Siempre he ido por lo mío; por mi gente, por todo lo de mi país. Defiendo a capa y espada mi cultura, mi idioma, mi bandera; mis raíces. Eso es algo que traigo de ‘fábrica’ y con lo que moriré. Estoy muy orgullosa de ser puertorriqueña y reconozco quién hace lo propio. Y por eso soy una súper mega fanática de Lin-Manuel Miranda.
A mí me impresionó favorablemente desde que lo vi en ‘In the Heights’, en Broadway. Gracias a un amigo tuvimos la oportunidad de conocerlo. Genial en el escenario y luego súper humilde y aterrizado cuando nos saludó. Sabía que éramos de Puerto Rico. Nada de humos subidos, nada de aires de divo. De eso es que hablo.

Y es que aunque nació y se crió en los Estados Unidos, es más boricua que muchos que han vivido en la isla toda su vida. Claro, como él mismo ha comentado, venía todos los veranos a Puerto Rico a pasar sus vacaciones. Así fue que la mancha de plátano se le fue tatuando a fuego lento.
Donde quiera que se para habla de Puerto Rico, de su familia y saca la bandera o deja claro dónde están sus raíces. ¡Ah!, y de vez en cuando se suelta un Weeeeeepaaa! o alguna otra ‘frasecita boricua’. Se siente orgulloso de donde viene y eso vale; mucho más cuando hay tantos que reniegan de lo que son.
Una de esas muchas ocasiones fue en el 2008, cuando ganó el premio Tony a la ‘Mejor música original’ por ‘In the Heights’. Su mensaje de aceptación lo hizo ‘rapeando’ agradeciéndole a muchas personas, a sus papás y a su esposa. Al final, le dedicó el premio a su abuelo y a Puerto Rico, sacando la monoestrellada de un bolsillo. ¡Fuerte para mí! (la bandera en el bolsillo) Je, je.
En esa premiación ‘In the Heights’ ganó cuatro Tony, incluido mejor musical. Como dato interesante, Whoopi Goldberg fue la presentadora de ese premio final y mientras el elenco y los productores subían al escenario, ella bailó salsa con Lin-Manuel. ¿Habrá alguna cosa más loca que esa? ;)

Esta semana, cuando ganó el Grammy en la categoría de Mejor álbum musical de teatro por ‘Hamilton’, la bandera puertorriqueña volvió a aparecer en escena. En esta ocasión mientras él ‘rapeaba’ su mensaje de aceptación, uno de los integrantes del elenco la levantaba. Esa imagen ha recorrido el mundo entero. ¿No es para llenarse de orgullo?
‘Hamilton’ es otra de sus genialidades. La historia, como él mismo indica, la escribió pensando en las similitudes de ‘Hamilton’ con su papá; un inmigrante caribeño que fue a los Estados Unidos a buscar mejor vida. Interesante. Por ahora me estoy disfrutando la música original de la obra -que es excelente-; pero no pierdo la esperanza de ver la puesta en escena en Broadway. Ya Dios dirá.

‘Hamilton’ se ha convertido en un hito en la historia del teatro musical; pero también en cómo se enseña la historia de Estados Unidos. Hace un tiempo leí que la obra se ha convertido en una pieza importante para los maestros. Hasta un grupo de estudiantes recogió dinero y le regalaron a su maestro de historia un boleto para que fuera a verla. WOW!
La Fundación Rockefeller donó un millón y medio de dólares para que 20 mil estudiantes de las escuelas públicas de la ciudad de Nueva York puedan ver la obra en Broadway. Así ha impactado su trabajo. Eso es marcar el paso.
Su genialidad no tiene límites. Ejemplo de esto son los famosos ‘Ham4Ham’ que hace en las puertas del teatro mientras esperan por la ‘lotería’ de los boletos con descuento. Se han convertido en un gran evento en el que cada vez participan más y más personas. Ahora se realiza en línea hasta marzo, por razones obvias; pero prometió que les tendría algunos vídeos y para cuando regrese, un mejor sistema de sonido (empezó con un megáfono). Je, je

