‘Ese pedazo de tela’ se ha convertido en
la moda del momento. Está en los autos, en los balcones y en otros lugares.
Dicen que es la bandera puertorriqueña, pero yo difiero porque muchos no la
tratan como si lo fuera, sino simplemente como un canto de tela.
Y venga, no me creo que soy la que más
sabe o quiere la monoestrellada; mucho menos que soy la más puertorriqueña o
patriota. Tampoco que soy un ente sensor, ni la inquisición. Lo que pasa es que
pienso que si uno quiere algo, le da el mejor trato posible. Pero para quererlo, hay
que conocerlo.
Una bandera, según el DRAE, es una ‘tela
comúnmente rectangular, que se asegura por uno de sus lados a un asta o a una
driza y se emplea como enseña o señal de una nación, una ciudad o una institución’.
Han acompañado al hombre desde los inicios de la civilización como distintivos
de lo grupos, familias, clanes, etc.
No voy a entrar en la historia o la
vexilología. Sería meterme en aguas profundas porque hay muchísimo que contar y
no es el objetivo de esta entrada. Sólo voy a decir que las banderas, como las
conocemos hoy, tienen su origen en los vexiloides, originarios de los pueblos
orientales. De los primeros que las usó en batalla fue Gengis Kan. Algo que después
adquieren los ejércitos romanos y que siguió evolucionando hasta lo que tenemos
hoy.
Pero volvamos al pedazo de tela; porque
eso seguirá siendo mientras no le demos su verdadero valor, no la vemos como lo
que es, lo que encierra y lo que representa. En el artículo ¿Por qué son
importantes las banderas?, publicado en
el periódico español El País el 5 de julio de 2015 (https://politica.elpais.com/politica/2015/07/01/actualidad/1435706029_139611.html), hace referencia a esto:
"Hay
mucha semiótica escondida en el uso de las banderas que trabaja sobre el inconsciente.
Triunfan porque es cierto que provocan grandes emociones en muchos países.
Cuando la identidad está en peligro, uno se apoya en la bandera", explica
José Enrique Ruiz-Domènec, catedrático de historia en la Universidad Autónoma
de Barcelona y autor, entre otros, del ensayo de referencia Europa. Las claves
de su historia (RBA).
José
Manuel Erbez, bibliotecario en la Universidad de La Laguna y secretario de la
Sociedad Española de Vexilología (la ciencia que estudia las banderas), explica
por su parte que "a finales del siglo XVIII y principios del XIX nace la
necesidad de identificar la nación con un símbolo y así surge la enorme carga
simbólica de las banderas". "Cuando la bandera pasa a identificar un
colectivo es cuando empieza a tener una carga simbólica más fuerte y más
emocional. La gente sigue necesitando identificarse con un grupo y la bandera
es un símbolo enorme: es una forma sencilla de expresar una idea muy compleja".
Cuando le damos el valor simbólico y su
justa carga emocional, deja de ser un pedazo de tela para representar nuestra
identidad, lo que somos, el alma y espíritu puertorriqueño porque encierra toda
nuestra idiosincrasia, nuestra herencia cultural y de razas. Deja de ser un
pedazo de tela y muestra lo que somos. Se convierte en la bandera
puertorriqueña, la monoestrellada.
Cada vez que veo a alguien que no da paso
o viola las simples reglas de cortesía en la carretera, grita, se cruza para no
dar paso y obstruye a los demás pienso que lo que lleva ‘enganchado’ en el auto
no es la bandera, sino un pedazo de tela. Me pregunto si ese comportamiento,
entre muchos otros más, encierra lo que somos. Que cada quién se lo conteste.
Es que el patriotismo no se demuestra con
sólo llevar la bandera, sino en el respeto y la consideración hacia ella.
Existe un reglamento de bandera (http://www.lexjuris.com/Reglamentos/estado/lex955282%20bandera.htm)
que deberíamos considerar.
Es importante mencionar que en el Artículo 2 Definiciones, se
establece que
(C) La frase "bandera del Estado Libre Asociado de Puerto
Rico", incluirá cualquier bandera, estandarte, enseña, insignia, grabado o
representación de la misma, sin importar su tamaño, o el material del cual
estuviere hecha y que evidentemente tenga por objeto representar dicha
bandera.
