Por si las moscas...

Los comentarios vertidos en estos escritos son de mi total responsabilidad. Comparto lo que pienso y siento, simplemente para que se pueda apreciar otro punto de vista sobre la cosas. Pueden o no estar de acuerdo con lo que expongo; conmigo no hay ningún problema porque cada quien tiene el derecho a pensar lo que mejor entienda. Los comentarios son bienvenidos. Espero que si alguien difiere, lo haga con respeto; no escribiendo chabacanerías o insultando. Este no es el lugar para eso. ;-)

sábado, 30 de abril de 2016

Lo de aquí, primero, siempre...


Luego de más de un mes de ausencia, ¡me trepé en la sillita! Había tantas cosas pasando que no sabía por dónde empezar. Pero rompí el hielo gracias a la ‘Semana Hecho en Puerto Rico’. Y es que el que me conoce sabe que soy una acérrima defensora de todo lo puertorriqueño. Así que eso, más que todo, me dio pie para hacer esta reflexión sobre lo que significa respaldar lo nuestro. 

Antes de continuar, hay que felicitar a la Asociación de Productos de Puerto Rico y al primer centro comercial del país por la gran idea de abrir, aunque fuera por corto tiempo, la primera y única tienda exclusiva bajo el sello ‘Hecho en Puerto Rico’, con más de 100 productos producidos aquí. Ojalá que pueda establecerse de manera permanente, sea allí o en cualquier otro lugar. 

Viendo todo el entusiasmo que ha generado la iniciativa y el gran respaldo de los consumidores, pareciera que como país empezamos a estar conscientes de la necesidad de apoyar los productos nuestros. Que el consumirlos ayuda a que el dinero se quede circulando aquí, lo que fortalece la economía puertorriqueña.


Foto suministrada por Neisha Torres De León, relacionista de la APPR
Y es que la coyuntura histórica nos ha obligado a mirarnos de frente. Lo que estamos viviendo nos está dando la posibilidad de entender que la fuerza viene de adentro y que la mejor ayuda que podemos recibir es la de nosotros mismos. Que no debemos esperar por los de afuera porque sólo nosotros podemos sacar a flote a Puerto Rico. En nuestras manos está el futuro y la dignidad de este país.

Toda la vida, desde que tengo uso de razón, he optado por lo de aquí. Y eso tiene que ver con todo, productos, empresas, etc. Presumo que venir de campo, me hace más propensa a apoyar todo lo que representa a mi país; mucho más, a consumir los productos nuestros. 

Aunque nos han inundado las cadenas extranjeras, y se han multiplicado como conejos, no suelo comprar en esos supermercados, farmacias o tiendas por departamentos. Claro, tampoco es que le tengo la guerra montada, pero trato en lo posible de no auspiciarlos porque estoy consciente del efecto de dejar el dinero allí versus en algún comercio local. 

Sabía que el ‘efecto de los 15 centavos’, como lo llamo yo, sería nefasto para los nuestros. Y es que te economizas 15 centavos en un artículo pero ese dinero va a una empresa extranjera y no a un comercio de aquí. No estoy criticando el que compra ahí, porque cada quién tiene el derecho de cuidar su dinero y comprar donde quiera, pero debemos estar conscientes de su impacto en nuestra ya maltrecha economía.

Hace poco tiempo abrió una farmacia de la comunidad cerca de mi casa y allí fui a comprar unos medicamentos. El plan no los cubría porque aparentemente la farmacia no estaba en la ‘lista’ de farmacias del plan. Pues yo, preferí pagar un poco más y dejarle el dinero a la farmacia de la comunidad y no a la extranjera. A veces me pongo en esas…

Foto de la feria Agrópolis, Wapa-TV
Igual pasa con los productos agrícolas. Apoyemos los mercados urbanos, los familiares, las ferias, etc. Consumamos productos frescos y respaldemos a nuestros agricultores. Esta es una gran manera de ayudar al país. El dólar agrícola es uno de los que más rinde y circula en nuestra economía. Eso, nos beneficia a todos.

Cuando voy al supermercado siempre mi primera opción son los productos puertorriqueños; luego, los otros. En ocasiones soy un poco más radical, como con los huevos. Si no son del país no me los llevo, así estén regalando los jinchos. Si lo pensamos bien, la gallina que puso ese huevo jincho, pudo haber muerto hace seis meses. Je, je En serio, más que todo es cuestión de frescura.

Y no se diga del café; que para mí es el elixir de los dioses. Ahí sí que no transo de ninguna manera; tiene que ser café puertorriqueño. Si no está la marca que suelo usar o quiero variar, pues compro otra; pero de aquí. El azúcar, morena, de la marca empacada en Sabana Grande.

Respecto a la leche fresca y a la de cajita, porque uso de las dos, compro las marcas puertorriqueñas. El mismo proceso es con las verduras, las frutas, las carnes, etc. Esto también aplica a todo lo demás como empresas, servicios, etc. 

Debemos dejar de pensar que lo de afuera, lo otro, es mejor que lo nuestro. ¡Claro!, es el adoctrinamiento al que nos han sometido. Nos han hecho pensar que somos menos. Pero bueno, como ese tema es algo mucho más profundo y como aquí los tiros van por otro lado, no voy a meterme en eso. 

Foto suministrada por Neisha Torres De León, relacionista de la APPR.
Increíble me resulta que otros reconozcan la valía y la aportación de miles de puertorriqueños a través del tiempo. Reconozcamos nuestra vastísima cultura, que nuestra historia está llena de grandes escritores, pintores, educadores, librepensadores, deportistas, artistas, profesionales, en fin; una cantera de talento en tantas y tantas áreas que han hecho -y que siguen haciendo- grandes aportaciones al país, al hemisferio y al mundo.

Y estoy segura que si dejamos la bendita politiquería y la pelea chiquita, si nos organizamos, nos unimos, nos arremangamos y bregamos todos por un mismo fin, ayudaremos significativamente a sacar este país del pantano en el que está. Más que demostrado ha quedado esto con el éxito de la tienda ‘Hecho en Puerto Rico’.

Así que no esperemos o dependamos del gobierno o de otros; mucho menos del de afuera, que clarísimas ha dejado sus prioridades y lo que significamos para ellos. Es hora de dejar de creer en cuentos de camino, en el galante príncipe que salva la princesa y empecemos a enfrentarnos a la realidad. Sólo contamos nosotros. Sólo podemos hacerlo nosotros. Sólo lo lograremos nosotros.

Siempre he confiado en nuestra gran riqueza como pueblo, como país. En lo emprendedores que somos. En la fuerza y en esa capacidad de resistencia que tenemos. En ese sentido del humor tan característico, a veces pesadito, que muchos no entienden. Debemos sentirnos más que orgullosos de lo que somos, puertorriqueños, porque ‘My Friends’, eso no es cualquier cosa.

Si entendiéramos lo que valemos y pusiéramos primero lo nuestro, otro sería el cuento… ;)

Foto tomada de agricultura.pr.gov


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