Por si las moscas...

Los comentarios vertidos en estos escritos son de mi total responsabilidad. Comparto lo que pienso y siento, simplemente para que se pueda apreciar otro punto de vista sobre la cosas. Pueden o no estar de acuerdo con lo que expongo; conmigo no hay ningún problema porque cada quien tiene el derecho a pensar lo que mejor entienda. Los comentarios son bienvenidos. Espero que si alguien difiere, lo haga con respeto; no escribiendo chabacanerías o insultando. Este no es el lugar para eso. ;-)

viernes, 21 de noviembre de 2014

No se puede creer todo lo que se lee...



La lectura crítica de las cosas y de los medios es un tema que discuto en clase. Hago enfrentarse a los estudiantes con la realidad de cómo se maneja la información (El análisis corre por ellos). Hace tiempo quería escribir sobre este tema pero hoy recibí el ‘pie forzado’ para hacerlo. Así que esta trepadita no se podía posponer más.

Primero que todo quiero dejar claro que creo en las libertades; sobre todo en la libertad de expresión. Cada quién puede tener un punto de vista sobre algo y está en todo su derecho a compartirlo. Lo que no se puede perder de perspectiva es que las libertades conllevan deberes y responsabilidades y que todas deben ir agarraditas de la mano.

Y digo esto porque la información se puede manipular. Se puede usar para controlar, para manejar, para someter, para dominar.  Siempre he dicho que el poder lo tiene el que maneja la información. Por eso mi cantaleta -casi mantra- de que cualquiera no puede hacerlo y que la comunicación tiene que estar en manos de expertos; de personas éticas y preparadas. Así de importante es.

Y vuelvo al tema; tenemos una fe ciega en los medios de comunicación y nos creemos todo lo que dicen. Más ahora, con el ‘boom’ de Internet, los medios sociales y la proliferación de páginas, encontramos cualquier cantidad de cosas y creemos que todo es verdad. Nos tragamos como cierto todo lo que leemos, no importa quién lo dijo, ni cuándo, ni cómo. A veces pienso que somos demasiado inocentes; demasiado confiados; demasiado crédulos. 

Y no es que no busquemos información en Internet o no leamos lo que queramos; al contrario. Como siempre le digo a mis estudiantes, hay que leer de todo. Pero debemos leer sobre una misma cosa de distintas fuentes y de diferentes ángulos y perspectivas. A través del análisis es que llegaremos a nuestras propias conclusiones. 

Con lo que tenemos que tener cuidado, y lo que debemos tener claro, es que no toda la información es buena y nos sirve. Me explico. En la red hay gran cantidad de información, de todo, y hay espacio para ello. Pero tenemos que ser selectivos; debemos saber cuál usar y cuál no. Todo dependerá para qué queramos la información. Ejemplo de esto es Wikipedia. Bien para fines 'recreativos', pero para nada como fuente primaria de investigación. Bueno, podría servir para darnos algo de bibliografía; pero para nada más. En mi salón no hay 'wiki' que valga, porque vetada está.

Yo soy una que leo de casi todo y de todas partes del mundo. Muchas veces para informarme (casi todos los medios tienen páginas en inglés o en español), otras para entretenerme, otras para conocer; en fin, para explorar el mundo y todas sus posibilidades. Pero estoy bastante clara de cuál usar, cuándo y para qué. 

Y es que una de las cosas que recomiendo, y que hago, es tratar de conocerla antes de usarla. Exploro su página, sobre todo la información corporativa. Veo si pertenecen a algún grupo de comunicación y busco sobre ellos. Reviso los medios bajo esa sombrilla y me hago una idea de cuál es su línea editorial.

Pero eso no se queda ahí; también busco cualquier otra información en Internet. Si tienen páginas en medios sociales trato de visitarlas. Sólo para tener una idea de qué puedo esperar de ese medio. Así que dependiendo de esto le doy mucho o poco peso y valor a la información, lo visito constantemente o no, o simplemente lo uso para ver tendencias y poder tener otro ángulo o punto de vista. 

