De la campaña y de algunas otras cosas…

El ambiente en este país está tan cargado que por cualquier cosa brincamos. Ya lo he dicho antes, se está volviendo muy complicado. Todavía no puedo creer que por la campaña del #yonomequito se haya armado semejante jaleo y que tengamos casi una batalla campal por esto. 

Llevamos días en la pelea chiquita; con ataques, de un lado y del otro, con unos a favor y otros en contra. Nos hemos enfrascado en una discusión inútil, que no nos va a llevar a ningún lado; sólo a seguirnos desgastando como pueblo. 

Por eso esta trepadita. Juro que iba a dejarlo caer. Me mentalicé para hacerlo; pero la verdad es que tendré que decir algo. Y no por ir a favor de unos o en contra de otros; porque por ahí no van los tiros, sino porque me parece que aquí se ha perdido totalmente el foco. 

Y mis disculpas si a alguien no le parece pero, como muchos han hecho, también voy a compartir mi punto de vista. Presumo que hay un gran número de puertorriqueños que piensan como yo; que han visto esto, desde un ángulo diferente a los que se han estado presentando. Espero que no me caigan chinches.

Y de verdad; nunca pensé que se fuera a armar semejante ‘bollete’ por esta iniciativa; mucho menos que lo íbamos a reducir en ‘los que nos quedamos’ y ‘los que se fueron’. Tenemos que dejar la bendita manía de pensar de que si no estás de acuerdo conmigo, estás contra mí. Demasiada piel finita la nuestra.

A lo mejor podré estar equivocada, pero creo que el objetivo de la campaña es resaltar lo ‘fajones’ que somos los puertorriqueños y que nada nos detiene. Esto donde quiera que estemos; porque el estar fuera del país no los hace menos puertorriqueños de los que vivimos aquí.  

Esto no tiene que ver, esa es mi apreciación, con irse o quedarse. Tiene que ver con la actitud que nosotros los puertorriqueño enfrentamos la vida, sea en el archipiélago o fuera de él. Tiene que ver con esencia, con ser; no con geografía. 

No entiendo, y aquí mis disculpas si estoy percibiéndolo mal, pero pareciera que muchos de los que se fueron se sienten como que tienen que justificar el por qué se fueron. Nada más lejos de la verdad. El irse o quedarse es una decisión personal de cada uno y nadie tiene que cuestionarla.

Cada quién toma sus decisiones de acuerdo a sus realidades y necesidades y hace lo que entiende es mejor para él, ella o para los suyos. Pero no por irse dejan de ser puertorriqueños luchadores, fajones y que no se quitan. Al contrario, algunas veces el irse requiere mucha fuerza, coraje y voluntad.

No creo justo que se ataque al que se va; pero tampoco, que muchos de los que se van tiren tierra sobre los que se quedan. Gracias a Dios son los menos; pero de que los hay, los hay. Como si quedarse es porque son perdedores, porque no queda otra alternativa y no por elección. Porque señores, tenemos de todo en todos lados.

Y es que está el que se va lamentándose porque se tuvo que ir y está el que se va y después menosprecia la isla. Para esos ahora Puerto Rico es de lo ‘peorcito’ y agradecen el haberse ido porque ahora están viviendo en un ‘país de verdad’ donde todo es mejor. ¡Por el amor de Dios!

Muchos de los que se fueron podrían pensar que el irse es como un destierro o muchos de los que se quedan aquí, pensar que al irse están desterrados; que no tienen el derecho de volver o a pisar esta tierra. ¿En serio estamos en esas? 

Los que se fueron no se quitan y los que nos quedamos tampoco. Estamos conscientes de que la cosa está difícil y optamos por quedarnos aquí; pero eso no nos hace más puertorriqueños de los que se fueron. Cada quién está, desde su trinchera particular, haciendo su lucha sea aquí o sea allá. Así es que yo lo he visto siempre.

¿Podría darse el caso que todo este malestar que se haya levantado sea por el ‘no’ en la frase porque el uso del negativo podría no ser ‘positivo’ para la campaña o por el uso del blanco sobre el negro, pega fuerte? ¿Podría ser que el uso de la bandera al lado del ‘no me quito’ pareciera que es no quitarse del país? ¿Podría ser que la campaña necesitaba una mayor explicación? Podría ser que sí, podría ser que no; habrá que ver cuál era la estrategia. 

Pero también podría ser la ‘susceptibilidad’ puertorriqueña. Estamos tan cargados con todo que cualquier cosa nos hace brincar. Tenemos la piel finita y explotamos de medio ‘maniguetazo’; que lo tomamos personal. Así que pudiera ser por alguna de las cosas antes mencionadas, la combinación de varias de ellas o todas juntas; o no podría ser ninguna y ser otra cosa.

Para mí está claro; no sé si es porque soy de buscarle el lado bueno a las cosas, que esto no tiene que ver nada con irse o quedarse; que no tiene que ver con ser más o menos puertorriqueños. Esto no tiene que ver con ubicación geográfica; sino con esencia. 

Que esto sólo tiene que ver con la actitud con la que nosotros afrontamos la vida y las adversidades que encontramos. Siempre se ha dicho, y estoy convencida de eso, que el puertorriqueño es fajón, echao pa’lante, creativo, inteligente, sagaz y muchas cosas más. Muchos de los nuestros hicieron, han hecho y están haciendo cosas fuera y no por eso dejaron de ser lo que son. 

Nada; sólo quería compartir mi punto de vista que pudiera ser el de muchos, porque me parece que la discusión se ha ido por otro lado. Ojalá y dejemos las peleas chiquitas. Empecemos a pensar en positivo; en lo que nos une. En el compromiso que tenemos con este país y con los nuestros; no importa dónde estemos o vivamos.

Enfoquémonos en dar lo mejor de nosotros no importa dónde. No etiquetemos, no juzguemos, no critiquemos. Luchemos por lo que queramos, vivamos donde queramos, hagamos lo que queramos pero no nos quitemos y sigamos siendo buenos puertorriqueños. Eso es lo que somos y nadie nos lo puede arrebatar.

*Las fotos no son de mi propiedad y fueron tomadas de Internet con el único fin de acompañar este escrito.