Por si las moscas...

Los comentarios vertidos en estos escritos son de mi total responsabilidad. Comparto lo que pienso y siento, simplemente para que se pueda apreciar otro punto de vista sobre la cosas. Pueden o no estar de acuerdo con lo que expongo; conmigo no hay ningún problema porque cada quien tiene el derecho a pensar lo que mejor entienda. Los comentarios son bienvenidos. Espero que si alguien difiere, lo haga con respeto; no escribiendo chabacanerías o insultando. Este no es el lugar para eso. ;-)

sábado, 10 de junio de 2017

Mi primera vez



Esta trepadita la vengo rumiando hace días. Hoy decidí hacerla. ¿Por qué? Porque a veces una, queriendo ser muy ‘políticamente correcta’, deja caer ciertas cosas, aunque es importante decirlas y ponerlas en perspectiva. Aquí mi reflexión.

Desde que tuve edad para ejercer mi derecho al voto, hace unos cuántos años, he cumplido con ese deber ciudadano. Entiendo que es parte importante de mi responsabilidad como miembro de una sociedad democrática.

Nunca pensé que llegaría un día como el de hoy, en el que decidiera no participar en un proceso electoral. Como dicen por ahí, siempre hay una primera vez y ésta es la mía. Y aquí lo más importante son los por qué.

Me llama mucho la atención las palabras escogidas para definir esta consulta de estatus. Se menciona que es un plebiscito para la descolonización inmediata de Puerto Rico. No sé como tomarlo; si como un deseo, una especulación o una aseveración. Porque eso así, de golpe y porrazo, es imposible.

Más que clara estoy que hay que resolver la situación colonial de Puerto Rico. Nunca he tenido duda de eso y estoy a favor de ello. Lo que pasa es que las cosas hay que hacerlas bien, o no se hacen; como decía mi mamá.

Y es que este plebiscito ha estado amañado desde su diseño. Con el plebiscito pasado pasó algo igual pero una lo dejó pasar pensando que estaba claro y que la gente se daría cuenta. Pero no y por eso es que me trepo; para que no pase lo mismo.

El que tomó aunque fuera una clase básica de investigación, sabe que estuvo viciado y que favorecía la estadidad. Estaba diseñado para eso y, naturalmente, ese fue el resultado. Y entonces, se han cansado de decir que puertorriqueños quieren la estadidad.


He ahí mi problema. El instrumento debe estar construido de manera que todas las opciones estén igual de claras, con las mismas posibilidades y con el lenguaje más neutral posible. Que el pueblo decida sin manipulaciones.

Mucho más podría decir del plebiscito anterior; que dicho sea de paso, medio mundo se le ha sentado encima a los ‘resultados’ por eso mismo que digo. Sólo ha servido, como estoy casi segura que fue una de las razones de hacerlo, para avivar las huestes.

Y entiendo que esa es una de las razones por las que se hace este plebiscito. Aunque en esta ocasión es muchísimo más preocupante por la situación en que estamos. Se han GASTADO -porque no es inversión- millones de dólares; además de que también está diseñado para que gane la estadidad.

A mí me preocupa enormemente el gasto en un momento donde el país está quebrado. Vuelvo y lo menciono porque aquí todo lo que tiene que ver con los EE. UU. lo amarran a dólares y centavos. Aquí existe una crisis económica severa. Bueno, eso nos han hecho creer. Habrá que auditar la deuda para estar claros de eso.

Ese dinero se pudo haber invertido en algo realmente importante. Y no me malinterpreten; solucionar esta situación es importante, pero hay que hacerlo en el momento correcto y de la manera correcta. No a la trágala.

El plebiscito no ha sido aprobado por Justicia Federal y aún así siguen con él. Me resulta más que interesante que quieren ser parte de los EE. UU., pero sólo reconocen de ellos lo que les conviene.

Además, ahora mismo con Trump de presidente, y que está en contra de todo lo que le huela a diferente, es más que claro que nada va a pasar. Me preocupa esa enajenación de algunos de que están confiados en que ahora se logrará.

Podrán ganar y hacer todos los chijí-chijá del mundo, pero allá, ningún caso le van a hacer. Entonces, ¿cuál es la idea? ¿Probar el liderato del gobernador? ¿Tener las huestes ilusionadas? ¿Usar los resultados para decir que el puertorriqueño quiere la estadidad?

No seamos ilusos. Si hubiesen querido que fuéramos estado, hace tiempo lo seríamos. Los Estados Unidos no dan puntada sin hilo. A ellos le conviene lo que tenemos ahora, por eso pidieron que se incluyera la definición en el plebiscito. Sólo hay que pensar un poquito.

En una red social leí un comentario sobre que, como ya se había hecho el gasto, pues habría que ir a votar. ¡No!; no podemos hacer las cosas con ‘pues porque ya’, porque siempre se va a usar esa táctica de es mejor pedir perdón que pedir permiso; que aquí no debe aplicar.

Quiero mencionar algo que entiendo es muy importante. La campaña que se llevado a cabo sobre la estadidad, además de los chavos largos que han corrido, es una proselitista, totalmente desenfocada y nada educativa. Está plagada de miedos, de medias verdades y de información incorrecta.

¿Qué se debió de haber hecho? Educar. Presentar lo que ellos entienden es el beneficio real de la estadidad, sin apasionamientos, juegos de palabras o meter miedo. Presentar las responsabilidades y los compromisos que se adquirirían con esa nación. 

Hay que dar toda la información para que la gente analice, evalúe y tome sus decisiones. No irlos llevando como si estuvieran en un redil. Más interesante  ha estado la campaña de los memes. Que, entre broma, burla y relajo, han presentado de forma irónica lo para muchos es la estadidad.

No le voy a decir a nadie que no vaya a votar o que se vaya para la playa. Cada quién debe hacer un examen de conciencia y decidir qué va a hacer y cómo. Yo, después de mi análisis llegué a mi conclusión. A cada uno le toca llegar a la suya. Esta fue mi primera vez; sólo confío que sea la última.


*Los gráficos no son de mi propiedad y fueron tomados de Internet con el único propósito de acompañar la entrada. CC

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