Esta trepadita la vengo rumiando hace
días. Hoy decidí hacerla. ¿Por qué? Porque a veces una, queriendo ser muy
‘políticamente correcta’, deja caer ciertas cosas, aunque es importante decirlas
y ponerlas en perspectiva. Aquí mi reflexión.
Desde que tuve edad para ejercer mi
derecho al voto, hace unos cuántos años, he cumplido con ese deber ciudadano.
Entiendo que es parte importante de mi responsabilidad como miembro de una sociedad democrática.
Nunca pensé que llegaría un día como el
de hoy, en el que decidiera no participar en un proceso electoral. Como dicen
por ahí, siempre hay una primera vez y ésta es la mía. Y aquí lo más importante
son los por qué.
Me llama mucho la atención las palabras escogidas para definir esta consulta de estatus. Se menciona que es un plebiscito para la descolonización inmediata de Puerto Rico. No sé como tomarlo; si como un deseo, una especulación o una aseveración. Porque eso así, de golpe y porrazo, es imposible.
Más que clara estoy que hay que resolver
la situación colonial de Puerto Rico. Nunca he tenido duda de eso y estoy a
favor de ello. Lo que pasa es que las cosas hay que hacerlas bien, o no se
hacen; como decía mi mamá.
Y es que este plebiscito ha estado
amañado desde su diseño. Con el plebiscito pasado pasó algo igual pero una lo
dejó pasar pensando que estaba claro y que la gente se daría cuenta. Pero no y
por eso es que me trepo; para que no pase lo mismo.
El que tomó aunque fuera una clase básica
de investigación, sabe que estuvo viciado y que favorecía la estadidad. Estaba
diseñado para eso y, naturalmente, ese fue el resultado. Y entonces, se han
cansado de decir que puertorriqueños quieren la estadidad.
He ahí mi problema. El instrumento debe
estar construido de manera que todas las opciones estén igual de claras,
con las mismas posibilidades y con el lenguaje más neutral posible. Que el
pueblo decida sin manipulaciones.
Mucho más podría decir del plebiscito
anterior; que dicho sea de paso, medio mundo se le ha sentado encima a los
‘resultados’ por eso mismo que digo. Sólo ha servido, como estoy casi segura
que fue una de las razones de hacerlo, para avivar las huestes.
Y entiendo que esa es una de las razones por
las que se hace este plebiscito. Aunque en esta ocasión es muchísimo más
preocupante por la situación en que estamos. Se han GASTADO -porque no es
inversión- millones de dólares; además de que también está diseñado para que
gane la estadidad.
A mí me preocupa enormemente el gasto en
un momento donde el país está quebrado. Vuelvo y lo menciono porque aquí todo lo
que tiene que ver con los EE. UU. lo amarran a dólares y centavos. Aquí existe
una crisis económica severa. Bueno, eso nos han hecho creer. Habrá que auditar
la deuda para estar claros de eso.
Ese dinero se pudo haber invertido en
algo realmente importante. Y no me malinterpreten; solucionar esta situación es
importante, pero hay que hacerlo en el momento correcto y de la manera
correcta. No a la trágala.
El plebiscito no ha sido aprobado por
Justicia Federal y aún así siguen con él. Me resulta más que interesante que
quieren ser parte de los EE. UU., pero sólo reconocen de ellos lo que les
conviene.
Además, ahora mismo con Trump de
presidente, y que está en contra de todo lo que le huela a diferente, es más
que claro que nada va a pasar. Me preocupa esa enajenación de algunos de que
están confiados en que ahora se logrará.
Podrán ganar y hacer todos los
chijí-chijá del mundo, pero allá, ningún caso le van a hacer. Entonces, ¿cuál
es la idea? ¿Probar el liderato del gobernador? ¿Tener las huestes ilusionadas?
¿Usar los resultados para decir que el puertorriqueño quiere la estadidad?
No seamos ilusos. Si hubiesen querido que
fuéramos estado, hace tiempo lo seríamos. Los Estados Unidos no dan puntada sin
hilo. A ellos le conviene lo que tenemos ahora, por eso pidieron que se
incluyera la definición en el plebiscito. Sólo hay que pensar un poquito.
En una red social leí un comentario sobre
que, como ya se había hecho el gasto, pues habría que ir a votar. ¡No!; no
podemos hacer las cosas con ‘pues porque ya’, porque siempre se va a usar esa
táctica de es mejor pedir perdón que pedir permiso; que aquí no debe aplicar.
Quiero mencionar algo que entiendo es muy
importante. La campaña que se llevado a cabo sobre la estadidad, además de los
chavos largos que han corrido, es una proselitista, totalmente desenfocada y
nada educativa. Está plagada de miedos, de medias verdades y de información
incorrecta.
¿Qué se debió de haber hecho? Educar.
Presentar lo que ellos entienden es el beneficio real de la estadidad, sin
apasionamientos, juegos de palabras o meter miedo. Presentar las
responsabilidades y los compromisos que se adquirirían con esa nación.
Hay que dar toda la información para que
la gente analice, evalúe y tome sus decisiones. No irlos llevando como si
estuvieran en un redil. Más interesante
ha estado la campaña de los memes. Que, entre broma, burla y relajo, han
presentado de forma irónica lo para muchos es la estadidad.
No le voy a decir a nadie que no vaya a votar
o que se vaya para la playa. Cada quién debe hacer un examen de conciencia y
decidir qué va a hacer y cómo. Yo, después de mi análisis llegué a mi
conclusión. A cada uno le toca llegar a la suya. Esta fue mi primera vez; sólo confío
que sea la última.
*Los gráficos no son de mi propiedad y fueron tomados de Internet con el único propósito de acompañar la entrada. CC
*Los gráficos no son de mi propiedad y fueron tomados de Internet con el único propósito de acompañar la entrada. CC
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