Por si las moscas...

Los comentarios vertidos en estos escritos son de mi total responsabilidad. Comparto lo que pienso y siento, simplemente para que se pueda apreciar otro punto de vista sobre la cosas. Pueden o no estar de acuerdo con lo que expongo; conmigo no hay ningún problema porque cada quien tiene el derecho a pensar lo que mejor entienda. Los comentarios son bienvenidos. Espero que si alguien difiere, lo haga con respeto; no escribiendo chabacanerías o insultando. Este no es el lugar para eso. ;-)

miércoles, 27 de mayo de 2015

Instrucciones


“De dos a tres páginas; no una y media ni una y tres cuartos (hasta la última línea de la segunda página); podrían ser más páginas pero siguiendo el mismo principio. Márgenes de una pulgada alrededor del papel. Espacio sencillo; el ‘spacing’ en 0. Letra Times Roman o Arial a 12 puntos. Tinta negra sobre papel blanco. Nombre, número de estudiante y fecha, deje un espacio; luego ponga el título, deje un espacio y comience a redactar”. 

Convulsos. Así deben haber quedado algunos que hayan leído esto y que lo hayan vivido. Y es que estas son las reglas básicas de redacción en mis cursos. Lo primero que hago cuando voy a corregir un trabajo es revisar minuciosamente el documento; que todo esté en orden y que no tenga ‘engañitos visuales’. Luego la gramática y la ortografía y después el contenido en sí. 

No seguir instrucciones, conlleva la pérdida de puntos. El que sigue las reglas, de entrada, tiene la mitad de la pelea gana porque toda mi atención estará concentrada en el contenido, y no tendrá mucho rojo en el papel; bueno, depende... 


Porque no sólo son las medidas también es el trabajo en sí. A veces, si les digo una cosa, hacen otra cosa. En una ocasión pedí el resumen de un libro. R-E-S-U-M-E-N, pero algunos empezaron mencionando toda la obra del autor y de su posición en la ‘literatura’. ¿Qué creen que pasó? 

Igual es cuando les digo que hagan un análisis, con una guía de preguntas y hacen otra cosa. Le digo que incluyan cinco cosas y ponen tres. Les digo que son internacionales y las hacen locales. Les digo que uno de cada continente y las hacen de uno solo o de dos. Les doy fechas específicas y usan otras. Entre mil cosas más.

Y no, aunque para algunos pareciera un general de cinco estrellas, nunca he simpatizado con las fuerzas armadas. Eso sí, tengo que reconocer que considero ‘en algo’ su rigurosidad. Sólo por lo que esto significa. 

Todo esto tiene su propósito. No busco hacerle la vida cuadritos a los estudiantes o complicárselas, sino todo lo contrario; es para facilitárselas. Creo que es importante que tengan claro el concepto de las reglas y las instrucciones porque de eso va la vida. El gran problema es que en este país la gente anda haciendo lo que quiere y como quiere. Eso es lo que ven, eso es lo que hacen. Esa es su referencia.

Las instrucciones no son otra cosa que, según algunas acepciones del DRAE, un “conjunto de reglas o advertencias para algún fin”. “Órdenes que se dictan a los agentes diplomáticos o a los jefes navales”. “Reglamento en que predominan las disposiciones técnicas o explicativas para el cumplimiento de un servicio administrativo”. 

Y las reglas son, según algunas acepciones del DRAE, es “Aquello que debe cumplirse por estar convenido por una colectividad”. Es un “Estatuto, constitución o modo de ejecutar algo”. “Razón que debe servir de medida y a que se ha de ajustar las acciones para que resulten rectas”. “Orden y concierto invariable que guardan las cosas naturales”. “Conjunto de operaciones que deben llevarse a cabo para realizar una inferencia o deducción correcta”. No pare más; tiene que ver con hacer bien; como debe ser.

Y venga, tampoco es que sea ‘tan’, ‘tan’ como la inquisición o cosa parecida; sino que seguir instrucciones da cierta estabilidad. Es establecer orden. Todo mundo conoce las reglas, sabe qué tiene que hacer y sabe lo que puede esperar.  Todo funciona mejor.

En las sociedades hay reglas, hay maneras de hacer las cosas, hay guías a seguir. Esto se ha establecido así buscando una mejor convivencia, una mejor interacción, un mejor funcionamiento.  Nosotros no podemos ir por el mundo queriendo hacer lo que queramos, como queramos y cuando queramos. Por ahí es que va la cosa.

Y con esto quiero llegar a donde quiero llegar, a decir que en este país necesitamos entender que hay una reglas que seguir, unas cosas que hacer, unas maneras. Aquí todo el mundo hala para su lado. No hay respeto, no hay nada. Da la impresión de que el ‘yoísmo’ y el personalismo están sobre el bien común; pareciera que esto último, no existe. 

Y esto lo vemos a todos los niveles. Después tan felices y tan campantes, siguen su camino o sólo se creen que con un ‘lo siento’, lo resuelven. En una ocasión alguien me dijo que era mejor pedir perdón, que pedir permiso. Difiero. Si la gente hiciera las cosas como las tiene que hacer, no tendría que llegar a esto. Bueno,  podría haber sus excepciones; pero no debería ser la regla.

Y daré par de ejemplos. El supermercado es el mejor para esto. Cada vez que voy, antes hago un ‘poquito’ de meditación porque siempre pasa algo. Hay un letrero que lee: ‘Una sola fila’ y la gente olímpicamente se quiere colar porque va para la otra ventanilla o simplemente va a hacer ‘una pregunta’. ¡Que todos podemos estar para lo mismo! ¿La gente no sabe leer? 

Yo era de las que cuando estaba en una fila pagando, si la persona tenía pocos artículos la dejaba pasar. Pero últimamente no lo estoy haciendo. Y no, no es que sea mal educada; al contrario, es que hemos mal acostumbrado a la gente a aprovecharse usando ese patrón. Si existe una fila expreso para 15 artículos o menos, ¿por qué meterse en la otra fila que es para compras con más artículos? ¿Por qué hay mucha gente en la otra fila y no quiere esperar? ¡Pero si todos estamos esperando!

En el estacionamiento del supermercado, hay unos letreros que leen: ‘Deje el carrito en los espacios dispuestos para ello’ (o algo así) y las personas sacan la compra del carrito y lo mueven para el lado, no importa si bloquean otro carro o lo dejan en el medio. ¿Qué les cuesta dar varios pasos más para llevarlo a esos espacios o ponerlo en el lugar que tienen a la entrada del supermercado? 

Otra cosa que estoy viendo mucho en los estacionamientos hay autos ocupando dos espacios; presumo que para evitar que alguien le de un ‘cariñito’ con la puerta. Lo increíble es que uno ve personas dando vueltas por el estacionamiento porque está lleno. Pero venga acá, ¿para que están las rayitas en el piso? ¡No son de decoración! Acomode su vehículo en el espacio que le corresponde. Y no aparecerse una patrulla de la policía por el lugar… 

Nada, que toda esta perorata es para decir que si queremos que esta sociedad funcione, que cada vez está más ingobernable, debemos seguir reglas e instrucciones. Si las vemos como una imposición o como algo para no respetarlas, estamos mal. Si entendiéramos que sólo buscan el mejor funcionamiento de todo, el cuento en este país sería otro.

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