Por si las moscas...

Los comentarios vertidos en estos escritos son de mi total responsabilidad. Comparto lo que pienso y siento, simplemente para que se pueda apreciar otro punto de vista sobre la cosas. Pueden o no estar de acuerdo con lo que expongo; conmigo no hay ningún problema porque cada quien tiene el derecho a pensar lo que mejor entienda. Los comentarios son bienvenidos. Espero que si alguien difiere, lo haga con respeto; no escribiendo chabacanerías o insultando. Este no es el lugar para eso. ;-)

domingo, 11 de octubre de 2015

La responsabilidad de tener una mascota


Esta entrada la vengo pensando hace algún tiempo; pero según se están dando las cosas, creo que es el momento oportuno para escribirla. Hay que decirlo para crear conciencia sobre este asunto.

No tengo mascotas; algunas plantas y cuida’o. Y es que sé que son una gran responsabilidad y a los que hay que darles atención y cuidado. Así que para no cumplirles como se merecen, mejor ni lo intento. 

Muchos de mis amigos tienen. A veces veo vídeos o fotos que suben a las redes sociales y la verdad es que algunas son tiernas, graciosas, simpáticas; en fin, que me divierto un mundo. Pero hasta ahí. Nada que ver con mascotas. Eso sí, jamás maltrataría alguna.



Una noche maté un gato -SIN QUERER- porque se me cruzó en la carretera, lloré como loca y estuve casi una semana sin poder dormir. Un amigo, que estuvo conmigo en ese momento y luego par más, me dejaban mensajes en la máquina contestadora como si fuera el gato. ¡Qué traviesos! Imagínense mi cargo de conciencia. Así que yo, de lejitos.

Tengo una amiga que fue vecina mía y que tiene una perrita. La perrita, que en ese momento era una bebé, se las traía y las interacciones entre ambas eran graciosísimas. Mi amiga le hablaba y la chiquita le respondía con actitud. jeje

El famoso Cairo
Uno de mis preferidos, es Cairo; el gato de un amigo. El felino ya murió. No sé por qué me encantaba pero siempre me pareció genial. Creo que era esa actitud tan nada de gato y bastante fuerte que tenía. Era todo un don gato. Sus caras valían un millón; sobre todo cuando lo vestían para la época (Halloween, navidades, etc.). 

'By the way', que eso me trae a comentar que cuando murió, en el lugar que lo cremaron, aunque mi amigo tenía cita para estar presente, lo hicieron antes y sin él saberlo. Luego le dieron una disculpa y listo. Mi amigo pagó para eso, no fue un favor que pidió. Así que se quedó sin ver a Cairo por última vez. Una disculpa no lo compensa. ¿Esto es consideración con el cliente?. ¿Eso es buen servicio?. Una pena porque él quería despedirse de su mascota como es debido. A todos nos consta que Cairo era muy querido.

Creo que ya quedó claro que aunque no me gustan, no soy una ‘hater’. Eso sí, prefiero tenerlos de lejitos, verlos en Facebook y reírme de sus ocurrencias. ¿Por qué? Y aquí el objetivo de esta entrada; tener mascotas es un gran compromiso y hay que ser responsables con ellas y con los demás. Gracias a Dios, por lo que he visto y veo; mis amigos entran en esta categoría. 

Cada quién tiene el derecho de tener una mascota; eso no es discutible; pero los que no tenemos mascotas tenemos el derecho a no vernos afectados por ellas. ¿Y por qué digo esto? Porque hay personas que no están lo suficientemente comprometidos con sus mascotas y no son responsables con ellas. 

En el barrio donde vivo antes no había muchas mascotas y no pasaba nada. Sus dueños velaban por ellas y nunca hubo un sí ni un no, por lo menos que yo sepa, sobre ellas. Estaban allí y no daban problemas. Ahora sí hay muchas mascotas y la cosa está cambiando. 

De vez en cuando se arman unas garatas increíbles. Hay algunos bastantes peleones. Empieza uno a ladrar y se arma un coro de ladridos que no se puede. A veces a las tantas de la noche. "Pues bien, son animales, tienen que ladrar. Tranquila, que ya se les pasará"; me digo yo. Pero a veces no se les pasa rápido.

