Por si las moscas...

Los comentarios vertidos en estos escritos son de mi total responsabilidad. Comparto lo que pienso y siento, simplemente para que se pueda apreciar otro punto de vista sobre la cosas. Pueden o no estar de acuerdo con lo que expongo; conmigo no hay ningún problema porque cada quien tiene el derecho a pensar lo que mejor entienda. Los comentarios son bienvenidos. Espero que si alguien difiere, lo haga con respeto; no escribiendo chabacanerías o insultando. Este no es el lugar para eso. ;-)

martes, 21 de noviembre de 2017

El huracán, la crisis y todo lo demás




Lo que nos tocó fue fuerte. El huracán María nos partió por el medio y nos dejó agonizantes. Cierto; pero una cosa es el desastre natural y otra muy distinta todo lo demás. Y de todo lo demás es de lo que quiero hablar.

Una crisis es un acontecimiento inesperado; una situación dificultosa o complicada. Existen diferentes tipos de crisis, ya sea por situaciones personales y problemas empresariales que afectan la imagen y la reputación. También están las de accidentes o desastres naturales; entre otras más.

En las crisis pueden quedar al descubierto muchas cosas, ya sea porque se pierde el control, se acentúan las debilidades o los problemas afloran. Pero también se prueban y validan un tanto más. Si algo ha quedado más que claro con esta crisis, es el importante papel que juegan las relaciones públicas en una sociedad.

El trabajo de las relaciones públicas es desarrollar una estrategia clara, veraz y efectiva. Es informar, educar. Es coordinar y ejecutar. Es actuar. Por eso debe estar en manos de un profesional de la comunicación, un estratega, un relacionista.

Las relaciones públicas es una profesión completa, interdisciplinaria y enfocada en el bien común, que busca construir relaciones mutuamente beneficiosas entre las organizaciones y sus públicos. No es de la ‘Manga Production’. Hay que investigar, planificar, ejecutar y evaluar. 

La respuesta a las crisis se planifican. Uno nunca sabe lo que pueda pasar pero debe tener una guía básica para poder actuar. Si estamos en ruta de huracanes, pues señores, hay que hacer un plan para poder responder a posibles situaciones. Es prepararse para reaccionar efectivamente.

Teniendo eso como base, empiezo diciendo que, luego de sesenta días del paso del huracán María por nuestro país, poco hemos avanzado. Y eso, no es cualquier cosa. Sí, ha sido el huracán más devastador en los últimos cien años y todo lo que quieran, pero no se puede negar que la respuesta no ha sido la mejor.


Antes del huracán, la comunicación del gobierno estuvo bien. Se hicieron varias conferencias de prensa, se informó y se llevó bien el mensaje de la peligrosidad del huracán. Gracias a esto se salvaron muchas vidas.

Ahora bien, una vez pasado el fenómeno, la cosa empezó a cambiar. ¿Por qué? Porque no había ningún plan establecido. Se enfocaron más en la estructura que en el contenido. En la forma, más que en el mensaje. En la proyección, más que en la realidad. Al principio puedes improvisar y te puede salir bien la cosa, pero si no tienes algo definido, la caída no la podrás evitar.

Veía muchas cosas que no me parecían lógicas y otras que entendía que eran básicas y no se hacían. ¿Por qué centrarse en San Juan? Para mí lo lógico era dividir la isla en cuatro partes y hacer centros de acopio regionales. Era más fácil llegar así a los pueblos y de una manera más rápida y efectiva.

Los alcaldes clamaban ayuda y la respuesta era que se movieran al centro de convenciones a buscarla. ¿Cómo iban a llegar hasta allí si no podían salir porque los caminos estaban obstruidos? Había que ir donde ellos y llevarles las ayudas, no pedirles que llegaran a San Juan para darle ayuda. Inconcebible.

Se cayó la comunicación. Correcto. ¿Por qué no se distribuyeron antes teléfonos satelitales para que estuvieran disponibles en esos centro regionales. Es que si se sabía la magnitud del evento y se comunicó como tal, ¿por qué no se tomaron precauciones en ese sentido?. ¿Por qué no se distribuyeron megáfonos entre los alcaldes?.

Además, ¿No tienen los partidos gente contacto en todos los pueblos? ¿Cuál era la función de los ‘corredores-mensajeros’ de la Antigüedad? Parecerá una loquera pero la situación lo ameritaba. En ocasiones de emergencia, hay que volver a lo básico.

De momento no había transportistas para mover el combustible. Pero tampoco había disponible un registro, ni datos, ni nada porque no había electricidad y estaba en una computadora. ¿En serio?. Como proceso básico, se imprimen varias listas y se distribuyen entre diversas personas en puntos estratégicos, que pudieron ser los centro de acopio regionales.

Luego vinieron las informaciones contradictorias relacionadas a la cantidad de muertos, a los suministros, a las ayudas, a los fondos, a los servicios. Al sol de hoy hay cosas de las cuales todavía no se tienen datos concretos, como por ejemplo la cantidad de personas que están trabajando; entre muchísimas más. Hacen falta estadísticas, números, datos, información.

El gobierno reconoció que no tenía un Plan B y que esperaba por la ayuda de los EEUU y la avalancha de millones de dólares. Y vino el presidente de los EEUU y se le permitió cualquier cantidad de cosas. Lamentable por demás que la actitud sea tan servil. Y llegaron otros políticos estadounidenses.

El gobierno no ha sabido -o podido- manejar la crisis. La respuesta gubernamental resultó lenta, limitada y desarticulada. Esto queda más que demostrado cuando todavía a dos meses, pareciera que estamos a una semana del evento.

Es importante mencionar que los que desde un inicio se echaron al hombro la tarea de ayudar fueron personas particulares, los puertorriqueños que viven fuera, grupos, empresas y organizaciones. Reaccionaron rápido porque tienen sus planes y son más ágiles y sin una burocracia excesiva. De no haber sido por estos grupos, la cosas estaría muchísimo peor.

Con el paso del tiempo la proyección del gobierno ágil de antes del huracán se ha ido perdiendo. Algo que también ha pasado con la figura del gobernador. Y del manejo de la comunicación, ni hablemos. Eso, lo dejo para otra trepadita porque hay muchísima tela para cortar.

Creo que quedó más que demostrado la necesidad de desarrollar planes de manera estratégica y por profesionales capacitados para ellos, como lo son los relacionistas. No se debe improvisar o esperar a que otro nos resuelva el problema; hay que ser asertivo y efectivo. Tenemos que echar el resto por este país dejando a un lado consideraciones que no abonen a esto.

Y más de uno podrá decir que es fácil señalar y escribir sentadito en su casa; que se hizo lo mejor posible, que es cuando mejor se ha reaccionado o que con la boca es un mamey y mil cosas más. Pues bien, cada uno tiene su punto de vistas y visión; y este es el mío. 

Hay que revitalizar la economía y activar el comercio para que se empiece a mover Puerto Rico. Se le debe prestar atención y dar prioridad a lo verdaderamente importante; a lo que nos saque de este atolladero en el que estamos.

Debemos poner a caminar el país, porque como bien dice René Pérez, no hay que levantarlo, porque siempre ha estado de pie. Sólo nos queda echar el resto por nuestra patria, por nuestra nación. Y es que este hermosísimo pedazo de tierra caribeña se lo merece.

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