Por si las moscas...

Los comentarios vertidos en estos escritos son de mi total responsabilidad. Comparto lo que pienso y siento, simplemente para que se pueda apreciar otro punto de vista sobre la cosas. Pueden o no estar de acuerdo con lo que expongo; conmigo no hay ningún problema porque cada quien tiene el derecho a pensar lo que mejor entienda. Los comentarios son bienvenidos. Espero que si alguien difiere, lo haga con respeto; no escribiendo chabacanerías o insultando. Este no es el lugar para eso. ;-)

viernes, 6 de junio de 2014

Sus derechos… ¿y los de los demás?

Foto: FB-Ponce Noticias de última hora. Todos los derechos son suyos.

Quería treparme y decirlo; así que sin pensarlo más, me trepé. No faltaba más. Y mis disculpas sin alguien piensa que no estoy siendo justa con lo que digo. Creo en el bienestar de los trabajadores, pero lo que ocurrió ayer en el Túnel Minillas pasó de castaño a oscuro. Para mí, ese acto en vez de sumar, restó.

El que me conoce sabe que siempre estoy hablando del derecho que tenemos todos de luchar por lo que uno entiende es lo justo, pero las cosas tienen un límite. Se supone que seamos ciudadanos de ley y orden, que ejerzamos nuestros derechos democráticos, que respetemos a los otros y que convivamos sanamente porque todos compartimos el mismo espacio.

En los sistemas democráticos a veces, como está pasando en Puerto Rico, se han manoseado tanto los conceptos que los han usado como escudo para hacer cosas que nada tienen que ver con el genuino reclamo de derechos. Y vuelvo y digo, soy partidaria del derecho que tenemos todos a luchar por lo que queremos, lo que no podemos es hacer mal uso de ellos o “por los nuestros” limitarle lo de los demás.


Según el DRAE, el término “derecho” tiene gran diversidad de acepciones. Entre las que nos competen están: “Justo, legítimo”, “Fundado, cierto, razonable”, “Facultad de hacer o exigir todo aquello que la ley o la autoridad establece en nuestro favor, o que el dueño de una cosa nos permite en ella”. También estáJusticia, razón” yConjunto de principios y normas, expresivos de una idea de justicia y de orden, que regulan las relaciones humanas en toda sociedad y cuya observancia puede ser impuesta de manera coactiva".

También menciona que los derechos fundamentales son “Los que, por ser inherentes a la dignidad humana y por resultar necesarios para el libre desarrollo de la personalidad, suelen ser recogidos por las constituciones modernas asignándoles un valor jurídico superior” y que el derecho adquirido es “El creado al amparo de una legislación y que merece respeto de las posteriores”. Me topé también con dos definiciones interesantes: el derecho al pataleo, que es la “Última y vana actitud de protesta que adopta o puede adoptar el que se siente defraudado en sus derechos” y el abuso de derecho que es el “Ejercicio de un derecho en sentido contrario a su finalidad propia y con perjuicio ajeno”. ¿Tendré que añadir algo?

Y pensé en nuestra Constitución, la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico que comienza: “Nosotros, el pueblo de Puerto Rico, a fin de organizarnos políticamente sobre una base plenamente democrática, promover el bienestar general y asegurar para nosotros y nuestra posteridad el goce cabal de los derechos humanos…” 

La nuestra es una de las constituciones más completas en lo relacionado a derechos. Sería interesante ver las secciones 17 y 18 del Artículo II. La Sección 17 es sobre el derecho que tienen los trabajadores a organizarse y negociar colectivamente con sus patronos para promover su bienestar. La Sección 18 establece que: “A fin de asegurar el derecho a organizarse y a negociar colectivamente, los trabajadores de empresas, negocios y patronos privados y de agencias o instrumentalidades del Gobierno que funcionen como empresas o negocios privados, tendrán en sus relaciones directas con sus propios patronos, el derecho a la huelga, a establecer piquetes y a llevar a cabo otras actividades concertadas legales. Nada de lo contenido en esta sección menoscabará la facultad de la Asamblea Legislativa de aprobar leyes para casos de grave emergencia cuando estén claramente en peligro la salud o la seguridad pública, o los servicios públicos esenciales”. 

Foto: Diario de Puerto Rico. Todos los derechos son suyos.
¿El bloqueo del Túnel Minillas dentro de qué cae? ¿Qué con los derechos de lo que fueron bloqueados? ¿No es eso una restricción de libertad? ¿No atentó contra la seguridad de los que se encontraron atrapados en el tapón? Eso sin mencionar la "bebelata" y el "party" que se armó. ¿Eso es un sano reclamo de los derechos? Que cada quién juzgue y llegue a sus conclusiones. El problema es que cosas como ésta le quitan fuerza a la genuina lucha por los derechos laborales.

Ya debemos de dejar la retórica y la demagogia. El meter miedo y el amenazar con cortar los servicios o el echar a correr rumores para que todos salgan corriendo hasta gastar lo que no tienen para comprar comida, echar gasolina, etc.; no es un acto ni de buena fe ni se están respetando los derechos básicos de los ciudadanos. Si no se han dado cuenta, esto es atentar contra el derecho de los demás. Entre los derechos que aparecen en la sección 20 del Artículo II está “El derecho de toda persona a disfrutar de un nivel de vida adecuado que asegure para sí y para su familia la salud, el bienestar y especialmente la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios”. 

Estoy clara que cada quién tiene el derecho a luchar por lo que cree justo; a lo que no se tiene derecho es a tomar por rehenes a los demás para conseguir lo que se quiere. En este país, gracias a Dios no son todos, hay ciertos grupos que a través de sus prácticas eso es lo que hacen, tomar al resto de la población como rehenes en una “lucha” que es con su empleador, no es ni con, ni por nadie más. Sólo afecta laboralmente al grupo en cuestión, no a los demás. 

Y no estoy diciendo que no tengan validez los reclamos; no es eso. Lo que digo es que los derechos de unos terminan donde comienzan los de los otros; que no podemos utilizar a los demás como rehenes para lograr nuestros objetivos y que debemos hacer la cosas de buena fe. Que también debemos ubicarnos en tiempo y espacio; que en ocasiones todo el mundo tienen que hacer ajustes y que no podemos seguir queriendo tener siempre el sartén por el mango o querer aplicar la ley del embudo a nuestro favor. Que tampoco hay que buscar imponerse a la trágala coaccionando a los demás; mucho menos hacer lo mismo que se critica, porque en muchos casos, de lo que se acusa al otro es lo mismo que se hace.  

Señores, de lo que estoy hablando es de respeto y de sana convivencia, no hablo de otra cosa.  Es que todos luchemos por lo que creamos es justo, pero sin llevarnos a los demás entre las patas. Es velar por el mejoramiento y crecimiento del país; es no confrontar o limitar las libertades de los demás. Demos gracias a Dios que vivimos en un sistema donde se tienen derechos; pero da la casualidad que del brazo de los derechos, vienen las responsabilidades y que también hay que cumplir con ellas. A ver si por fin, empezamos a respetarnos.

Y termino con la parte final del preámbulo de nuestra Constitución que creo que encierra el sentido de lo que digo: “…el afán por la educación, la fe en la justicia, la devoción por la vida esforzada, laboriosa y pacífica, la fidelidad a los valores del ser humano por encima de posiciones sociales, diferencias raciales e intereses económicos, y la esperanza de un mundo mejor basado en estos principios”. Para reflexionarlo. 


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