Por si las moscas...

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viernes, 22 de febrero de 2013

Escribir con la cabeza fría, es lo "supremo".


Escribir con la cabeza fría, es lo "supremo". Por eso es que ahora publico mi parece respecto a la decisión del Tribunal Supremo sobre la adopción de una niña por una pareja homosexual. Les aseguro que lo mejor ha sido dejar “enfriar” la cosa; porque los sapos y las culebras nunca salieron del saco. Ya hasta musiquita de flautita les puse y volvió la tranquilidad. ¡No quisieran leer lo que había escrito! Jeje

Aún cuando las aguas bajaron de nivel, como quiera, sigo pensando que no fue la mejor decisión. Eso no ha cambiado. Pero como persona que vivo en una sociedad de ley y orden tengo que respetarla. Siempre he pensado que si algo debe ser supremo en este país, es nuestra Constitución. A veces me pregunto si para nosotros es letra muerta. Parece que nos sentamos encima de ella, que la usamos para aguantar la puerta o para decir que tenemos una. Nada, que pensé en ella luego de leer la decisión. Es que a veces como que nos olvidamos lo que incluye la Carta de Derechos. Digo yo… 


Con sólo leer varias de las decisiones de los “supremos”, me pareció que algunas nada tuvieron que ver con el ordenamiento jurídico. Me impresionó que uno tomara como base para su decisión un estudio que no estaba admitido en el récord del caso. Interesante… Entiendo que no debió entrar en la evaluación ningún otro elemento que no fuera el legal. Los jueces no deben evaluar los casos desde el punto de vista de sus creencias porque su función no es esa. Su responsabilidad es interpretar la ley y hacer valer el derecho y la igualdad de todos los ciudadanos. No es un tribunal eclesiástico o un censor moral, sino uno judicial. Así que los jueces deben allanarse a los fundamentos legales y no a sus convicciones morales y/o religiosas. 

Ahora, un poquito retirada del disparo de salida, estoy viendo y evaluando otras cosas que me hacen pensar que mucho puede hacerse para darle a los ciudadanos las garantías que se merecen. Ejemplo de esto son las palabras de la designada secretaria de la familia, Idalia Colón Rondón, cuando dijo, y cito la nota periodística publicada en Noticel: “Yo no puedo concebir que en este siglo yo tenga que estar dividiendo a la familia por la forma en que está constituida. Hombre y mujer; hombre y hombre; mujer y mujer. Yo lo que tengo que mirar como Departamento, es el bienestar del menor. ¿Dónde va ese menor a vivir? ¿En qué núcleo? Que tenga todas las oportunidades de desarrollo. Si tenemos que mirar nuevamente los protocolos, lo vamos a hacer. La sociedad se trata de cambios y tenemos que ir mirando los cambios que se atemperan a nuestra realidad como sociedad puertorriqueña”. Nada más cierto.

Pensé lo mismo cuando leí en prensa que el Senado evaluará conceder a los homosexuales el derecho de adoptar. Ojalá y pueda lograrse. Y a veces no puedo cuando escucho a las personas hablar de que debe ser hombre y mujer, que si la figura paterna y la figura materna, y tal. ¡Pero si muchos niños tienen papá y mamá y los pobres viven un calvario!. Muchísimas atrocidades y barbaridades hemos leído en prensa sobre los que, se supone, protejan a los niños. ¿De qué estamos hablando entonces?. Siempre y cuando haya respeto, amor, compromiso, apoyo, etc., no veo por qué no. ¿Cuántos hogares “normales” le ofrecen eso a los niños? Hay muchísimos, lo sé; pero también tenemos que pensar en esos que no lo tienen. Sólo hay que ver las estadísticas y los cortes de prensa para darse cuenta que cada vez más tenemos niños que no reciben lo que se supone reciban; un ambiente seguro, protección y amor.

Otra cosa que me hizo pensar que vamos en la dirección correcta, a pesar de los tropiezos, fue que el gobernador Alejandro García Padilla firmó una orden ejecutiva buscando que las parejas de hecho y sus dependientes recibieran el beneficio del plan médico. Y que conste, que esto aplica a todas las parejas, que algunos piensan que sólo es a parejas homosexuales. ¡Es que tenemos que educarnos! ¡Qué mucho nos falta!

Así que, para mí, aunque se estableció jurisprudencia con esa decisión, los cambios sociales nos van a llevar a una nueva realidad social; lo queramos o no. Esperemos que ésta, aunque no esté basada en la estructura tradicional, sea una más justa, más equitativa, más tolerante, más comprometida, de más oportunidades y de mayor bienestar. Esa es mi única esperanza. Ojalá.

1 comentario:

  1. Muy bien dicho. Se tratade justicia, tolerancia y igualdad de derechos.

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