¡Este país necesita oficio!

Miles de veces he escuchado la frase de que “tal o cual” (incluida yo, en ocasiones jeje) necesitaba oficio. Mi mamá la usaba cuando entendía que alguien tenía mucho tiempo libre y que lo estaba perdiendo en boberías o cuando se metía en lo que no debía. Todavía hoy sigue usándola. Para mí, la frase tiene muchísimo sentido y hoy está más que vigente porque este país necesita oficio, y mucho. 

Y no me estoy refiriendo a lo laboral, porque ese cuadro ya es harto conocido; y sobre eso no es esta reflexión. Sino que me refiero a que en este país parece que hay muchísima gente con demasiado tiempo libre para decir cualquier cantidad de cosas. Como ejemplo está todo lo que en algunos medios se “manosea” sobre la vida de los demás. He llegado a pensar que los medios mucho tienen que ver en esta “falta de oficio”. Y pienso en el artículo la “Civilización del espectáculo”, de Vargas Llosa; que hasta lo que no lo es, toma un aspecto “farandulero”. Me preocupa sobremanera que vayamos encaminándonos hacia eso.

Y digo esto porque me parece inaudito, casi macondino, que llevemos más de una semana argumentando, opinando, criticando, juzgando y todo lo que se nos ocurre sobre la supuesta “relación” de la reina de belleza con el cantante. ¿No tienen derecho a esa relación?. ¿Por qué nos importa tanto lo que hagan?. ¿No es esa su vida privada?. Digo, porque el que tengan una relación y cómo se esté desarrollando me parece, y me disculpan los que crean otra cosa, que es una situación que sólo les compete a ellos. 

Lo más interesante es que se ha convertido en un chisme “internacional”, donde diversos medios han evaluado y discutido en sus notas periodísticas hasta los estados de ánimo de sus exparejas. Como si fuera poco, han acariciado más de una teoría de conspiración sobre esa relación. Ellos son mayores de edad y solteros; así que lo que hagan es su responsabilidad y de nadie más. Ya el tiempo dirá.

Y no es que no se comente sobre eso, a eso no es lo que me refiero, porque se puede comentar. Lo que pasa es que nos ensañamos con algunas cosas o personas y nos creemos con el derecho de cuestionar las cosas que hacen los demás. Hay un refrán que uso mucho y que creo que va con lo que estoy diciendo: “Cada quién hace de su culo un tambor y busca quién se lo toque”. Nada más con el testigo.

Como si fuera poco, un periódico de circulación nacional reseñó que en un programa se utilizó el sonido de una entrevista de hace varios meses como si hubiese sido el día de la transmisión del programa. ¿Cómo es esto posible? ¿No es esto un engaño?. ¿Hasta dónde vamos a llegar por dominar la audiencia?. Lo increíble es que a mucha gente parece no importarle estas cosas. Toman todo lo que se dice en los medios como cierto y lo repiten como el papagayo, sin tan siquiera haberlo razonado un poco.

En otro programa se fueron a la calle a preguntarle a las personas sobre personas inventadas y cosas que no eran ciertas, para luego reírse de ellos. Claro, las personas ven una cámara y dicen lo primero que se les ocurre cuando le preguntan sobre algo; sin tan siquiera tener noción de para qué se va a usar ese material. Realmente es una lástima que lleguemos a estas cosas.

Es que creo que tenemos que ser menos faranduleros, dejar de meternos tanto en la vida de los demás y cuidar un poco más la nuestra. Además de utilizar nuestro tiempo en cosas más productivas que los chismes y las noticias sensacionalistas de muchos medios.

En vez de regodearnos con las cosas que se dicen sobre la vida de otras personas o especular sobre ello, deberíamos utilizar ese tiempo para ver qué podemos  hacer para ayudar a que este país mejore. Hay que leer más -buena literatura-, viajar, hacer turismo interno, ayudar como voluntarios, hacer trabajo comunitario, tomar algún curso de cualquier cosa; en fin, muchas posibilidades hay y diversidad de cosas por hacer. 

Tenemos que hacer algo constructivo y productivo para nosotros y para este país. Si seguimos en las mismas, nunca sacaremos los pies del plato. Más claro no canta un gallo. Algo tenemos que hacer porque indiscutiblemente, este país necesita oficio, ¡y mucho!