Somos un “reguerete” de gente, en un despelote de país

Eso mismo es lo que somos, “un soberano reguerete”, en este despelote que llamamos país. El “reguerete” no aparece en el diccionario de nuestra amiga la RAE. Eso no es impedimento para que nosotros la usemos con la misma connotación de “reguero”, que sí está entre las benditas, y que dos de sus acepciones son “conjunto de objetos esparcidos desordenadamente en un lugar” y “desorden”.

Por el otro lado, el despelote tiene que ver con alterar el orden, desgreñarse o enmarañarse. También tiene que ver con disparatar, alborotarse, perder el tino o la formalidad. ¿Todavía queda alguna duda de que es un despelote? Jeje Lo más increíble es que somos, un reguerete apiñado en  ese 100 X 35 que llamamos Puerto Rico. Bueno, al final resultó que teníamos un “poquito” más de espacio (112 X40); pa’ no sentirnos tan “apretaos” y para que haya más espacio para disparatarse. Al final hasta uno, con tanto merengue, queda metido en el medio del reguerete.

Y es que pareciera que nuestra función principal es abonar al despelote llevándole la contraria a todo lo que aparezca. Sólo hay que ver los medios tradiciones y los sociales, escuchar las personas y leer sus comentarios de las noticias para darse cuenta de lo que digo. Nadie se pone de acuerdo, todo mundo tira para su lado, digo que no o sí por el mero hecho de ir contra la corriente; si tú dices que es blanco, yo digo que es negro; aunque en realidad es gris. Se juzga sin saber y se llegan a conclusiones partiendo de premisas faltas o erradas. Lo importante no es verificar si es cierto o no, simplemente muchas veces se hace por estar en contra de alguien, del sistema, por retar la autoridad; pa’ sentirnos que podemos... 

En fin, la idea es llevar la contraria, protestar, imponerse, demostrar fuerza, verse como el que no deja que le pasen por encima –aunque nosotros lo estamos haciendo- y todo lo que queramos inventar. No importa si tenemos razón o no, no importa si es cierto o no, no importa si es la mejor solución o no; simplemente, tenemos que hacerlo para que no piensen que somos débiles, que luchamos por este país, que nos enfrentamos a cualquiera. ¿En serio?  

En muchas ocasiones pensamos que nos estamos comiendo los niños crudos y que somos una especie de “Robin Hood” del siglo XXI, -NOT!- y no nos damos cuenta que más nos parecemos a “Dic Dastardly” Pierre (no doy una) o a Gargamel (pa’ que los más jóvenes los busquen jeje) porque demostramos desconsideración, soberbia, intransigencia, inmadurez y hasta complejo e inseguridad, sip, hasta eso.

Lo que pasa es que esas ‘actitudes’, cuando no están justificadas, como pasa en muchas ocasiones, lo que hacen es atrasar las cosas; poner obstáculos, reducir el radio de posibilidades. Nos volvemos obtusos hasta para pensar. En vez de ponernos a buscar soluciones a los problemas, los creamos, criticamos y atacamos. Nos creemos que con oponernos y gritar somos los “cheches” de la película y estamos fiscalizando. Si usáramos un poquito la cabeza y enfrentáramos la realidad de las cosas, sin ningún ánimo de daño, de entorpecer; sino buscando resolverlas, encontraríamos que las cosas no son tan tan como creemos, o queremos hacerlas ver. 

Ejemplo de esto es la APP del aeropuerto. Creo que se ha levantado demasiada polémica que no se sabe ni la hora que es. Mucho no he leído del asunto, pero pienso que es un mal negocio para Puerto Rico. Por encimita se ve. ¿Prefieres dinero ahora para solucionar algo, que no te va a resolver el problema, y perder el control del aeropuerto por 40 años?. ¡Es que hasta yo que no sé un divino de economía me doy cuenta que lo están poniendo en bandeja de plata. ¿Qué los inversionistas pierden credibilidad en Puerto Rico?  Bueno, pues, se les explica para que entiendan; ¿o es que está sobre el beneficio del país lo que piensa un inversionista? ¿Democracia o capitalismo? Siempre lo he dicho, nos fumamos un sistema capitalista disfrazado de democracia. Y claro que la reputación de Puerto Rico es importante, pero a grandes males, grandes remedios. Se deshace el acuerdo y se busca la manera de restaurar la confianza. Con hacer análisis, se entenderá; el resto, se logra con voluntad y haciendo las cosas bien. Digo yo…

Y que esto es como un círculo vicioso. Los que ayer estaban en contra de algo, ahora están a favor y viceversa. ¿Qué el cambio de posición no  tiene que ver con ideas o análisis sino con colores partidistas?  A veces no entiendo y no puedo bregar, ¡lo juro!. Es que esto es una actitud infantil, de villano de caricatura. Y encima lees cada estupidez -con el perdón- que escribe la gente en los comentarios de las noticias y te pones a pensar. ¿Habrá manera de vender las neuronas que no usamos? Yo podría aportar con algunas. Jeje Si es así, a lo mejor ni tenemos que privatizar el aeropuerto; porque son tantas y tantas las que podríamos vender -"de fábrica"- que hasta podríamos cuadrar el presupuesto e irnos en superávit [humor negrito].

Si mal no estoy, y si estoy equivocada que alguien me corrija, en los últimos tiempos lo único que ha tenido el acuerdo de todos los sectores, es el nombramiento de David Bernier como secretario de estado. No sé, algo raro debe estar pasando porque esto no es normal. Jeje Claro, todo el mundo conoce la calidad humana, la trayectoria y la valía de Bernier. ¡Por lo menos en algo estamos de acuerdo! Aunque no me extrañaría que alguno le cuestionara cualquier bobería por el simple hecho de ir contracorriente, de que no quede duda que no es fácil de convencer; de que tiene que irse en contra para que se vea que es fiscalizador… ¡Flaco servicio al país hace!

Eso es lo que ha “medio recogido” el reguerete este en el que vivimos (a ver cuánto nos dura). Y si queremos echar pa’ lante este país tenemos que empezar con abrirnos a las ideas y a las recomendaciones de los demás, a analizar las cosas, no a torpedearlas por el mero hecho de que es idea de otro porque así descartaremos hasta las que son buenas. Mientras sigamos cada uno tirando pa’ nuestro lado, este país no va a avanzar. Debemos dejar las boberías y las peleas chiquitas y empezar a recoger este reguerete, porque esa será la única manera de empezar a hacer país. Sino, seguiremos viviendo en este despelote y el tiempo se nos está acabando. A ver hasta cuándo seguimos soportando.