Educación y estudios sociales

La escuela del maestro Rafael Cordero, pintura de Francisco Oller

Me trepo medio virá, y con razón. Es que me topé con una noticia publicada en la página digital de dos de los principales periódicos del país que me dejó medio convulsa: que quieren eliminar la clase de estudios sociales de ‘kínder’ al tercer grado del sistema público puertorriqueño para fusionarla con la materia de español.

Miré el calendario pero no, no volvimos al primero de abril y el ‘bendito’ April’s Fool’s menta’o. ¿Sería que como la semana pasada fue libre alguien se quedó con las ganas de hacer una de esas ‘bromas nefastas’ y sólo se le ocurrió ésta? Por que esto es lo que parece, una broma y bastante pesada. Pero no, resulta que esto responde a la Carta Circular de Organización Escolar 24-2014-2015 emitida por el secretario de Educación de Puerto Rico fechada el 27 de marzo de 2015.

Ahí quedé :O ¿No es el Departamento de Educación el que debe buscar que la sociedad sea una más educada? ¿No es su responsabilidad ofrecer las herramientas para que los niños crezcan con ciertos conocimientos? ¿No debe buscar desarrollar seres pensantes, que cuestionen, que conozcan, que comparen? ¿Por qué entonces eliminar lo importante? Peor aún, fusionarla con otra materia importante y de las dos, hacer una. No entiendo...

No sé cuáles sean las razones para tomar esa decisión, algunos apuntan al ahorro de dinero, pero desde ya es algo que se debe combatir. ¿Cómo vamos a dejar a nuestros niños sin la base social, histórica, idiomática y cultural por unos cuántos dólares? ¿Cómo van a conocer ellos su pasado, sus hombres ilustres, su país? Pareciera que más que todo se busca ‘acondicionar’ lo que somos. Eso no se puede permitir.

A mayor ignorancia del pueblo, mayor la posibilidad de manipularlo. No creo que por ahí vaya la cosa; -bueno, eso espero- pero aunque ese no sea el objetivo, podría ser el resultado. Porque ‘de buenas intenciones está empedrado el camino del infierno’ y dominar una masa manejable, es el sueño de muchos. Y es que a menor conocimiento y poca educación más fácil todo. La gente no cuestiona, no pregunta, no analiza, sólo acepta y hace lo que le dicen. Muchos ejemplos de eso vemos.  Por eso es imprescindible educarnos.

Recuerdo un artículo que nos escribió don Enrique A. Laguerre para la revista ‘Tendencias’ de la Asociación de Relacionistas de Puerto Rico, allá para el 2002, que leía que primero éramos puertorriqueños, luego caribeños, latinoamericanos y después todo lo demás. Mucho me dio a pensar esto. Y muy cierto es; porque primero tenemos que conocernos, después nuestro entorno y después el resto. Sabiendo de dónde venimos, sabremos dónde estamos para así decidir hacia dónde vamos.

Ya uno está claro de por donde van algunos buscando 'borrar' muchas de nuestras cosas para adelantar sus intereses, pero parece que ahora tienen colaboración. Lo menciono porque en este cuatrienio se eliminaron días feriados dedicados a los próceres puertorriqueños para ‘agruparlos’ en un solo día. Que da la grandísima 'casualidad' que se celebra a la sombra de un día feriado de otro país. Y que conste que no lo digo por la pérdida de días feriados, sino porque si con la celebración de estos días había desconocimiento sobre los nuestros, ahora muchísimo menos se van a acordar de ellos. 

Es preocupante qué, por lo que sea, se busque fusionar dos materias importantes o eliminar una de las materias más importantes del currículo. El conocimiento es poder y da libertad. A mayor conocimiento, mejores ciudadanos. 

Cosas tan básicas como nuestra historia, nuestra cultura, nuestra situación socio política y económica; todo se deja de dar. ¡Pero claro!, me imagino que enseñarán que hubo uno que ‘nunca dijo una mentira’. :/ 

En las edades tempranas es que se debe poner la base del conocimiento. En los grados primarios nuestros niños deben conocer sobre su país, su historia, su cultura. El querer dejarlo para grados ‘más avanzados’, es no darle base ni raíz al sentimiento puertorriqueño. Luego, será darle un conocimiento que verán como ‘algo ajeno y lejano’. No. Eso no debe permitirse. 

En la nota también leí algo que me dejó boquiabierta; como si con lo antes mencionado no fuera suficiente. Que para la década del 90, don Ricardo Alegría había escrito un libro de la historia de Puerto Rico pero que no lo usaron porque se refería a Puerto Rico como patria y usaba la frase yo soy puertorriqueño. ¿Será posible?

Dejemos de cargar los términos con connotaciones negativas que no tienen. Si con sólo ir al diccionario tenemos; pero es que ni eso hacemos, sólo repetimos como el papagayo lo que escuchamos. Es una lástima escuchar a la gente decir los disparates que dicen y, lo más increíble, con una seguridad que espanta.

La patria, según el DRAE, no es otra cosa que: 1. ‘Tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos’. 2. ‘Lugar, ciudad o país en el que se ha nacido’. ¿Qué de malo tienen esas dos acepciones? ¿Por qué no se puede decir que Puerto Rico es mi patria y que yo soy puertorriqueño? Cosas como estas sólo demuestran lo mucho que nos falta por madurar y los grandes problemas que tenemos.

A lo mejor el 'problema' es con la palabra 'nación'. Pero da la casualidad que, según el DRAE, la nación no es otra cosa que: 1. 'Conjunto de habitantes de un país regido por el mismo gobierno'. 2. 'Territorio de ese país'. 3. 'Conjunto de personas de un mismo origen y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradición en común'. Pues señoras y señores, Puerto Rico es una nación. ¿Cuál es el miedo de llamar las cosas por su nombre?.

No entiendo por qué la gente reniega de lo que es, que quiera ser lo que no es y que trate de parecerse a otra cosa. Y es que primero que cualquier cosa, somos puertorriqueños. Y eso no lo despinta nadie. Respetemos nuestro pasado para construir nuestro futuro.

Necesitamos una sociedad más educada y mejor preparada. Que conozca sus raíces, sus grandes hombres y sus aportaciones a esta tierra y al mundo. Una sociedad que esté orgullosa de lo que es y respete su pasado.

Necesitamos ciudadanos que sepan discernir, analizar y evaluar las cosas. Que puedan sopesarlas y entenderlas. Ciudadanos que se respeten y vayan por su país, por su patria y que no tengan miedo de decir que son puertorriqueños. Para eso, necesitamos educarnos bien desde pequeños. Ojalá que esta medida no se logre; porque si no, por mal camino vamos...