Por si las moscas...

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viernes, 16 de agosto de 2013

#AtodasconNatal#Queelpueblodecida

#AtodasconNatal#Queelpueblodecida fueron los “hashtags” que utilizó el Movimiento independiente en apoyo a la candidatura del Lcdo. Manuel Natal Albelo a la Cámara de Representantes para promover su candidatura. Al parecer su efecto tuvo porque fue seleccionado para llenar la vacante cameral dejada por el representante Eduardo Ferrer.

Antes de todo, tengo que aclarar que no conozco al licenciado Manuel Natal y que, como muchos, hasta hace poco fue que comencé a escuchar sobre él y su trayectoria. ¿Por qué entonces treparme a la sillita?. Porque me resulta la mar de interesante todo lo que se dio alrededor de esta votación. 

Además, más interesante me han estado par de titulares de la prensa nacional. “Un muchacho derrotó a la cúpula del PPD” y “Manuel Natal no quiere ser el chico sexy de la Legislatura”. ¿En serio?… ¿Por qué este tipo de titular?. ¿Lo "chiquiteamos" y no lo tomamos en serio?. No quiero pensar que sea eso.


Confieso que tampoco sé mucho de Claribel Martínez, la candidata endosada por altos líderes del Partido Popular Democrático; sólo algunas cosas que se publicaron en los medios. Presumo que sus méritos tiene, ya que la cúpula la apoyaba. 

Y es que este proceso, aunque era uno interno del PPD, causó gran interés público por todo lo que implicaba. Era comprobar si el consejo general seguiría la recomendación de los líderes del partido o simplemente cada quién utilizaría su criterio a la hora de elegir.

Creo que una de las enseñanzas más interesante que ha resultado de esto es que, Gracias a Dios, la gente no se dejó llevar por presiones, ni siguió la fila india marcada por los líderes políticos y votó según entendió. Creo que hay esperanza.

Y ni estoy cuestionando las credenciales de Martínez ni tampoco el liderazgo de los políticos; sólo que siempre he pensado que en un sistema democrático lo más valioso es el derecho al voto y la decisión de la mayoría. Y los que tenían que votar, votaron. Y decidieron.

Sólo espero que la elección del licenciado Natal no haya sido por llevarle la contraria a nadie, tampoco por cuestiones de nacionalidad, como se ha mencionado en los medios, porque entonces no se estaría llevando el pleno ejercicio democrático. 

El licenciado Nadal proyecta ser una persona inteligente, centrada, firme, de fuertes convicciones, con carisma y muy claro en lo que quiere. Ya algunas personas me habían dicho que los había impresionado favorablemente. Así que, parece ser que lo mismo vieron los miembros del consejo general.

Los políticos, de todos los partidos, tienen que empezar a poner el oído en tierra y entender que no todo lo que ellos quieren, lo van a conseguir. A mí me encanta escucharlos durante las campañas políticas. Son los más aterrizados, los más democráticos, los más inclusivos y los más comprensivos. Esto dura hasta que son electos. Le dan la espalda a los que votaron por ellos y a las promesas que hicieron. Ya no consultan, ya no preguntan, ya no analizan, sólo mandan, exigen y, hasta en ocasiones, amenazan. 

Parece que, gracias a Dios, ya estamos empezando a despertar y no somos marionetas de los políticos. Bueno, por lo menos eso pareciera con la decisión que se tomó en el PPD. La gente empieza a decidir, no a seguir ciegamente lo que dicen los líderes.

Y ojalá y que esto no sea debut y despedida. Sino que sea algo de lo que otros se contagien. Y digo esto porque en este país, a los líderes de los partidos políticos les gusta torcer brazos, presionar y decidir las cosas; aunque no sean las mejores opciones. Pero como ellos lo decidieron, son las correctas.

Nada, nada; que aquí dejo esto porque no me quiero meter en las interioridades de los partidos. Allá ellos que son blancos y se entienden. Se supone que en los sistemas democráticos el poder es del pueblo y para el pueblo. Que la mayoría es la que decide y que el voto es sagrado. Los políticos deben siempre recordar que no deben tratar de imponerse a la “trágala”, sino que deben dejar #Queelpueblodecida.

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