Me parece que es imprescindible que le
echemos un vistazo a los artículos 26 y 27. El
Artículo 26 Trato respetuoso estipula que:
(A) Ninguna persona deberá
mutilar, dañar, profanar, pisotear, insultar ni menospreciar con palabras u
obras la bandera del Estado Libre Asociado de Puerto Rico.
(B) No debe permitirse que la
bandera toque la tierra o el piso, o que se arrastre por el agua.
(C) Tampoco debe sujetarse,
desplegarse, usarse o guardarse en forma tal que se rasgue, se manche, o esté
fácilmente expuesta a dañarse.
(D) La bandera no debe usarse
para cubrir el cielo raso o el techo de un local.
(E) Cuando las condiciones de
la bandera sean tales que no pueda seguir dándosele uso, se ha de destruir ésta
en privado, en forma respetuosa, preferiblemente mediante la
incineración.
(F) Por ningún motivo deberá
usarse una bandera en estado de deterioro, o sea, deshilachada o con colores
desteñidos.
(G) En los casos en que sea
absolutamente necesario lavar la bandera, dicho lavado deberá hacerse en
privado y en forma respetuosa.
(H) En eventos deportivos que
se lleven a cabo en Puerto Rico será responsabilidad de los organizadores de la
actividad y/o los administradores del local, velar en todo momento que se le
brinde el debido decoro y respeto a las banderas.
(3 de agosto de 1995, Reglamento
Núm. 5282, Artículo 26.)
El Artículo 27 Prohibiciones estipula
que:
(A) La bandera no debe tejerse
ni bordarse sobre cojines, pañuelos o artículos similares; ni ser impresa, ni
grabada en servilletas, sean éstas de cualquier material, ni en cajas, ni en
ningún artículo que se haya de desechar por inservible.
(B) Queda prohibido el uso de
la bandera como emblema o insignia de partidos políticos o de candidatos que
figuren en la papeleta electoral.
(C) Queda prohibido, asimismo,
usarla como emblema o insignia en relación con elecciones primarias, elecciones
plebiscitarias, referéndum, o cualquier otro tipo de consulta que se haga al
pueblo por medios electorales.
(D) Las siguientes prácticas
quedan prohibidas:
(1) Estampar, imprimir o en alguna
forma hacer figurar alguna palabra o palabras, número, marca, grabado, diseño,
o anuncio de cualquier índole sobre la bandera del Estado Libre Asociado de
Puerto Rico.
(2) Desplegar, o hacer desplegar a
la vista del público una bandera del Estado Libre Asociado sobre la cual se
hubiere impreso, estampado o agregado alguna palabra, número, marca, grabado,
diseño, pintura, o anuncio de cualquier índole.
(3) Desplegar a la vista del
público, vender, ofrecer en venta o usar cualquier artículo u objeto que sirva
de envase a mercaderías, en el cual se hubiere impreso, estampado, grabado o
fijado la bandera del Estado Libre Asociado con el fin de llamar la atención,
decorar, marcar o distinguir el artículo u objeto sobre el cual se hubiere
impreso, pintado, fijado o estampado la bandera del Estado Libre Asociado de
Puerto Rico.
(4) Ninguna persona deberá emplear
la bandera del Estado Libre Asociado de Puerto Rico en ningún tipo de
propaganda comercial o con fines de atraer la atención del consumidor.
(5) La bandera no se usará como
parte de, ni se imprimirá en un traje, uniforme, o vestimenta, bajo ninguna
circunstancia.
(6) Queda prohibido utilizar la
bandera para arropar, cubrir, vestir o decorar animales, atletas o
participantes en espectáculos públicos.
(3 de agosto de 1995, Reglamento
Núm. 5282, Artículo 27.)
Para quererla hay que conocerla y
respetarla. Así que cada uno decidirá, de acuerdo al trato que le dé, si lo que
portará será un pedazo de tela o la bandera puertorriqueña. Porlo menos yo, me quedo con la
monoestrellada.
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