El primer drama japonés que vi fue ‘Hana
Yori Dango’ (Boys Over Flowers), basada en el manga del mismo nombre, y me encantó. Confieso que he
visto casi todas las versiones; menos dos. La indonesia porque no estaba
subtitulada al inglés y tampoco me llamó mucho la atención y con la estadounidense
no pude bregar porque la encontré pésima y sólo me bastaron dos minutos para
salir corriendo.
Hace más de un año, si mal no estoy,
había leído que iban a hacer la versión china. Con la experiencia de las
últimas, pensaba dejarla pasar. Luego vi alguna promoción y me llamó la
atención porque a la protagonista ya la conocía de otra serie que me gustó
mucho. Así que decidí verla y no me arrepiento de haberle dado la oportunidad.
Esta nueva versión es una adaptación de
la primera que se hizo del manga, que fue la taiwanesa ‘Meteor Garden’ (2001 y 2002). Lo más
interesante es que la producción estuvo en manos de Angie Chai, la misma que
hizo la versión taiwanesa que fue todo un éxito y por la que conocí a Jerry
Yan, Vic Zhou y Barbie Hsu.
La nueva versión de ‘Meteor Garden’ cuenta
de 50 episodios de 45 minutos. En China se transmitió en la plataforma de
Internet de Mango TV. Por televisión abierta se transmitió del 9 de julio al 29
de agosto por Hunan Televisión, a razón de dos episodios diarios de lunes a
miércoles. Internacionalmente su difusión estuvo a cargo de Netflix, donde terminaron siendo 49 episodios.
Esta versión me gustó muchísimo porque la
encontré coherente y creíble. Creo que va cerquita o hasta empate con la
japonesa. Lo que sí tengo claro es que ahora, luego de ver la china, la versión
coreana no queda muy bien parada porque hasta algo estereotipada me parece.
El que conoce la historia original y ha
visto las diferentes versiones, sabe más o menos la línea de todo lo que va a pasar,
pero resulta muy refrescante darse cuenta que aún así, despierta el interés por
verla. Por lo menos, eso fue lo que me pasó a mí. Me aventuré a ver el primer
episodio y acabé enganchada.
Mucha culpa de esto por la pareja
protagónica de Shen Yue como Dong Shan Cai y Dylan Wang como Dao Ming Si. De
las diferentes parejas, es una de las que tiene más química. Además de que la
historia de ellos está más sólida que en otras versiones y la fueron
construyendo paso a paso.
Los F4 me encantan. Los cuatro tienen muy
buena química entre ellos y realmente parece que son amigos de toda la vida. Para
mí, son los F4 más guapos de todas las versiones. Además, como ya son
universitarios, los personajes son más centrados y maduros. No como en otras versiones que son unos creídos niños de papi y mami. Son emprendedores, trabajadores y con una amistad a prueba de todo. Me quedo con estos.
¡Y claro!, siempre hay algo que una
piensa que estuvo de más, que se debió obviar o eliminar pero, sumando y
restando, está bastante bien. Algo de eso tiene que ver con las historias de
Feng Mei Zuo y de Yan Ximen.
La historia de amor de Mei Zuo, pudo
haberse acortado o eliminado. La encontré algo innecesaria. Igual la historia
de amor de Ximen y Jiang Xiao You, la amiga de Shan Cai. Acá entre nos, no los
hubiera juntado. No me gustaba la actriz ni cómo personificó el personaje. Y me
di cuenta cuando empecé a avanzar sus escenas, aún cuando eran con Shan Cai.
Sumando y restando, es un buen drama y
una buena opción para quien quiera comenzar a ver dramas chinos. Mucho más porque, como
muchas otras series asiáticas, está disponible en Netflix. Así que no sería mala idea, darle una oportunidad.
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