Por si las moscas...

Los comentarios vertidos en estos escritos son de mi total responsabilidad. Comparto lo que pienso y siento, simplemente para que se pueda apreciar otro punto de vista sobre la cosas. Pueden o no estar de acuerdo con lo que expongo; conmigo no hay ningún problema porque cada quien tiene el derecho a pensar lo que mejor entienda. Los comentarios son bienvenidos. Espero que si alguien difiere, lo haga con respeto; no escribiendo chabacanerías o insultando. Este no es el lugar para eso. ;-)

sábado, 18 de enero de 2014

El "pecado" de ser mujer



Había decidido que este año no iba a escribir nada sobre las fiestas de la calle San Sebastián, mejor conocidas por la juventud como la “SanSe”. Pero es que hay cosas que no se pueden dejar de decir. Al toro, hay que agarrarlo por los cuernos. Y eso es lo que voy a tratar de hacer porque una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa. Si alguien no está de acuerdo con lo que escribo; mis disculpas. Pero es que me tengo que trepar porque, para variar, la cosa se está sacando de proporción. 

La organización y la celebración de las fiestas, que mientras escribo están todavía en proceso, no han estado exentas de polémicas. Muchas cosas han pasado y muchas cosas se han dicho; mucho se ha criticado y mucho se ha señalado. El ataque ha sido uno virulento y buscando hacer daño, y esto tiene que ver con que la alcaldesa carga con el "pecado" de ser mujer. 

En una ocasión, alguien me comentó que para la mujer, por el simple hecho de serlo, las cosas resultan mucho más difíciles (no digo imposibles, sino difíciles). Que una tendría que ser fuerte y "luchar" en un mundo de hombres -que GAD esto ha ido cambiando-; pero que la "lucha" sería también con las mujeres; quienes eran más despiadadas y competitivas con sus iguales. Me estuvo gracioso y me dijeron que no me riera, que era la pura verdad. Eso, vino a mi mente. 


En este país tenemos que llamar las cosas por su nombre. Todo ha sido más complicado para ella por el hecho de ser mujer. Y no me vengan con el cuento chino de la igualdad y tal. Aquí, la mayoría de las veces, las palabras no van de acuerdo con las acciones. ¿Antes se criticaba al alcalde tan virulentamente por lo que pasaba? Nope. ¿Antes se atrevían a hacer cosas como la que hicieron los taxistas bloqueando el transporte público? No. Les duele. No permiten que sea una mujer la que lleve las riendas, la que mande.

Y digo esto porque el ataque ha sido a la persona, no a la alcaldesa. “La mujer esa”, “la señora”, “ella”; hasta “bruta”, entre otras cosas, he leído. Nunca escuché a la gente referirse antes “al hombre ese” o cosas parecidas. Muchos miembros de las fuerzas políticas contrarias, politiqueras o como las quieran llamar no perdonan que ella haya ganado las elecciones. Todavía les duele; y parece que muchísimo más de lo inimaginable. Y están haciendo todo lo posible porque la cosa se vea o salga mal. El ataque, porque no es crítica -la crítica es constructiva, no destructiva- en muchas ocasiones brinca toda objetividad. Hace un tiempo un "líder emergente" comentó que había que provocar "la crisis en todos los frentes".  Pregunto, ¿las fiestas son uno? A mí, nada me extrañaría. 

Se nota que muchas de las cosas se hacen sólo para dañar, para ocasionar molestia, para deslucir. Parece que su fin es empañar las fiestas y decir que son un caos; como he leído en Twitter, donde a algunos se le ha visto la costura de manera irremediable. Uno comentó que las del año que viene, para que hubiese seguridad y fueran tranquilas, organizadas (algo así dijo) había que celebrarlas en Orlando, Florida. ¿Alguna duda de por dónde va la cosa?. ¡El bendito complejo en acción! 

A la alcaldesa, y tengo que decirlo, buscando la manera de hacer las fiestas más seguras, como que se le fue la guagua con algunas medidas. Para mí, lo del cateo pasaba; pero con lo de la verja botó la bola. Eso sí que lo veía fuera de lugar. ¿Qué hubiese pasado en caso de alguna emergencia? ¿Cómo iban a salir todos del área en el menor tiempo posible? En una ocasión hubo una pelea -cuando se peleaba a los puños- y la gente empezó a correr. El tumulto se movió hacia donde estábamos, cerca de la placita San José. La masa humana nos movió sin poder hacer nada. Es la sensación más desesperante que uno pueda sentir. Santo y bueno; hasta ahí llegaron mis noches en las fiestas. Nada, que muchas cosas pudieron haber pasado.

