Foto: Periódico Metropr |
El que me conoce sabe que soy una persona
de ley y orden, sigo las reglas y respeto lo establecido. Pero también detesto
los abusos, los ‘trucos’, las dobles varas, ‘la ley del embudo’ y las
manipulaciones; entre otras cosas más.
Participé, junto a un grupo de Sagrado,
en el paro general del 1 de mayo. Para mí era un compromiso con el país. Aunque
había marchado en otras ocasiones, esta vez tenía un especial interés en
hacerlo. Le había asignado un trabajo a los estudiantes y quería ver con mis
propios ojos lo que allí pasaba.
Y es que cada quién va a contar la
historia como quiere y mostrar lo que le conviene. También que muchos medios
muestran la información sesgada, publican sólo lo que les conviene por el
‘rating’ o porque responden a intereses de terceros. Todo mundo tiene agendas,
así que yo, quería ver lo que pasaba.
Como conocedora del proceso de
comunicación sé lo que se puede hacer, lo que no y lo que muchas veces se hace.
Hay intensiones y hay compromisos. Hay motivaciones y hay justificaciones del
por qué, el cómo y el cuándo.
Se comunica, se informa, pero también se
puede hacer propaganda y manipular. Por eso, lo que se ve y lo que se dice hay
que tomarlo con pinzas. Una cosa es lo que pasa, lo que se proyecta y otra la que
se percibe.
Pues bien, lo que pasó en Hato Rey, se
veía venir, por lo menos para mí. Y voy a hacer un análisis del por qué y de lo
que vi. Seré medio abogada del diablo porque mi apreciación necesariamente no
fue la misma que se vio en los medios.
No voy a entrar en algunas cosas que ya
han sido analizadas y están harto sabidas, como que fue una estrategia del
gobierno, que naturalmente todo apunta a que así fue. Que se usó para desviar
la atención del objetivo de la marcha y mostrarlo como un acto violento y que
se intentaba mejorar la imagen de la oficialidad.
De las primeras cosas que debemos
preguntarnos es por qué en el edificio de uno de los bancos la policía tenía su
‘mini centro de operaciones’. Para rumiarlo.
También el por qué en Hato Rey se
concentró casi la totalidad de los agentes cuando había manifestaciones en otros lugares. “Porque la otra vez hubo destrozos”,
dirán algunos. Claro, pero en esta ocasión casi todo estaba protegido.
Además, parecía un redil. Instalaron
verjas bordeando los edificios y dentro había gran cantidad de oficiales,
muchos de ellos ni eran de aquí y vestían pantalón crema, camisa negra, gafas y
gorras. ¿A que los han visto en otros escenarios?
Interesante lo que iba viendo. Algo no me
acababa de cuadrar ni de hacer ‘clic’. Y es que sabiendo cómo se ‘engranan’ las
cosas, había demasiados elementos que si conoces los ‘modus operandi’ puedes ir
‘armando’ posibles escenarios e historias. Y él que piense que esto no es posible o es muy cándido o... llámelo como mejor entienda.
Y yo, que casi nunca fallo, -no sé si es
bueno o malo-, porque mi intuición es bastante aguda, me estaba diciendo que
algo no cuadraba. Ahora bien, tenemos que preguntarnos, ¿era previniendo una
confrontación o era provocándola?
Abro paréntesis. El despliegue policial
fue brutal. Y lo puedo asegurar por lo que vi durante y después. Pasadas las
cuatro de la tarde iba camino a la universidad y, además de un gran número de
policías en patrullas y motoras, vi pasar una guagua escolar del Departamento
de Corrección repleta de policías y cuatro guaguas pequeñas, como de 20
pasajeros, también repletas. Cierro paréntesis.
La policía se movió para que pasáremos y volvieron
a cerrar el paso. Así que quedamos rodeados dentro del perímetro porque había
policías en cada extremo del bloque. ¿No es eso una manera de intimidar? Estas
tácticas se han utilizado miles de veces. Y si sabemos de dónde viene el
secretario, no hay mucho que escudriñar.
Que conste, que esto no es una
justificación de lo que ocurrió porque nada justifica un enfrentamiento; pero
sólo estoy tratando de ponerlo en perspectiva porque no es lo mismo con violín
que con guitarra. Lo que se vive en el lugar necesariamente no va a concordar con lo que se ve en las redes y en
los medios.
El que estuvo allí, sabe a lo que me
refiero. El ambiente estaba cargado y era intimidante. Estaba mucho más complicado
de lo que se podía apreciar en los medios. Había que vivirlo para entender la
dinámica que se estaba dando.
