“Lo importante no es ganar, sino competir”. Esas fueron las palabras que utilizó monseñor Ethelbert Talbot, obispo de Pensilvania, EE.UU., en la homilía ofrecida en la Catedral de San Pablo, en Londres, durante los juegos olímpicos celebrados en esa ciudad en 1908. Esta frase aparece, desde 1932, en las ceremonias de inauguración de los juegos olímpicos.
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Pierre de Coubertin |
Las palabras dichas por el Obispo calaron tan hondamente en el barón Pierre de Coubertin, propulsor de los juegos olímpicos modernos, que inspiraron lo que posteriormente escribió: “Lo importante en los juegos olímpicos no es ganar, sino competir. Lo esencial en la vida no es conquistar, sino pelear correctamente”.
Y ambas frases son las que hoy, día que se eligió el nuevo presidente del Comité Olímpico Internacional, han estado rondando mi cabeza insistentemente. Y no es para menos, porque uno de los nuestros, Richard Carrión, era candidato a esa posición. Ya sabemos que no lo consiguió, llegando segundo en la votación; pero su gesta, muy bien encierra las frases memorables de monseñor Talbot y del barón de Coubertin.
Y es que aunque no logró alzarse con la presidencia, sí es meritoria su aspiración porque se atrevió. Siempre he pensado que así es que uno crece y avanza: intentando, atreviéndose, arriesgándose, caminando y haciendo. No hay de otra. De la única manera que vamos a avanzar, es moviéndonos. Y eso es lo que significa esta candidatura; un paso adelante.