Bajo el signo de Bosé

Para despejarme un “poquito” del estrés creado por los deportes (el mundial de fútbol y la final de Wimbledon), algo justo y necesario para mi salud mental (jeje), me puse a escuchar la música de uno de mis artistas preferidos, Miguel Bosé. Entonces, como también tengo un poco descuidada la sillita, decidí aprovechar y matar dos pájaros de un tiro. ¿Qué mejor excusa para treparse que por Miguel Bosé? 

Y es que Bosé es Bosé; así de simple. La verdad es que no sé que tiene, pero alborota las masas, saca suspiros y genera pasiones; ya sean positivas o negativas, pero siempre algo genera porque desapercibido, no pasa. Siempre ha sido así. Y vamos a ser sinceros; esta “Bosemanía” no es únicamente mía; porque me he dado cuenta que somos muchos los que estamos en este barco. ¿A que sí? Durante la celebración de los "Latin Grammy", donde se reconocía su trayectoria, me di perfecta cuenta que muchos de mis amigos la tienen. Ese día muchos salieron del “closet” aceptando que son sus fans. ¡Es más!, comenzaron a aparecer confesiones, canciones preferidas, anécdotas y hasta fotos con Bosé. Ahí muchas nos poníamos verde de la envidia; pero bueno, quién tuvo la oportunidad de una foto con él, llevó la mejor parte.

Soy fanática de Miguel Bosé desde siempre. Confieso, y el que me conoce lo sabe, que soy poco impresionable, nada farandulera y bastante centradita; pero cuando se trata de Bosé, ahí la cosa no es tan así. Soy una súper-mega-ultra fanática de Bosé “hard core”, tirando pa’ “groupie” -hasta ahí-, desde que lo escuché por primera vez, allá para la década de los 80. A mí me mató con la letra de sus canciones. ¡Qué manera de escribir! Se nota que es inteligente, brillante, culto. Eso me gustó. Sus letras me parecieron maravillosas. Eran un reto, una crítica, una denuncia, un enigma, una provocación, una poesía y me hacían pensar. Unas veces me dejaba boquiabierta, otras con la ceja levantada y otras con una sonrisa. Me alegra decir que todavía es así.

A sus conciertos, he ido a todos. Siempre en primera fila, o en las primeras. Soy de las que canta, baila y grita; sip, a veces grito, dependiendo con quién o quienes lo vaya a ver. Jeje Soy tan fanática, que a uno de sus conciertos en el Centro de Bellas Artes de Santurce, hace un tiempito, fui en muletas porque estaba recuperándome de una operación de rodilla. Demás está decir que cuando fui al ortopeda el lunes, me iba a “desmoñar” porque tenía la rodilla hinchada. Me gané un buen regaño pero me lo aguanté estoicamente porque, naturalmente, ese concierto yo no me lo iba a perder. A partir de ahí, me porté como una niña ejemplar. Si mal no estoy, ese concierto fue el de “Bajo el signo de Caín”; una de sus mejores producciones.

Hablando de producciones, tengo más de 20 CD’s suyos. Yeap. He comprado todos los que he podido; hasta los de los éxitos de los primeros años, ediciones para España, para “América”, las ediciones especiales con otros números incluidos y hasta en italiano. Muchos los tuve en “cassette” ¡Oh, Dios!, y luego los compré en CD. Mis preferidos son "Bajo el signo de Caín", "Directo 90", "Lo mejor de Bosé", "Los chicos no lloran", "Sereno", "XXX", "Laberinto:, "Salamandra"; en fin, casi todos. Como si fuera poco, tengo par de DVD’s, ¡muchos de ellos en PAL! Es que no podía esperar y tan pronto salían, los compraba. Así es esto. 

Y es que la música de Bosé es espectacular. Si le prestamos atención a sus letras, encontraremos que son súper interesantes. Muchas metáforas, muchas imágenes, mucho sentimiento, mucha melodía y, sobre todo, muchísimo mensaje. Si tuviera que escoger alguna canción que fuera mi preferida, sería algo difícil para mí porque me gustan todas. Podría decir que “Como un lobo”, pero inmediatamente tendría que decir "Si tú no vuelves", o "Amante Bandido", "No hay ni un corazón que valga la pena", "Los chicos no lloran", "Morenamía", "Te comería el corazón", "No encuentro un momento para olvidar", "Sol forastero", "Mirarte", "Imagínate que te quiero", "Este mundo va"; en fin, puedo decir que es rara la canción de Bosé que no me guste... Así que incluidas casi todas.

Me gusta mucho la capacidad que tiene de hacer diferentes versiones para una misma canción sin desmerecerla; al contrario, en ocasiones la original que fue un exitazo es mejorada por mucho. De “Amante Bandido” tengo como veinte versiones diferentes y todas me gustan. Y claro, cuando hace los arreglos para los conciertos, es otra cosa, porque suenan muchísimo mejor. Realmente es de los artistas que va de menos, que es magnífico, a más, que resulta ser extraordinario. En los conciertos no defrauda; al contrario, se crece. 

Pero aparte del elemento musical, lo admiro mucho por “su cabeza”. Admiro a muchas personas pero esto; más que todo, tiene que ver con su manera de ver las cosas, su aportación a la sociedad y sus gestiones para lograr que tengamos mejor calidad de vida y que el mundo sea un mejor lugar donde vivir. Y en este renglón entra Miguel Bosé. Es un hombre con una gran compromiso social, con un agudeza mental impresionante y crítica y que dice lo que piensa sin medir lo que le pueda afectar a o no. Lo dice y punto. Es valiente.

Pero también me gusta mucho su “performance” porque es como un camaleón; tiene muchos matices y colores. A su vez, parece y no parece, es y no es, está o no está, juega con el sí y el no; pareciera que siempre está en personaje y que se adapta de acuerdo al momento, a la realidad. Es una combinación interesante. Miguel Bosé a veces es Luis Miguel, a veces es Bosé; diría yo que es mucho Bosé. Y es que no recuerdo de qué fue, pero vi unas fotos suyas junto a su mamá y la verdad es que son únicos. Ella literalmente fue azul pavo de pies a cabeza y él amarillo pollito. ¡Genial!

Bosé tiene un no sé qué, que se yo, junto a una gran sensibilidad musical, unas letras de muerte, una constancia increíble con una trayectoria impresionante y una capacidad espectacular de adaptarse; como indica la letra de su canción “Este mundo va”. Y no creo que deba decir más; cada quién tiene su punto de vista y su razón de por qué le gusta o no le gusta, si es o no fanático de Bosé. Cada quién puede pensar de él lo que quiera y está en su derecho. Por que como dicen por ahí, para los gustos, los colores. Así que para mí Bosé es Bosé, uno de los grandes y punto. Y creo que no soy la única. Me parece que somos muchos lo que estamos marcados por su música. Somos muchos los que hemos estado, estamos y estaremos, bajo el signo de Bosé.

*Las fotos fueron tomadas prestadas de Internet para acompañar este escrito.