Por si las moscas...

Los comentarios vertidos en estos escritos son de mi total responsabilidad. Comparto lo que pienso y siento, simplemente para que se pueda apreciar otro punto de vista sobre la cosas. Pueden o no estar de acuerdo con lo que expongo; conmigo no hay ningún problema porque cada quien tiene el derecho a pensar lo que mejor entienda. Los comentarios son bienvenidos. Espero que si alguien difiere, lo haga con respeto; no escribiendo chabacanerías o insultando. Este no es el lugar para eso. ;-)

martes, 18 de junio de 2013

¿Podremos algún día sacar los pies del plato?

¿Podremos algún día sacar los pies del plato?, esa es la pregunta que me hago todo el tiempo; mucho más cuando leo o escucho los comentarios de las personas en las noticias, en los medios sociales, en la calle. Realmente es impresionante. Es que no usamos “la cabeza”, no vemos las cosas fríamente, no analizamos y siempre decimos la primera cosa, casi siempre politiquera, que se nos ocurre. Mientras sigamos en esas, nunca podremos echar este país pa’ lante.

La última, el que algunos de los cheques de reintegro que está enviando el Departamento de Hacienda no tienen fondos ha desatado la más reciente pelea “chiquita” entre las tribus de colores. ¿Realmente somos así, o nos hacemos?. ¿Cualquier cosa que pase en este país lo vamos a demonizar o santificar de acuerdo al color con el que veamos las cosas?. Claro está que no hemos madurado lo suficiente para poder lidiar con este tipo de situaciones.


Y no estoy diciendo que esa situación no es incómoda, inaudita, desagradable para los que han recibido el cheque y necesitando el dinero no han podido disponer de él. Y para el resto del pueblo también. Esta situación demuestra el gran problema que atraviesa este país y del que nos hacemos de la vista larga. Este país está mal; y no queremos aceptarlo. Situación que tenemos que resolver entre todos porque Puerto Rico es de todos; no sólo de los políticos. Por dejárselo sólo a ellos, es que estamos como estamos. 

Una cosa tengo que decir. Tenemos que agradecerle a los que, no importa la situación, le ponen humor a la cosa. Grandes verdades son las que dicen, pero de una manera que nos hace reflexionar; y reírnos de nosotros mismos. También a los que tocan el tema de manera seria, pero tratando de ser lo más neutral posible que, aunque imposible, nos da una idea de que han mirado la situación de una manera analítica, pensada y buscando que empecemos a enfrentar nuestra realidad. Gracias a ellos por eso.

El problema es lo otro; cuando la gente tira de la baqueta, dice cada cosa y transpira pura politiquería. Y cada quién puede pensar lo que quiera; no es de eso de lo que hablo. Lo que me preocupa, y a lo que me refiero, es el poco nivel analítico que estamos demostrando. No pensamos, no analizamos, no evaluamos; simplemente atacamos. Eso, mis queridos amigos, dice mucho de nuestra inmadurez social. Y encima tenemos esas ínfulas “de ser” parte del “primer mundo”, cuando cada vez dejamos más claro que del dicho al hecho, hay un gran trecho.

Como perdemos perspectiva de las cosas; creo que debemos mirar esto con un poco de detenimiento. Primero que todo; la situación actual es un acumulativo de “esfuerzos” realizados por los dos principales partidos políticos; de los que la mayoría es parte. Entonces, ¿por qué tendemos a echarle la culpa al otro?. No importa en qué ni cómo; todo es culpa de los demás. ¿Estamos seguros de eso?. ¿Por qué no se acepta que también los suyos son responsables?. Es que aquí también se trasluce nuestro gran problema social; repartimos las culpas pero no aceptamos las nuestras.

Y como siempre digo, es macondino, dantesco y kafkiano ver a los políticos de minoría, y esto se repite en cada cuatrienio, acusar al gobierno de turno por el “desastre” -que ellos ayudaron a crear- pero que ahora, con cara de lechuga, tienen la osadía de rasgarse las vestiduras y culpar al contrincante. Lo terrible, es que como somos de mente súper corta, cortísima, se nos olvida cuando "los nuestros" estuvieron en el poder e hicieron miles de cosas iguales que ahora que las hace otro están mal y se denuncian. ¡Qué barbaridad!.

A mí me eriza cada vez que leo gran cantidad de cosas sin sentido que escriben las personas; todas cargadas de veneno. Encima, con el perdón, una serie de incongruencias que sólo demuestran que quienes las escriben no tienen idea de qué va la cosa. Para hablar, hay que conocer; hay que estudiar, hay que analizar, hay que comparar. No es decir la primera cosa que se nos ocurre. Es más, hay que ir a la ley, hay que ir a la historia, hay que ver los diferentes puntos de vista y luego así llegar a conclusiones y tomar posiciones.

Es lamentable saber que ese proceso no se hace en este país. Vivimos en una burbuja que nos han creado los políticos, que es buena o mala, dependiendo si el partido está en el poder o está en minoría. Nadie evalúa la situación del país en su amplitud; nadie acepta responsabilidades, nadie está dispuesto a ayudar al otro para sacar este país del atolladero. 

Solemos sentarnos en las gradas, rosetas de maíz en mano, a ver cómo se va desgastando y derrumbando el país. Somos fieles espectadores que gozamos cuando al contrario le va mal, que nos regocijamos con sus metidas de patas y desaciertos. No damos un tajo ni en defensa propia: “Que se joroben”. ¿Somos tan egoístas que no nos damos cuenta que esto no es un problema de ellos; sino de todos?. ¿Pensamos tan poco que no entendemos que con la inacción nos jorobamos todos?. ¿No somos entonces partícipes de lo que criticamos? ¡Hay que orar!.

Nada, que creo que si deseamos que realmente este país mejore; y digo realmente porque pareciera que algunos quieren que nos hundamos, tenemos que dejar a un lado la pelea chiquita, la inmadurez y la politiquería. ¿Será esto posible? Demostremos que somos gente pensante que podemos enfrentar las situaciones de manera inteligente y madura. Que podemos separar la realidad de la ficción y que podemos dejar a un lado los personalismos y los complejos. Seamos parte de este país, no de una tribu política. 

Es que si no enfrentamos la realidad que vivimos y cambiamos de actitud respecto a la situación del país; si no asumimos nuestra responsabilidad y demostramos nuestro compromiso, no importa quién esté gobernando; siempre estaremos mal. Mientras no estemos dispuestos a cambiar y hacer lo que tengamos que hacer, no sacaremos los pies del plato. Y eso, mis queridos hermanos, sería la prueba más fehaciente de que nos falta mucho para ser una sociedad pensante, madura y responsable. Ojalá y esté equivocada; aunque -lamentablemente- el tiempo siempre suele darme la razón…


No hay comentarios:

Publicar un comentario