Por si las moscas...

Los comentarios vertidos en estos escritos son de mi total responsabilidad. Comparto lo que pienso y siento, simplemente para que se pueda apreciar otro punto de vista sobre la cosas. Pueden o no estar de acuerdo con lo que expongo; conmigo no hay ningún problema porque cada quien tiene el derecho a pensar lo que mejor entienda. Los comentarios son bienvenidos. Espero que si alguien difiere, lo haga con respeto; no escribiendo chabacanerías o insultando. Este no es el lugar para eso. ;-)

domingo, 4 de febrero de 2018

Muy necesario el análisis crítico



Llevo un buen tiempo sin decir mucho, sólo observando, escuchando y leyendo; tomando el pulso de lo que se discute en la palestra, en las redes sociales y en la calle. Me he dedicado a mirar cómo se está desarrollando el discurso y cómo se reacciona a él.

Me doy cuenta que en la discusión en Puerto Rico algo muy importante está faltando, y es el análisis crítico. Se está haciendo cada vez más una costumbre el disparar de la vaqueta sin ton ni son. No se escucha y simplemente se reacciona; ya sea desde la emoción, las tribus de colores o los prejuicios, entre otras.

Se ha adquirido la mala costumbre de repetir como el papagayo; así sean disparates. No se escuchan argumentos, no se cuestionan las cosas ni se corroboran, no se va más allá, tampoco se profundiza en los que se dice o se hace. Muy preocupante.

A veces resulta fuerte y complicado leer comentarios en las redes. Es increíble leer cosas que realmente están erradas, que son medias verdades o repeticiones de algo que alguien dijo. Es lamentable ver que, aunque errados, argumentan con una seguridad pasmosa y hasta de manera muy despectiva.

Simplemente la nueva modalidad es atacar, insultar, dañar denigrar y manchar personas; no discutir los asuntos. Mucho “qué bruto”, “idiota” y hasta cosas peores hay que leer. Demasiados ‘troll’. Muchos toman como una cruzada personal el denigrar a los demás. Piensan que así derrotan el argumento. Nada más lejos de la verdad.

Soy de las que cree que hay que alzar la voz y hacer crítica, pero de la constructiva, la que arroje luz, la que ayude a aclarar puntos o a traer posiciones diferentes a la mesa para evaluarlas. No creo en criticar por criticar, porque no es decir cualquier cosa.

Soy de las que cree que la crítica no debe hacerse desde la emoción; sino desde la razón. Es necesario mirar las cosas con cuidado, de frente, y analizarlas sin apasionamientos. 

Se deben discutir -en el buen sentido de la palabra- argumentos, situaciones, opiniones, puntos de vista. Las cosas hay que mirarlas desde afuera, con cabeza fría.

Soy de las que cree que no se debe atacar a los demás. No creo en buscar denigrar, ofender o insultar, faltarle o tratar de ridiculizar a la persona que opina, trae la idea o el argumento. 

A veces, como no se tienen argumentos válidos, se va al ataque personal y eso es lo que estoy viendo que se está destilando más en estos días.

Si queremos tener discusiones serias y fructíferas debemos romper con estos patrones que nos han impuesto y que creemos son los correctos. Debemos dejar de reaccionar desde la emoción y empezar a ser analíticos con la información, a ver todas las posibilidades antes de emitir un juicio. Nos falta investigar, comparar, evaluar, analizar y concluir.

Las situaciones tienen más de un ángulo. Uno no puede quedarse con un sólo punto de vista, aunque sea el suyo. Hay que tratar de ver la situación desde diferentes perspectivas; a lo mejor se da cuenta de algo que no había contemplado. Si sólo se hace desde el suyo, se quedará toda la vida con una visión que, posiblemente es la errada.

Hay que verificar la información y las fuentes. No todo lo que se publica, especialmente en las redes, es como aparenta. Sólo así sabrá si lo que se publica es cierto o si está matizado. Hay muchísimas noticias falsas o acomodadas a conveniencia y no puede caer como el ‘pescaíto’ por cualquier cosa que lee.

También los medios tienen líneas editoriales y muchas personas que comparten en las redes tienen sus posiciones. Conociendo esto, usted estará claro el por qué la información se trata de cierta manera. Esto le dará una perspectiva más clara de la situación y podrá ver mejor el cuadro completo.

Tampoco todas las fuentes son confiables. Muchas tienen sus agendas específicas. El conocer esto le ayudará a filtrar mejor la información. Así sabrá lo que hay detrás de esa publicación. En ocasiones, en vez de información es propaganda y podría haber más de la segunda que de la primera. Si usted no está familiarizado con esto, puede confundirse.

Debe leer de todo, lo que va de acuerdo a su interés o ideología y lo que no. Sólo así podrá ver otras posibilidades. Esto podría resultar en modificaciones o cambios de opiniones -que no es nada malo-, entender mejor el problema o situación y hasta confirmar lo que cree. ¿Por qué el miedo a evaluar otra información?

Cuando son temas complicados o difíciles, busque el punto de vista de un especialista. Por ejemplo, en cuestiones económicas, que son las que nos ocupan estos días, busque, lea y analice el punto de vista de varios economistas, no sólo de uno. No se quede con lo que dicen los políticos o los comentaristas porque suele ser propaganda.

Rompamos con ese patrón que nos han impuesto y que nos está limitando, acorralando y dejándonos sin poder evaluar las cosas de manera crítica. 

El no saber ni emitir una opinión ponderada, analizada, evaluada y desde todos los puntos de vista nos ha llevado a tomar decisiones que necesariamente no han sido las mejores.

Y para muestra, un botón. Sólo miremos nuestra realidad y nos daremos cuenta que debemos cambiar el paradigma de cómo le hacemos el acercamiento a las cosas. 

Como ya mencioné, si queremos tener discusiones serias y fructíferas eso es lo que debemos hacer. Yo, no pierdo la esperanza de que empecemos a hacerlo.

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