La piel de cebolla es tan y tan fina, que puse la cáscara... |
No sé si es por el calor del trópico, por el agua, por los polvos del Sahara, porque somos caribeños o porque estamos en ruta de huracanes. No sé si es por el ‘síndrome del colonizado’, o porque nos gusta criticar. No sé ni por qué. El caso es que tenemos la piel finita, de cebolla, y reaccionamos a cualquier cosa, como si fuera una tragedia.
Y me disculpan si lo que voy a decir no le gusta a algunos; pero creo que en este país debemos dejar el drama. Tenemos que dejar de criticar desde las gradas y bajarnos al ruedo. Empezar a agarrar el toro por los cuernos, no por el rabo. Ponernos a mirar las cosas de frente, con todo lo que eso implica. Desmenuzar las cosas, no cogerlo todo ‘literal’.