemos etiquetar las personas. Aprendamos a no prejuzgarlas por su color, ni por nacionalidad, ni por religión ni por nada. Empecemos a aceptar que somos diferentes y que todos merecemos el mismo respeto y consideración. ¿No es eso un gran acto de amor? ¡Feliz día de los hombres de medio oriente!.



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