Una gran mayoría de puertorriqueños se ha vuelto tóxica; muy tóxica. Si fuéramos a medir el nivel de toxicidad, estaríamos en problemas. Vivimos en un ambiente cargado; denso. No importa donde sea; lo vemos, lo escuchamos, lo leemos, lo sentimos.
Por si alguien no lo tiene claro, yo siempre consultado a mi amigo el DRAE, la toxicidad es el grado de efectividad de una sustancia tóxica. Lo tóxico es relativo o perteneciente a un veneno o toxina. La toxina es un veneno producido por organismos vivos. Pues parece que no podemos ser más tóxicos porque no podemos.
Aunque todavía esto no ha permeado en una gran mayoría de la población; podemos sentir cómo, se va extendiendo a más y más personas. Mucha cuenta de esto nos damos cuando vemos los medios, tanto tradicionales como sociales y las redes sociales.
No estoy segura si siempre ha sido así, o si es que el esconderse detrás de un teclado saca toda la podredumbre que hay en el corazón, y los medios y las redes sociales lo están dejado al descubierto. Para mí, esto es algo sumamente preocupante.