Me fui momentos antes de la
confrontación. Este sexto sentido mío es de lo mejor. Pero seguí las
incidencias de lo ocurrido por las redes sociales. No podía creer algunas cosas
que veía. Llevaron a los manifestantes que quedaban al límite donde los querían
llevar.
El ambiente era de ‘túmbame la pajita’.
Ambos grupos estaban esperando la menor provocación para ‘tirar pa’ lante’. Y
he escuchado y leído, “ellos le tiraron piedras a la policía y la policía
reaccionó”. Ahora bien, ¿el cerco policial no es una manera de intimidar? ¿No reaccionaron
de manera desproporcionada y utilizaron la fuerza?
¿No querían seguir marchando y la policía
bloqueó? ¿La policía no iba a retirarse y de momento volvió a formación? ¿Por
qué? Detonantes, esos son detonantes. Mucho más cuando hay mucha gente
frustrada por todo lo que pasa en el país.
Y no nos hagamos los tontos, la
provocación estuvo de ambos lados, pero los manifestantes le pusieron la
oportunidad en bandeja de plata. Y por lo publicado, la mayoría responsabilizó
a los manifestantes. Ahora están saliendo a la luz vídeos de la gente que
estaba allí y no toda la responsabilidad fue de ellos.
Para mí, gran responsabilidad tiene la
oficialidad porque su función es proteger, no agredir. Es más, ellos estaban
muy bien preparados y apertrechados y hasta con caretas de gases. ¿Toda esa
movilización y equipo fue “por si acaso”?
Y están circulando varios vídeos donde
hasta los periodistas que se identificaban como tal fueron agredidos y rociados
con gas pimienta. ¿No están ellos haciendo su trabajo? ¿Por qué macanearlos?
“Revoltosos, comunistas,
independentistas” y otro montón de cosas he leído en las redes. No todo el que
estaba allí buscaba la confrontación. Ahí había mucha gente buscando manifestar
su descontento. No por eso debían ser agredidos.
Lo que más me impresionó fue que no conforme
con los tiros de salva, el gas pimienta y los gases lacrimógenos, los persiguieron.
No desplegaron sólo la fuerza física con los participantes, sino que contra las
comunidades aledañas al tirar gases lacrimógenos e intimidar a los vecinos que
ni a la marcha habían ido.
Y no es exageración, porque muchos vídeos
de estos se están viendo en las redes. Además de entrar a diferentes casas a
arrestar gente. ¿Qué delito cometieron para este gran despliegue? ¿Por manifestarse?
¿Qué mensaje están llevando con esto? Que no se puede protestar. Es una táctica
utilizada para intimidar.
Estas cosas se ven en las dictaduras. Y
para que la gente se ilustre, que mucho nos falta educarnos y conocer más,
también hay de extrema derecha. Aquí se habla de algunos países de izquierda,
pero no se habla de otros donde hubo dictaduras, pero de extrema derecha. Las
historias, son de horror.
Y de la manera que el gobierno manejó la
situación, más me da a pensar en orquestación. El que el secretario felicitara
a los manifestantes y rápidamente viene la confrontación. La conferencia de
prensa del gobernador con la piedra y visita del gobernador al policía herido;
entre otras cosas.
El que sabe cómo se maneja la
comunicación y la propaganda, sabe lo que se puede llegar a hacer para buscar
cambiar percepciones, opiniones y lograr el apoyo. Si alguien no ha visto la
película ‘Wag the dog’, se la recomiendo.
Cada quién le dará o no le dará valor a
lo que aquí escribo. Es su prerrogativa. Lo que sí, es que esto fue lo que
percibí. Ya lo discutiré el martes con mis estudiantes, a ver cuál fue su
percepción de lo ocurrido.
Para mí, par de cosas quedaron claras;
que se desvió la atención de lo verdaderamente importante, que ambos lados
estaban listos para la confrontación, que muchos de los manifestantes cayeron
en el juego y perdieron, que hubo exceso en el uso de la fuerza policial y que
el gobierno buscó mejorar su imagen.
Como pueblo no podemos permitir que estas
cosas sucedan. Tenemos que trabajar unidos para levantar este país. Mientras el
pueblo se está enfrentando, muchos le están sacando ventaja al país, tanto
económica como en otras áreas.
Si no nos enfocamos en lo verdaderamente
importante y unidos remamos para el mismo lado, nos van a dejar sin país. Y
eso, no podemos permitírselo a nadie. Puerto Rico es nuestro, no es de los
políticos, muchísimos de ellos corruptos, sino del ciudadano de a pie, el que
no ve el país como una mercancía o un feudo, sino como su patria querida. Y
esos, somos mayoría.
Excelente !!!!!
ResponderEliminarGracias. Saludos.
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