Por si las moscas...

Los comentarios vertidos en estos escritos son de mi total responsabilidad. Comparto lo que pienso y siento, simplemente para que se pueda apreciar otro punto de vista sobre la cosas. Pueden o no estar de acuerdo con lo que expongo; conmigo no hay ningún problema porque cada quien tiene el derecho a pensar lo que mejor entienda. Los comentarios son bienvenidos. Espero que si alguien difiere, lo haga con respeto; no escribiendo chabacanerías o insultando. Este no es el lugar para eso. ;-)

viernes, 5 de enero de 2018

Cinco años trepada en la sillita



Hace poco, cuando me di cuenta que  “Trepada en la sillita” cumplía cinco años, lo primero que hice fue reconocer que el tiempo pasa volando. Después comencé a pensar cómo desarrollaría esta entrada.

Confieso que pensé muchas cosas pero como faltaban varios días, lo fui dejando. Después de darle muchas vueltas a la noria, casi se me acaba el día y entonces, sin pensarlo mucho, me siento a redactar esta entrada.

Todo comenzó hace cinco años en la víspera de Reyes. Luego de estar varios meses acariciando la idea de hacer el blog terminé, gracias a la complicidad y la dirección de Joseph Martínez, embarcándome en esta aventura que para nada me arrepiento de haberla emprendido.

Los que me conocen saben que desde antes le tomaba la sillita ‘prestada’ a Mafalda para opinar sobre diferentes cosas o situaciones. Siempre buscaba dar una opinión, a veces un poco ‘ortodoxa’, pero ofreciendo puntos de vista diferentes que nos hicieran pensar. Eran cosas que discutía con los amigos, en las clases y con familiares. Yo siempre, opinando.

La sillita ha sido un espacio para el desahogo donde escribo de lo quiero y cuando quiero. Y he sido fiel a eso. Eso sí, no soy consecuente en cuanto al tiempo de publicación. A veces pasan varias semanas sin publicar nada. Veremos cómo se desarrolla de ahora en adelante.

Confieso que el ‘invento’ ha estado interesante. Cuando lo comencé, me dije que si cada entrada tenía 25 lecturas, me daba por bien servida. Pues resulta que todas las he sobrepasado; algunas por poco más y otras por muchísimo.

Y no tenía -ni tengo- grandes pretensiones con el blog, ni aspiraba a más porque para mí es un espacio desarrollado para compartir mis puntos de vista. Pero me alegra mucho confirmar que se lee.

Pues en estos cinco años he publicado 200 entradas; muchísimas -casi todas-, bastante extensas. Sé que las tengo que hacer más cortas, pero a veces tengo mucho que decir.

‘Hablo’ de lo que me gusta. Mucho hay de comunicación y relaciones públicas, de mis series asiáticas, de producciones de otras partes del mundo, de temas generales, de política, de la patria y de mil cosas más.

Iba a hacer un análisis estadístico y esas cosas pero, al final, eso no es lo más importante. Para mí, lo más significativo es que tengo un espacio dónde decir lo que pienso pero, sobre todo, que ustedes leen las trepaditas que hago. Eso, para mí, es lo mejor de todo este embeleco.

Sólo me resta agradecerles el que me estén acompañando en esta aventura. Y yo seguiré, mientras la vida me lo permita, pidiéndole la sillita prestada a Mafalda para treparme en ella y decir lo que haga falta decir. Otra vez, gracias. Muchas bendiciones.


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