¡Gracias, equipo PUR!

Foto de primerhora.com

Desde hace días me quería trepar. Desde que Mónica Puig perdió el pase al oro. Y no porque ella haya perdido esa oportunidad. No; al contrario, sino por la gran valentía que tanto ella como nuestros demás atletas muestran al representar la ‘monoestrellada’ y por lo poco considerados que son muchos puertorriqueños con ellos.

Me partió el corazón saber que pidió perdón. ¿Perdón? ¿Por qué? Agradecimiento total hacia ella, que después de un año tan complicado y difícil, se puso la camiseta de Puerto Rico para representarnos. ¿Quién que no ama a su país hace eso? Debe estar agotada, cansada, presionada y sin embargo, nos representó. Eso es lo que vale; eso es lo que cuenta. ¡Bravo por Mónica!

Como dicen por ahí: “¡Mire, con la boca es un mamey!”. Criticarlos, cuestionarlos y hasta señalarlos, sólo demuestra lo poco que consideramos a las demás personas. Lo poco que valoramos los esfuerzos de nuestros atletas. A ellos, a la delegación PUR hay que agradecerles hasta decir: ¡Basta!, por el trabajo que están realizando. Debemos estar orgullosos de ellos.

Foto de noticel.com

El que hayan llegado allí, ya es motivo de consideración, admiración y respeto. Llegar allí no es sacar el nombre en un sorteo. Están representándonos porque lo han trabajado, porque lo han sudado, lo han luchado; porque, mientras muchos de nosotros dormimos, estamos ‘pajareando’ u ocupados en otras cosas, ellos están entrenando para poder clasificar y representar a Puerto Rico.

No hay nada más lamentable que el caso de Luis Rivera, nuestro abanderado. Que sufrió un desgarre en su bícep izquierdo en una práctica. Conocer el significado de esa lesión, es muy triste; sobre todo para él, que muchas esperanzas había de que traería medallas. Gracias a Dios que pudo llevar la ‘monoestrellada’ en la apertura de los juegos. Bien merecida esa distinción.

Respeto y admiración por ellos porque podemos contar los dedos de las manos los que son profesionales del deporte; que su gran mérito tienen. Pero la mayoría de nuestros atletas lo son ‘ad honorem’; o sea, que combinan trabajo con entrenamiento. Que trabajan para vivir y hacen deporte.

Foto del copur

Vemos muchos atletas en diferentes países que su trabajo es sólo ser atleta: entrenar, comer y dormir. Nada más. Los nuestros, no. Los nuestros son parte de ese grupo que día a día, se levanta a trabajar para echar este país pa’lante. Se hacen a base de sacrificio, de amor a lo que hacen, de entrega a su país. ¡Y encima aquí muchos no lo aprecian! ¡Es que hay que ser desconsiderado! 

A estas alturas (ahora cuando escribo) ya tenemos -como si yo compitiera, jeje- varias medallas; ocho en total. Siete de bronce y una de oro. ¡Bien por los nuestros! Y ojalá que sean muchas más. Y si no es así; ¡pues bien también! Lo importante es que nos han representado muy dignamente y lo siguen haciendo.

Si no se cumple la expectativa de las 22 medallas; pues no pasa nada. A veces se gana, a veces se pierde. Prepararse mejor para las próximas, desarrollar más atletas y punto. No se puede hacer más. Y nuestros atletas o nuestra delegación no deben sentirse que no cumplieron. Al contrario, agradecimiento total con ellos.

Foto de radioisla1320.com

Y claro, no dejarán de aparecer los detractores, que ya están funcionando desde antes de comenzar los juegos panamericanos. Que se han dedicado a ‘chiquitear’ nuestra delegación y a criticarlos; entre muchas cosas más. ¿Cuándo aprenderemos a construir y no a destruir?

Ojalá que más niños y niñas se interesen en el deporte. Ojalá que se preparen bien. Ojalá que puedan alcanzar un alto nivel competitivo. Pero es que para esto, el olimpismo debe apoyarse. Hay que colaborar con los nuestros, hay que apoyarlos, hay que acompañarlos.

Las empresas, el gobierno, nosotros los ciudadanos; todos debemos apoyar el movimiento olímpico y a nuestros atletas de una u otra manera. Sólo así ellos podrán tener los recursos, sólo así podrán hacer bien su trabajo. Sólo así podrán dar, como siempre lo han hecho, lo mejor de ellos. 

No sé qué pensarán algunos, pero cuando la crítica es negativa y nada constructiva, debe evitarse. Mi mamá siempre decía que ayuda el que no estorba. Así que si a uno no le interesa el deporte, el olimpismo, el equipo PUR; pues enfóquese en otra cosa. Y esta trepadita la voy a hacer corta porque para mí, lo más importante es dejar claro el respeto que merece nuestro #EquipoPUR; nada más. Y creo que eso ya, claro está.

Ver la ‘monoestrellada’ ondeando en las inauguraciones, en los podios, colgando en las villas, sus colores en los uniformes de nuestros atletas, es motivo de orgullo. Verla tan hermosa como es, nos reafirma el sentir patrio, nos afianza como nación, nos da representatividad y sentido de pertenencia. Nos define como lo que somos, puertorriqueños. ¡Gracias, #EquipoPUR por esto!

Esta espectacular foto es del periódico metro.