Uno de mis vecinos tiene un perro; que suele ser bastante tranquilo. La cosa es que se alborota cada vez que sacan un perrito -'el perrito'- a pasear. Este perrito desde que lo sacan de su casa viene ladrando como loco y el perro del vecino se alborota de tal manera que si se encuentran de frente; uno no lo va a contar. Pero esto se repite cuando lo vuelven a entrar sin importar la hora; a veces pasadas las 10:30 p.m.

Pero no es sólo el ruido. Una cosa que estoy encontrando cada vez más, es que cuando camino por el barrio me tropiezo en las aceras con mucha caca de perro. ¿No hay una ley que le exige a los dueños de mascotas recoger los desechos? Pues parece que no se han enterado que existe o simplemente, como presumo que es, se le sientan encima a la ley porque sí. 

A veces hay un hedor increíble a caca y a orín. Y cuidado que alguien no pise una sin querer y la arrastre. Tiene uno que ir mirando el piso y saltando como si estuviera jugando peregrina. Y no estoy exagerando.

He visto varias personas paseando sus animales sin llevar la bolsita. Así tan campantes, su perrito hace su necesidad y ellos siguen como si nada. Imagínense si cada persona que tiene mascota hiciera eso. Un amigo me comentó que un día caminando por ahí, vio a una persona que luego de que recogió lo que hizo el perro, tiró la bolsita al lado del tronco de un árbol. ¿Entonces?

Y esto no sólo tiene que ver con deseos de que esté el área limpia de caca y orín; sino que tiene que ver con salubridad. Imagínense toda el área llena de estos desechos. ¿Es bueno para la salud de las personas?. ¿Es bueno para el ambiente?. ¿Es biodegradable?. No usemos la caca de vacas como respuesta. Ellas comen yerba, las mascotas no. Por algo se tienen que recoger... 

El punto es que si se tiene una mascota, hay que cumplir con ella, con los demás y con la ley. Han puesto gran cantidad de carteles indicando que el dueño de una mascota debe recoger el ‘popó’ (así lee), pero es como si nada. Hasta caca al lado de un cartel he visto yo.

Ya hasta dentro del complejo donde vivo los han puesto porque la gente no es responsable con su mascota; mucho menos con los vecinos. En par de ocasiones he encontrado caca de perro en mi estacionamiento. En estos días hasta en las escaleras, en dos ocasiones, y frente a la puerta del apartamento de una vecina. ¿Cómo es esto posible? 

No es tener una mascota, sacarla a pasear que cague y listo. Dejar regado por ahí lo que ellas hacen no es. ¿Qué de los que caminan o corren por el área?. ¿Qué de los que viven ahí?. ¿Por qué tener que aguantar esto? Eso lo que me pregunto todo el tiempo.

Esto es civismo 101. Compartimos espacios. Todos debemos ser considerados con los demás; mucho más con los vecinos. Lo que usted quiera hacer dentro de su casa, perfecto; pero hay espacios que son comunes. Esos hay que respetarlos. Esto es básico cuando se vive en condominios y se tienen vecinos.

Hay algo que se llama sana convivencia. Y al parecer, pocos saben lo que es esto. Las personas tienen derecho a tener su mascota; pero los que no tenemos, tenemos el derecho a vivir tranquilos y no vernos afectados por las mascotas de los demás. ¿Tengo o no tengo razón?. 

Hay muchísimas campañas para que las personas adopten animales; pero debería haber alguna para concienciar a los dueños sobre la responsabilidad de tener una mascota y el compromiso que requiere; mucho más cuando se comparten espacios con otras personas. A ver si por fin las personas lo comienzan a entender. Sería genial.

Las mascotas merecen atención y también cuidados. Adquirir una mascota es un gran compromiso. Hay que ser responsables con ellas, pero también con quienes viven a su alrededor. Eso es lo único que se pide para que todos tengamos un mejor ambiente donde vivir. Al final todos, personas y mascotas, tenemos que compartir el espacio.

Así que aquí lo dejo. Y vuelvo y digo, muchísimos de mis amigos tienen mascotas y siempre he visto en las redes sociales sus historias, fotos, cuentos, etc., y queda claro como los quieren, cuidan y son responsables con ellas.  ¿Por qué todo el mundo no puede tener el mismo compromiso? Rumiándolo...

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