Vuelvo. Hay decisiones que resultan malas; pero se tomó medidas rápido y se retiraron. Ahora el problema era, ¡el costo al fisco! Sí, eso tiene un impacto; lo sé. Pero estamos haciendo las cosas más grandes. Espulgamos demasiado cuando en otros momentos no queríamos ni mirar. Yo sólo observo, critico y anoto. Ya me llegará la hora de evaluar su trabajo y decidir si voto por ella o no. Mientras, le doy espacio para que trabaje. Creo que es lo justo. 

Ayer en las noticias vi una entrevista donde la alcaldesa hablaba sobre las medidas que había tomado. Aceptó, lo que muchos no pueden hacer, que cometió un error con lo de las verjas y que lo remedió. Que en el objetivo no erró, que era la seguridad; pero sí en la forma. Pues poca gente tiene la valentía de aceptar que se equivoca.

Lo del cateo no lo veía mal. En las Justas y en muchas actividades se revisan las carteras y le pasan el detector de metales. Entonces, ¿cuál es el problema? Lo que sí es que le quisieron dar la connotación de que iba a ser como un registro policial. “¡Contra la pared!. Abra las piernas. Todo lo que pueda decir puede ser usado en su contra”; algo así lo quisieron proyectar. Muchos están en contra de todo, otros repiten como el papagayo y siguen la fila india, mucho más si no simpatizan con ella o son del partido contrario; así que hay que atacar, criticar e indignarse pero "desgalilla'o". 

Lo más interesante que me resulta es que la mayoría de los que la critican virulentamente, permiten que los revisen -sin chistar- cuando van al Coliseo de Puerto Rico a alguna actividad, a una discoteca o cualquier otro lugar, ya sea aquí o en el extranjero. Esas, son medidas de seguridad necesarias, pero este fin de semana es una violación de derechos. ¿Irónico, no?

Todo se fue resolviendo y la gente fue a San Juan. Según vi en los medios, el primer día no hubo incidentes mayores y los comerciantes estaban diciendo que les había ido bien. ¡Pues no! Esto no puede ser así; la cosa no le puede salir bien a la “señora esa”. Y el viernes, los taxistas bloquearon la entrada a San Juan. La policía tuvo que escoltar el transporte público. Eso me resultó macondino. Alegan que con la contratación de servicio privado le quita oportunidades de negocio. ¡Que la gente escoja cómo quiere llegar!. No todos pueden pagar un taxi. Por lo que he leído en prensa, el municipio ya había llegado a unos acuerdos con los taxistas; los cuales ellos no han cumplido. Eso sí, pudieron armar el “sal pa' fuera”. No me venga a decir que esto no fue algo concertado y con toda la mala fe; porque tan ingenua, no soy. ¿Lo habrían hecho si el alcalde fuera hombre? Lo dudo. 

Así las cosas. Hoy es sábado, vamos a ver qué pasará de aquí al fin de las fiestas, que es mañana domingo. Estoy segura que seguirán "pasando" cosas y que ella será culpable hasta de la borrachera de la gente; porque la culpa es huérfana. Lo que espero es que en el deseo de “dañarle” el desempeño a la “mujer esa”, no provoquen algo que luego haya que lamentar.  

Tanto que atacamos, criticamos y nos quejamos. Empecemos por corregirnos nosotros y dejemos de ser negativos, destructivos y vengativos. Toda esa energía negativa que estamos “cocinando” transformémosla en algo positivo. Crezcamos y maduremos. Empecemos a dejar de jugar a las tribus de colores y hagamos algo por este país que tanto nos necesita. Ya tendremos oportunidad de, si hace las cosas mal, pasarle factura y no permitir que regrese a la alcaldía. Pero hagámoslo evaluando el trabajo que hizo, que está haciendo y que hará hasta ese momento. Y saquemos de la ecuación el elemento que no debería ser considerado, y que parece que es su mayor escollo y "pecado", que es el ser mujer.



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