Con su brillantez ha seducido -y sigue seduciendo- a muchos. Uno de ellos es J. J. Edwards, director de Star Wars; quien fue a ver la obra y quedó maravillado con su trabajo. De broma, Lin-Manuel le comentó que si necesitaba la música para la escena de la cantina, que le dijera. Pues Edwards no lo tomó a broma y días después le hizo el acercamiento a Lin-Manuel y lo demás, es historia.
Ha recibido una gran cantidad de premios y reconocimientos. Cabe destacar que tiene varios premios Tony (2008), Grammy (2009 y 2016) y fue finalista del Premio Pulitzer (2009) en la categoría de drama. Fue el recipiente de la medalla de honor del Club Nacional de las Artes y del premio Nuevos Horizontes de la Fundación Richards Rodgers.
Recibió el grado de doctor en Humanidades, honoris causa, de la Universidad de Yeshiva, en el 2009; siendo la persona más joven en recibir este reconocimiento en los 123 años de historia de la universidad.


En el Desfile Nacional Puertorriqueño del 2015, en Nueva York, recibió el premio “Nuestro Orgullo’ por su aportación al teatro musical. Ese mismo año recibió la ‘Beca del Genio’ de la Fundación MacArthur; por su ‘originalidad extraordinaria’.
Pero también ha sido reconocido por su labor comunitaria. En el 2010 recibió el ‘Premio del presidente’ del Instituto del Caucus Hispano del Congreso. Y es que Miranda ha trabajado con organizaciones como ‘Broadway Cares/Equity Fights AIDS’, ‘The National Latina Institute for Reproductive Health’, ‘The Woodhull Medical Center’s Latina Suicide Prevention Program’ y ‘DKMS’, una organización que recluta donantes de médula ósea; entre otras. También ha colaborado con la Federación Hispana.
Confieso que lo sigo en las redes sociales. Bueno, creo que no tengo que decirlo porque me paso compartiendo muchas de las cosas que publica y muchos las ven. Pero tengo que decir que es uno de los que con más gusto sigo. ¿Por qué? Porque es bien boricua en sus cosas, por su creatividad, el tono, la cercanía, el trato, etc.

Su sentido del humor es bien boricua. Muchos de sus mensajes son divertidos. El día de su cumpleaños puso la foto de una cana e indicó que ese era el regalo de cumpleaños que le dio su cabeza. Ese tipo cosas es bien de nosotros. Jeje
Uno de sus tuits está genial. Es el que una señora lo felicita por ‘Hamlet’. Lo interesante es que describe la escena y pone el diálogo. La verdad es que escribe con mucha frescura. Me río mucho. Ese tuit tiene un año y todavía puede aparecer algún: Hamlet!, en algo de lo que escribe.
Sí. Creo que ha quedado más que claro que soy fanática suya y alguno podrá pensar que exagero con todo esto; pero no. Es que en estos momentos que vivimos y que estamos tan apaleados por las circunstancias –no voy a entrar a repartir culpas ni cosa que se parezca porque se supone que ya tenemos clarísimo cómo hemos llegado aquí- necesitamos modelos, referentes, guías y él es uno de ellos.

Y ahí pienso en todas la posibilidades que tenemos. Pero debemos dejar la pelea chiquita y empezar a reconocer nuestra valía. Debemos entender que podemos marcar nuestro propio destino. Si queremos, podemos. Tenemos toda la capacidad del mundo, la inteligencia, la astucia y la creatividad; entre mil cosas más, para salir adelante. Sólo necesitamos creer más en nosotros. Por eso lo uso de referente. Por eso mi gran admiración por él. Porque tiene tatuada la mancha de plátano. Por eso, escribo esto.
* Las fotos no me pertenecen y fueron tomadas de Internet, con el único fin de acompañar este escrito.
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