En la recta final

 No hay cosa más maravillosa que ver la alegría y la satisfacción en las caras de los estudiantes una vez han terminado su semestre o su grado académico. Mucho más cuando han pasado el Niágara en bicicleta por tantos retos que tuvieron que afrontar durante ese tiempo. Estos últimos días he estado viendo en los medios sociales, pero sobre todo hoy, la euforia por el logro alcanzado. ¡Felicitaciones! Y por eso, esta trepadita.

Ya pronto hay graduación. Yeah! Y muchos de los que se gradúan de relaciones públicas y producción de eventos pasaron por mi salón. Así que aquí un mensaje para ellos, principalmente. No se pudieron escapar de la última cantaleta. Jejeje Y es que dentro de esta euforia, hay que poner los pies firmes sobre la tierra porque más rigurosidad, ética y compromiso deben tener. Así que aquí estoy yo, como siempre... 

Podrán escuchar por ahí que no hay oportunidades de empleo en el campo de la comunicación. Creo que esto ya lo hemos hablado hasta la saciedad, pero vuelvo y se los repito. No dejen que nadie los limite. El que quiere, el que es bueno, el que está preparado, el que tiene curiosidad intelectual, el que es creativo, el que sabe, el que conoce, el que acepta el reto, el que entiende que siempre tienen que aprender; ese, siempre tendrá trabajo y logrará lo que se proponga.

Y si no consigue un trabajo, pues a crearlo. Ustedes tienen todas las herramientas para hacerlo. Además, en la coyuntura histórica en la que estamos, Internet, los medios sociales, las redes, etc., son un campo virgen. Y no estoy diciendo que en las empresas, firmas, agencias u organizaciones no hay oportunidades. No es eso; lo que digo es que el radio de acción es muy amplio y que ustedes, si están bien preparados y si así lo desean, lo pueden lograr.

Busquen áreas en las que sean buenos; creen nichos. Hay muchas inteligencias y habilidades y cada quién tiene una cantera de posibilidades. Y no es sólo trabajar, puede seguir aprendiendo, incursionando en otros campos de estudio. Así tendrán una educación más ‘redonda’; más amplia. No se limiten ni dejen que otros los limiten. 

No dejen que nadie les diga cómo pensar. Piensen como quieran y lo que quieran. Claro, su razonamiento debe estar respaldado con información luego de un proceso de búsqueda y de evaluación. Lean, comparen, analicen y lleguen a sus propias conclusiones. Demasiados papagayos tenemos repitiendo lo que otros dicen, aunque no tengan idea de lo que están diciendo. Tengan libertad de pensamiento y de acción.

Lean de todo, tanto local como internacional, de extrema izquierda a extrema derecha, en medios tradicionales y sociales. Vean las diferentes perspectivas de las cosas. No se encajonen en un solo carril de pensamiento. A mayor conocimiento tengan de todo, mejor desempeño en el desarrollo de estrategias de comunicación y una mejor manera de vivir porque podrán apreciar la diversidad.

Aquí sigo con mi mantra; estudien, lean, prepárense, conozcan. Sigan aprendiendo siempre, de todo y de todas partes del mundo. Rompan la cajita. Salgan del 100X35. Y no estoy hablando de abandono ni de nada de esas cosas; ustedes lo saben. Es adquirir conocimiento, es ver otras culturas, maneras y sistemas. Es cambiar la perspectiva de mundo, de vida. 

Es abrirse al conocimiento y entender que somos diferentes pero compartimos el mismo espacio. Es aprender a respetar la disidencia, el pensar diferente, el vivir diferente. Entender que las cosas no se hacen de una sola manera. Que existen los matices de gris entre el blanco y el negro y, en muchísimas ocasiones, ahí es que está la respuesta. Es hacerlo todo de la manera más éticamente posible. Es hacer de su profesión, una vocación. Es madurar. 

Es que conozcan y amen su país, su nacionalidad, su cultura, su historia. Es entender la dimensión de lo que es ser puertorriqueño. Es estar orgulloso de los que somos y de lo que muchos de los nuestros han hecho. Es respetar todos esos grandes hombres y mujeres que fueron forjando lo que somos hoy. La historia es la historia y no se puede cambiar ni tapar el cielo con el dedo. Es dejar de ser cobardes y llamar las cosas por su nombre. Es nunca rendirse.

Es que con su vida y con su trabajo aporten a hacer de ésta una mejor sociedad; siempre llevando los valores de su institución. Es entender que todo lo que vivieron en la universidad, lo bueno, lo menos bueno y el empeño que pusieron sus profesores; porque sé que así siempre ha sido, no tenía otro fin que prepararlo para lo que se van a enfrentar. Ya se darán cuenta de ello.

Y no hay nada más gratificante que verlos después de graduados hechos todos unos profesionales, muy bien ‘rankeaos’ y felices haciendo lo que les gusta; lo que estudiaron. Y una se siente bien sabiendo que, aunque les hizo la vida cuadritos con tanta cosa en las clases -que era justo y necesario- al fin entendieron el por qué de eso. El mundo no es un lecho de rosas y había que prepararlos para afrontar ese gran mundo laboral y la vida.

Nada, no quiero extenderme más, porque dije que esto sería cortito. Sólo me resta decirles a todos mis estudiantes, a los que terminan semestre y a los que se gradúan, que recuerden que creemos y confiamos en ustedes. Que siempre amen su profesión, que la vivan con pasión y que trabajen para que este país sea un mejor lugar donde vivir. Que siempre tengan presente la misión y los valores de su Alma Mater y la filosofía educativa de Santa Magdalenta Sofía Barat y el Sagrado Corazón. Porque es la educación la respuesta a los problemas sociales. Es responsabilidad de todos hacer de la nuestra una sociedad más solidaria en la justicia y la paz. Los estudiantes de Sagrado, son ejemplo vivo de esto. 

Así que nos veremos en el salón de clases, nos veremos en el campus, nos veremos en la graduación, nos veremos por la vida. ¡Se cuidan!