En el momento que escribo esta entrada, faltan alrededor de doce mil firmas para completar las cien mil que se necesitan para que Casa Blanca atienda la petición de excarcelación de Oscar López, antes de que Barack Obama complete su segundo y último término como presidente de los Estados Unidos de América.
La fecha límite es el 11 de diciembre de 2016. Si se llega a la meta, Casa Blanca tendrá que responder a la misma. Así sabremos si Obama le da el indulto a Oscar. De no hacerlo, lo interesante será saber el por qué de la negativa; y eso puede dejar clarísimo -como si no lo fuera ya- el trato de colonizados que siempre nos han dado.
Después de esa fecha, nadie sabe lo que pueda pasar. Pero a lo mejor quien lo excarcele podría ser el próximo presidente. Interesante sería, y una gran golpe para los demócratas, que Donald Trump fuera el que lo liberara. Habría que ver, si al final Obama no accede.
No es la primera vez que me trepo en la sillita por Oscar López y tampoco podría ser la última. A veces es frustrante leer cualquier cantidad de cosas. Pues resulta que se dicen medias verdades, informaciones incorrectas o suposiciones; porque muchas de ellas no se pudieron probar. Por eso la acusación fue por ‘sedición’ no por terrorismo. Si nos educáramos…
No vamos más allá, no corroboramos la información, tampoco consultamos diferentes fuentes y las comparamos. No conocemos nuestra historia; mucho menos ubicamos los acontecimientos en tiempo y espacio. El hacerlo podría darnos unas perspectivas interesantes para entender el por qué de algunas acciones. Pero no lo hacemos. Preferimos que otros piensen por nosotros y nos digan cómo pensar.
Nos quedamos con lo que ‘alguien’ dice sin hacer un análisis crítico. Siempre le digo a mis estudiantes que no crean ciegamente lo que les dicen y que duden de las cosas, hasta las que yo les digo. Que ellos corroboren todo, que hagan su análisis y que lleguen a sus propias conclusiones.
Y vuelvo a Oscar López y la razón de esta entrada. Me parece que la mayoría que apoya que esté encarcelado o que lo tilda de cualquier cantidad de cosas, no tiene idea de lo que es el delito de sedición ni conoce su contexto histórico.
La sedición (RAE) es un alzamiento colectivo y violento contra la autoridad, el orden público o la disciplina militar, sin llegar a la gravedad de la rebelión.
La sedición (RAE) es un alzamiento colectivo y violento contra la autoridad, el orden público o la disciplina militar, sin llegar a la gravedad de la rebelión.
Conspirar es, dicho de varias personas, unirse contra su superior o soberano. Así que podríamos decir que la conspiración sediciosa es unirse dos o más personas para buscar un alzamiento colectivo contra la autoridad, el orden público o la disciplina militar.
No es un terrorista, mucho menos un asesino, tampoco ha cometido delitos graves, sino que fue acusado de ‘conspiración sediciosa’. Entonces, la acusación de Oscar podría ir en la línea de resistir mediante la fuerza la autoridad del gobierno de los EE. UU.; por conspirar para derrocar por la fuerza su autoridad sobre Puerto Rico.
La ley de sedición existe en muchos países y varía dependiendo del código legal de cada uno. Las metrópolis la utilizaban para desalentar y asustar a los colonizados a revelarse contra ellos. Hasta Mandela fue encarcelado por el mismo delito que fue encarcelado Oscar, por sedición.
La ley de sedición se aprobó en EE. UU. en el 1798, bajo el mandato de John Adams, segundo presidente estadounidense. El decir o escribir algo falso, escandaloso o malicioso contra el gobierno, el Congreso o el presidente para difamarlos, desprestigiarlos o incitar el odio del pueblo contra ellos era criminalizado por esta ley.
Aunque parecía violar la primera enmienda a la Constitución de los Estados Unidos de América aprobada en el 1791, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos la consideró constitucional. Esto le dio al gobierno vía libre para acusar a cualquier ciudadano de sedicioso.
Y es que, aunque se había aprobado la primera enmienda, en EE. UU. se mantenía la ley común británica de ‘libelo sedicioso’. Como no se podía ejercer la ‘censura previa’ a cualquier publicación o pronunciamiento, porque se violentaba la primera enmienda, con la ley de sedición se podía, posteriormente, castigar al autor o escritor en cuestión. Históricamente, EE. UU. ha utilizado la ley de sedición; primero en Filipinas y luego en Puerto Rico.
¿Y cómo Oscar encaja aquí? Exactamente. Si se hubiese probado su participación en algún acto terrorista, se le hubiese acusado de terrorismo. Si hubiese asesinado a alguien, se le hubiese acusado de asesinato. Si hubiese robado algo, se le hubiese acusado de eso. Pero el delito por el que se le acusa es por sedición. ¿Entonces?
A este veterano de la guerra de Vietnam, se le acusó al ser identificado como líder de la Fuerza Armada de Liberación Nacional. La FALN fue responsabilizada por el bombazo de Fraunces Tavern en Nueva York, donde murieron cuatro personas. A él nunca se le acusó de participar directamente en su planificación o ejecución.
Oscar López y otros acusados se negaron a testificar en el juicio por indicar que eran prisioneros políticos y no reconocían los tribunales estadounidenses; así que se le condenó a 70 años, cuando la sentencia máxima para ese “delito” es de 20. Su encarcelamiento, más que todo, pareciera que es una manera de recordarnos que somos colonia y que por buscar la independencia para la patria, se paga un alto precio.
Y hay quien dice que lo dejen preso porque antes le dieron la oportunidad de salir y no quiso. Pues sí, tuvo la oportunidad de hacerlo, pero por principios y solidaridad con otros presos políticos no lo hizo. Eso no mucha gente lo puede entender.
Ha sido tratado como un prisionero peligroso. Lo han mantenido aislado, le han restringido las visitas; entre muchas cosas más. ¿Realmente merecía ese trato siendo acusado por sedición? Que cada quién llegue a su conclusión.
El interés de que Oscar López sea excarcelado y que regrese a Puerto Rico es cada vez mayor entre gran cantidad de personas, líderes de diferentes ámbitos, organizaciones y grupos de diversos intereses, ya sean puertorriqueños o de otros países.
Todos entienden que ya es hora de que sea liberado porque sería una cuestión de justicia y de derechos humanos; un acto de humanidad. Es el preso político puertorriqueño que más tiempo lleva en el sistema de prisiones estadounidense. Demasiado tiempo ha estado alejado de su nación. Por eso, hay que firmar la petición.
No hay nada más preciado que la libertad, el ser independiente, el decidir uno mismo sus acciones, su vida, su destino. Ojalá y que regrese pronto a su patria y que pueda disfrutar lo que le queda de vida de las maravillas de esta tierra y del amor de sus amigos y familiares. Ojalá...
No hay nada más preciado que la libertad, el ser independiente, el decidir uno mismo sus acciones, su vida, su destino. Ojalá y que regrese pronto a su patria y que pueda disfrutar lo que le queda de vida de las maravillas de esta tierra y del amor de sus amigos y familiares. Ojalá...
*Las ilustraciones y las fotos no son de mi propiedad y sólo las estoy utilizando con el fin de acompañar esta entrada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario