En este país seguimos con la tragedia griega y viendo como los políticos se lo saltan todo. Eso sin contar con la gran dosis de propaganda disfrazada de cualquier cosa que recibimos. Pero nada, que si uno quiere sobrevivir lo que viene, debe desconectarse de vez en cuando y entretenerse para despejar la mente y no morir loco.
Como saben, para mí una de esas maneras de desconectarme es viendo series y dramas. Pues hoy voy a contarles de un drama coreano que la verdad me sorprendió porque resultó muchísimo mejor de lo que pensaba sería.
‘Fight for My Way’ es de esos dramas que
cuando uno lee la sinopsis dice que pasará olímpicamente de ella, pero que
decide darle una oportunidad cuando conoce el elenco. Es que la descripción en nada
ayuda a que una se interese en el drama.
Muy poca información disponible había.
Era algo así: Ko Dongman y Choi Aera, amigos desde la infancia, eran ciudadanos
de tercera categoría y aunque viven en un mundo cada vez más hostil, deciden no
darse por vencidos y luchar para sobrevivir. Sin importar lo que otros dijeran,
ellos buscan la manera de salir adelante y de vivir una vida feliz.
‘Third-Rate
My Way’, como también se le conoce, recién terminó. Se transmitió lunes y
martes, a las 10:00 p. m., del 22 de mayo al 11 de julio de 2017 por la cadena
KBS2. Este drama, de 16 episodios, fue protagonizado por Park Seo Joon (Ko Dong
Man), Kim Ji Won (Choi Ae Ra), Ahh Jae Hong (Kim Joo Man) y Song Ha Yoon (Baek
Sul Hee).
Para mí, fue uno de esos dramas que te
sorprenden favorablemente y que tiene pinta de que se convertirá en uno de mis clásicos
(por verlo tanto). Vi el primer episodio por aquello de que no me contaran y
saber si la descartaría allí mismo o le daría una oportunidad para cuando se
terminara de transmitir.
Pero ni una cosa, ni la otra; una vez
empecé, ya no hubo vuelta atrás. A los quince minutos estaba medio enganchada;
pero no quería hacerme muchas ilusiones porque a veces el primer episodio te
resulta bien y después cae en suplicio, lenta, aburrida o mil cosas más. Y
últimamente, he tenido mucho de eso.
Así que decidí ver los primeros dos
episodios pero con el primero, ya estaba enganchadísima. Terminé viéndola mientras
la transmitían, primero en RAW y luego subtitulada al inglés. No me la perdí ni
por equivocación porque cada vez se ponía más interesante.
Lo mejor de este drama es que no tiene
grandes pretensiones. La historia es sencilla y hasta podría sonar algo
trillada pero está muy bien desarrollada y trabajada. No es cursi, tampoco
choca, sino que resulta interesante porque vemos las evolución de esa amistad
de la infancia.
Me encantó la manera en que fueron
contando la historia. Su amistad fue consolidándose a través del tiempo.
Estaban juntos en las buenas y en las malas. Eran vecinos, comían juntos, se
cubrían las espaldas, eran agradecidos y se apoyaban. Esa línea de los celos
enfermizos y de traiciones entre amigos, aquí no estaba. Bueno, malos
entendidos entre los enamorados, pero maldades, ninguna.
La historia se va contando entrelazando
experiencias del pasado con el presente, pero fluye bien. No se ve ni halada
por los cabellos, ni forzada como otras; por lo menos así lo percibí yo. Los
niños actores, hicieron un trabajo excepcional. Me convencieron como lo
hicieron los grandes.
El peso del drama estuvo en las
actuaciones. Creo que ahí estuvo su magia. Me gustó mucho la interacción entre
los cuatro personajes principales, pero también el trabajo de los actores
secundarios. Ninguno tenía desperdicio y todos aportaban efectivamente al
desarrollo de la trama.
Tanto la historia de la pareja principal,
como de la secundaria, eran interesantes. Aquí no había intención de darle
‘fast-foward’ a la segunda historia. En ocasiones, hasta quería saber primero
lo que pasaba con Joonman y con Sulhee.
Me gustó mucho que fue un drama
balanceado. Aunque la descripción no lo indicaba tenía mucha comedia con muy
buenísimas dosis de humor. Hubo escenas que me hicieron llorar de la risa. Y
allí el premio se lo llevó Kim Ji Won. Tan excelente actriz como es, le sacó
muchísimo millaje a su personaje de Aera.
Realmente me encantó. Me mataba de la
risa. Cada vez que actuaba ‘cute’, ya sabían que podría haber problemas y
sufrían porque sabía lo que venía. ¡De miedo! Tenía el genio vola’o pero el
corazón grandísimo. Esa relación de casi hermanas entre Sulhee y ella era
maravillosa; al igual que la de Dongman y Joonman. Los cuatro mostraban una
complicidad increíble.
Aera vivió toda la vida enamorada de
Dongman, pero primero fue amiga incondicional. Él, siempre en la luna, nunca se
enteraba de nada. Pero luego se fue dando cuenta y cayó rendido. La historia de
él, impresionante. Aunque cuando joven fue un excelente atleta, pierde una
pelea para poder tener el dinero y operar a su hermana.
El personaje del entrenador de Dongman,
me gustó mucho. Me hacía reír porque siempre estaba llorando. Le tenía un miedo
atroz a Aeera. Las escenas muy divertidas. Pero siempre creyó en Dongman y lo
motivó y apoyó para que volviera porque realmente tenía talento.
Hay muchas historias que se van
desenmascarando, con las dos parejas y sus relacionados. Algunas comiquísimas,
como el noviazgo de Aeera; otras no tanto, pero todas con muchísimas lecciones
de vida. Creo que con el noviazgo de Aeera fue que Dongman se empezó a dar
cuenta de que sentía algo por Aeera.
Es un buen drama y bastante divertido,
por cierto. Realmente fue un gran acierto unir ese elenco. Nada, nada; no digo
más. Es uno de esos dramas que hay que ver porque aunque parece que no, termina
resultando que sí.
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