Por si las moscas...

Los comentarios vertidos en estos escritos son de mi total responsabilidad. Comparto lo que pienso y siento, simplemente para que se pueda apreciar otro punto de vista sobre la cosas. Pueden o no estar de acuerdo con lo que expongo; conmigo no hay ningún problema porque cada quien tiene el derecho a pensar lo que mejor entienda. Los comentarios son bienvenidos. Espero que si alguien difiere, lo haga con respeto; no escribiendo chabacanerías o insultando. Este no es el lugar para eso. ;-)

lunes, 13 de octubre de 2014

El 'efecto huracán'



¿Por qué tengo que estarme encaramando de esta manera? ¿Por qué? ¿Por quéééééé? Es que no me queda de otra; la verdad. Este paisito macondino, dantesco y kafkiano no me da otra
posibilidad. Y lo digo por las cosas tan absurdas que pasan en este país. Esto de los huracanes es como un paso de comedia, pero a veces adquiere proporciones insospechadas, como lo que hizo que me trepara en la sillita.

Tengo que confesar que fue ayer que me di cuenta que Gonzalo nos ‘visitaría’.  He estado pendiente de los medios sociales; hoy mucho más, pero nada fuera de lo normal. Es más, ni al supermercado fui porque no necesitaba nada, tampoco gasolina; así que nada de salir despavorida a arrasar con el supermercado ni a hacer largas filas en la gasolinera. ¿Por qué siempre hacemos lo mismo? Desde ayer estoy diciendo que no va a pasar mucho.  Sólo tenemos que estar preparados y esperar. No podemos hacer más. Esa es la naturaleza y con eso tenemos que bregar.

Realmente no sé por qué tanto agite. Estamos en zona y en época de huracanes; aunque la verdad, Gonzalo nos rompió la curva. Este mes es de brujas, calabazas, gatos negros y murciélagos no de huracanes; pero bueno, así nos tocó, así hay que lidiar con él. No sé por qué tanta histeria y tanto sensacionalismo. Quiero estar informada, no amedrentada. La información es importante, pero sólo debe darse información, no llevarla a extremos alarmistas. Entonces, ¿por qué este pandemonio?


He visto y he leído de todo. Me he reído mucho con las ocurrencias y el buen humor de muchos; que la verdad hacen que esto se relaje un poco y baje el nivel de histeria. Pero también he quedado boquiabierta por cada cosa, que una queda de psiquiátrico. 

Me enteré que el gobierno no había pagado la póliza de FEMA, pero que el gobernador dice que no hay problema porque hay otros mecanismos para atender la situación; a ver si es cierto. Espero que sí. Que entró en vigor la Ley Seca pero después se levantó porque el gobernador confía en la mesura y en la prudencia de los ciudadanos. Hubo instituciones universitarias que declararon un receso hasta el miércoles.  Se suspendieron clases en escuelas públicas de algunos pueblos y se esperará al boletín de las once de la noche para decidir si hay trabajo en las dependencias gubernamentales o no. Así las cosas.

Todo esto pasó, incluyendo la “limpieza” de los supermercados y de las gasolineras, en menos de 24 horas. ¿Pero saben qué? Que a través del tiempo he aprendido -siempre es lo mismo- a lidiar con todo esto porque ya es parte de nuestro “folclor”. Esto lo vivimos cada vez que se anuncia un ‘fenómeno atmosférico’, porque no importa si es onda, tormenta o huracán, el botón del pánico se activa siempre igual, ¡y a correr todo el mundo! Esto no pare más. 

Pero lo que hoy fue un ‘jonrón’ con las bases llenas fue la nota periodística de que -y no podía creer lo que leía- el gobernador estaba “de vacaciones” mientras el secretario de la gobernación daba el aviso de tormenta (domingo en la tarde). ¿SERÁ POSIBLE? ¿Hasta dónde vamos a llegar?  Esto, señores, es rebasarlo todo. Tuve que leer la nota dos veces. No podía creer semejante desatino. Así estamos en este país. 

Y esto es el ‘efecto huracán’. Mi pregunta es, ¿escasez de noticias, sensacionalismo, prensa amarillista, politiquería o todo mezclado?. ¿Cuál es el “issue” aquí? ¿Qué el gobernador estaba de vacaciones? Como muchísimas familias puertorriqueñas porque era fin de semana largo. ¿Qué estaba disfrutando en Culebrita? Pues bien por él y bien por todos, porque estaba haciendo turismo interno; no se fue fuera del país y gastó su dinero en los negocios locales. 

Lo que más me chocó es que esto fue domingo en la tarde, hoy lunes ya él está en Puerto Rico y, lo más increíble, que el en ese momento tormenta -ahora huracán- pasaría por nuestra zona lunes en la noche. ¡Madre de Dios! ¿Por qué poner este tipo de noticias? Como todos, en ocasiones estoy en acuerdo con el gobernador, en otras en desacuerdo, pero entiendo que este tipo de noticias no abona a nada positivo. La verdad es que en este país tenemos que coger oficio. 

Lo más increíble de esto es que los politiqueros de este país, que poco piensan y mucho repiten como el papagayo lo que escuchan o leen sin verificar o analizar las notas, dirán cada bobería y acusarán al gobernador de cada cosa que no quiero ni pensar. ¿Algún día dejaremos a un lado la politiquería barata? Pues parece que no, porque algunos de los comentarios de las personas por ahí fue que se fueron. Uno comparó esta situación con la reacción del entonces gobernador cuando Capeco; otro indicó que el gobernador es un inepto y que no está al tanto de lo que sucede en Puerto Rico, otro que esto es una situación de posible emergencia y que debe dejar lo que hace para darle cara al pueblo… En fin, no tenemos que decir más.

Y a esto es que abonan noticias como esta; a nada más. Y como en este país no usamos la cabeza, sino el corazón, nos vamos por la politiquería y perdemos nuestras energías en cosas totalmente irrelevantes y sin sentido como esta. Lo triste es que este país está lleno de fanáticos y no saben diferenciar las cosas. Todo lo ven a través de los benditos colores de los partidos. ¿No nos da vergüenza? Debería.

Pero tengo que decir también que la mayoría de los comentarios de las personas cuestionaban la nota publicada por diferentes razones; que cuál era la noticia, que él tenía derecho a tener vacaciones, que eso fue 30 horas antes de llegar Gonzalo. Hasta algún comentario jocoso hubo. eje

No sigo porque es desgastarme. Tenemos que aprender a separar las cosas, como también así a saber que hay líneas editoriales, que no todo lo que se publica es cierto y que todo tiene diferentes matices, ángulos y puntos de vista. Que hay agendas, que hay que saber a dónde “apunta” cada uno y que hay que leer el entrelíneas de las notas y llegar a sus propias conclusiones; pero luego de leer más de una cosa. Tenemos que aprender a separar la nota seria de la otra. Tenemos que aprender que hay notas periodísticas que sólo hay que leerlas y desecharlas. No pare más.

Mientras sigamos invirtiendo tiempo en cosas como esta, este país no va a echar pa’lante. Debemos usar la energía en cosas productivas no inflamatorias. La mayoría de los puertorriqueños cree, de entrada, todos lo que se publica y no analizan todos los factores que ‘rodean’ la noticia. Debemos educarnos más, debemos aprender a ser más críticos, a discernir y a darle valor noticioso a lo que realmente lo tiene.  Tenemos que aprender a hacerlo para poder avanzar. 

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