Porque esto de la neutralidad de los medios no existe. A lo mejor antes era menos claro, pero ya sabemos de qué pata cojea cada quién. Y, ¡ojo!; cada quién maneja su negocio de la información como quiere. Lo que estoy diciendo es que tenemos que tenerlo claro a la hora de leer sus notas para poder hacer nuestros juicios valorativos considerándolo y poniendo todo en su justa perspectiva. Muchos medios, y los puertorriqueños no se escapan, tienen muy definidas sus líneas editoriales. 

Los medios sociales le han dado otro matiz a esto del manejo de la información. La gente escribe cualquier cosa -como este escrito- por diferentes razones. Si la persona que lo lee no está clara de quién es la fuente, del tono en que lo escribe y por qué lo hace, se puede malinterpretar su propósito. Todo va a depender de cómo usemos la información y el valor que le demos a lo que leemos. 

Se escribe para educar, para compartir información, puntos de vista sobre algo y para desahogarse (como yo); entre mil cosas más. Tenemos cosas publicadas en diversidad de idiomas, desde las más conservadoras hasta las más liberales; de humor negro y satíricas, de fuentes fidedignas y de otras no tanto. Tenemos textos, caricaturas o ilustraciones; en fin, de todo. Están ahí y todas son válidas. Lo importante es conocerlas y diferenciarlas.

Lo más peligroso de todo, y por lo que me trepo, es que no se haga buen uso de los medios que tenemos; tanto tradicionales como sociales. Que por querer adelantar o justificar alguna causa, por buscar crear problemas o dificultades a alguien o con algo, manejemos la información de manera poco responsable.  Llegamos al meollo del asunto. Todo este preámbulo, que creí necesario, es para entrar en el tema. 

Y es que hoy vi, en un medio humorístico puertorriqueño, una nota sobre una situación que pasó con uno de sus escritos sobre un tema que estaba en la palestra. Su entrada se publicó en un medio digital, identificándola como lo que es, una nota humorística. Pues un grupo sacó la información y la colocó en su página en un medio social, pero tapando la aclaración y acusando al medio de persecución.

Lo más increíble y chocante para mí, y lo que veo más preocupante, es la cantidad de ‘likes’, ‘shares’ y comentarios que tiene la nota manipulada, algunos nada positivos. ¿Cómo es posible que reaccionemos a las cosas sin verificarlas? ¿Cómo es posible que ataquemos a otros sin tener todos los elementos de juicio? Ahí es que empiezo yo a cuestionarme muchas cosas. 

Y que quede claro que no estoy en contra o a favor de nada o de nadie. Ni estoy criticando grupo alguno porque cada quién hace lo que quiere y se asocia como quiere y con quien quiere; así está contemplado en nuestra Constitución. Lo que sí estoy señalando es que la información no se debe manipular, que no se debe tratar de llevar a la gente a pensar de una manera dada omitiendo, cambiando o dejando información fuera para recibir el apoyo y el respaldo. Por eso me trepo. 

La información se debe presentar tal cuál es. E indico aquí lo mismo que le digo a mis estudiantes. Que deben ver diferentes puntos de vista, ubicar las cosas en tiempo y espacio y hacer su análisis. Que tienen que pensar por ellos mismos, no por lo que les digan. Que pueden pensar lo que quieran, pero que deben respaldarlo con información. Esa es la única vía válida.

¿Cómo lograrlo? Primero, aprendiendo a diferenciar las cosas y leerlas en su contexto. Segundo, no dar como verdadero o fiable cualquier cosa que leemos, vemos o escuchamos. Y tercero, romper la 'filita india' y no hacer ciegamente lo que nos dicen que pensemos o hagamos. No debemos reaccionar a cualquier cosa sin haber buscando un poco más de información.

Tenemos que educarnos más, leer más, comparar más, analizar más y ser más críticos con las cosas porque sino, seguiremos creyendo todo lo que leemos. A la misma vez, esto es una muestra de lo delicado e importante que es el manejo de la comunicación y por lo que no todo el mundo puede hacerlo. Aquí lo dejo, para que lo rumiemos...



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