Por si las moscas...

Los comentarios vertidos en estos escritos son de mi total responsabilidad. Comparto lo que pienso y siento, simplemente para que se pueda apreciar otro punto de vista sobre la cosas. Pueden o no estar de acuerdo con lo que expongo; conmigo no hay ningún problema porque cada quien tiene el derecho a pensar lo que mejor entienda. Los comentarios son bienvenidos. Espero que si alguien difiere, lo haga con respeto; no escribiendo chabacanerías o insultando. Este no es el lugar para eso. ;-)

viernes, 5 de abril de 2019

Trolear...




El troleo, según la Fundación del Español Urgente –Fundéu BBVA-, es ‘la acción y el efecto de intervenir en un foro digital con el objetivo de generar polémica, ofender y provocar de modo malintencionado a los demás usuarios, a menudo enviando múltiples mensajes que pretenden captar la atención e impedir el intercambio o desarrollo habitual de dicho foro’.

En Puerto Rico, la presencia de los troles, especialmente en el discurso político, está cada vez más presente. Tierra fértil encuentran porque la emoción y la pasión son unos de los ‘motores’ principales de la política.

El fanatismo ciega y se pierde totalmente el enfoque; algo que favorece a la fuerzas políticas. Por eso los utilizan para hacer propaganda o para atacar a los adversarios.

Unos se creen invencibles al estar detrás de un teclado o con un aparato electrónico en mano. Otros, porque están ‘vaqueados’ por algún grupo, organización o partido.

¿Cómo identificar un trol? Su cuenta suele ser una combinación de letras y números. La foto puede ser de cualquier cosa, menos la de una persona y mayormente está ligada al ideal o lo que desea resaltar.

Suele seguir más gente de la que los sigue y si ve sus perfiles se siguen unos a otros. Muchos no publican nada, sólo retuitean mensajes y ‘hacen bulto’ en otros. Y si todavía tiene dudas de cómo identificarlos, revise sus últimos cinco mensajes.

Hay troles ‘bonafide’; que creen que es su deber defender a capa y espada a los de su tribu política y siempre, no importa lo que sea, atacar abierta y despiadadamente al adversario; que es todo lo que se mueva y no piense como él, ellos o sus líderes.

Estos troles en cierta manera lo hacen por convicción; porque son fieles a ideologías, partidos o postulados y creen genuinamente que sus líderes lo hacen bien siempre. Buscan justificar la defensa o el ataque, dependiendo lo que hagan.

Pero están los otros; los que para mí son de cuidado. Estos son los que manejan una o varias cuentas falsas y hasta podrían recibir paga por ello. Tienen agendas definidas y podrían estar organizados bajo alguna estructura y liderados por alguien.  

Siempre buscan imponer su punto de vista, en muchas ocasiones con medias verdades, repitiendo como el papagayo lo que le asignan tienen que decir y hasta utilizando la posverdad. El vocabulario es el mismo y se repite.

Monitorean las redes sociales y ya tienen identificados a periodistas o personas que no piensan como ellos. Los siguen para cuando publique algo, atacarlo de manera inmediata buscando desacreditarlo.

Si es un periodista y no le gusta o conviene lo que escribe, dicen que es un ‘fake news’ y le ponen muchísimos adjetivos buscando minar su proyección. Si es cualquier persona que opina, lo atacan inmisericordemente.

En muchas ocasiones no trabajan solos, sino en grupo, e inundan los espacios o los muros de esa persona. Su fin es que se vea que quien puso el mensaje es disidente y que está equivocado. El que no conoce nada de troles, puede influenciarse con esto, porque pareciera que la persona tiene poca credibilidad o confiabilidad.

Podrían tener ya los ‘mensajes escritos’ para responder a situaciones que pasan en el país. Pareciera que son redes de distribución del mensaje, por llamarlo de alguna manera, porque escriben lo mismo y hasta con las mismas faltas ortográficas.

Lo más preocupante para mí, y ya aquí la cosa toma otro matiz, es que alguien que maneje alguna cuenta ‘troleadora’ (me la acabo de inventar) maneje, a su vez, una cuenta oficial del gobierno y lo haga indistintamente sin considerar horarios ni responsabilidades.

Lo traigo a colación por el tuit de una dependencia gubernamental ensalzando el trabajo de su secretario e indicando que ha sido el mejor que ha ocupado el puesto. Lo más increíble es que otra cuenta tenía el mismo mensaje, errores ortográficos incluidos, y estaba uno seguido del otro.

Las cuentas oficiales son para informar, no para hacer propaganda y ese tuit lo que busca es enaltecer la figura del secretario y del gobierno. Si es cierto o no que es el mejor, la dependencia gubernamental no es la llamada a decirlo. Eso, le corresponde al pueblo.

Además, una persona que maneja una cuenta oficial, debe tener la suficiente madurez para hacerlo y no ponerse pico a pico con la gente y hasta con periodistas porque hizo un señalamiento sobre el secretario.

El manejo de la comunicación y los mensajes es algo muy delicado y de gran responsabilidad. Las redes sociales no se deben tomar a la ligera. Siempre he pensando que no se debe manipular, tampoco hacer propaganda ni usar la posverdad para impresionar.

Si a un grupo, un partido, una dependencia gubernamental, un equipo o a alguna persona le interesa que otros conozcan lo que hacen debe buscar persuadir la gente, no justificar, atacar o denigrar.

Al final, la prudencia y el sentido común deben prevalecer. Para lograr aprobación debe comunicar la realidad ofreciendo datos correctos, sin maquillar o dorar píldora. No trate de imponerse. Debe informar y dejar que la gente decida. No pare más.

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